La extraña relación entre las horas frente a una pantalla y la frecuencia en ir al baño

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  • Un estudio ha demostrado la extraña relación entre las horas frente a una pantalla y la frecuencia en ir al baño, sobre todo durante la noche.
  • Pasar muchas horas delante de pantallas tiene otras consecuencias sobre la salud física y mental. 

Para el trabajo y para el ocio, con el ordenador, el portátil o el móvil. Estás en constante contacto con las pantallas y pasas horas delante de ellas, en muchos casos casi todo el día. Las consecuencias son varias, pero hay una que te será desconocida, y es la extraña pero probada relación entre las horas frente a una pantalla y la frecuencia en ir al baño. 

Seguro que desconocías el impacto que el tiempo frente a la pantalla puede tener en nuestra salud física, específicamente en tu frecuencia para ir al baño. Y esta relación extraña, pero científicamente probada, entre las horas que pasamos frente a una pantalla y la cantidad de veces que necesitas visitar el baño, ocurre especialmente durante la noche.

Un fenómeno en aumento

Con el aumento del teletrabajo y el consumo de entretenimiento digital, no es sorprendente que tú, como muchos de nosotros, estés pasando más tiempo del recomendado frente a los dispositivos. Esto no solo afecta nuestra salud visual y mental, sino que también tiene repercusiones inesperadas en tu rutina de ir al baño.

¿Qué dice la ciencia?

Estudios recientes como el de Wiley, publicado en la revista Neurourology and Urodynamics, han comenzado a arrojar luz sobre cómo el exceso de tiempo frente a las pantallas puede alterar tus funciones corporales. La exposición prolongada a la luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos puede interferir con tus ritmos circadianos, afectando así nuestro ciclo de sueño-vigilia. Esto no solo nos hace más propensos a despertarnos durante la noche, sino que también puede aumentar la necesidad de ir al baño.

Efectos en el sistema urinario

Además de desordenar tus ciclos de sueño, pasar largas horas frente a una pantalla sin hacer pausas adecuadas puede llevar a un sedentarismo que afecta la salud de tu sistema urinario. La inactividad prolongada puede disminuir la eficiencia en la función de la vejiga y otros órganos relacionados, haciendo que la necesidad de orinar sea más frecuente.

Es la conclusión del estudio de Wiley basado en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos sobre más de 13.000 individuos estadounidenses mayores de 20 años desde el año 2011 hasta 2016. Los que pasaban cinco o más horas delante de la televisión y/o vídeo al día tenían un riesgo un 48 por ciento mayor de experimentar la llamada nicturia o necesidad de ir al baño por las noches. 

Para mitigar el impacto puedes hacer lo siguiente:

  • Establece límites: limita tu tiempo frente a la pantalla, especialmente durante las horas previas a dormir, para reducir la exposición a la luz azul.
  • Haz pausas activas: incorpora pausas regulares en tu rutina diaria para moverte y estirarte, lo que puede ayudar a mejorar la función de tu sistema urinario.
  • Modo nocturno: usa el modo nocturno en tus dispositivos electrónicos por la noche para disminuir la cantidad de luz azul a la que estás expuesto.
  • Mantén un horario regular: intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días para ayudar a regular tu ciclo de sueño.

Como ves, el tiempo que pasas frente a una pantalla puede tener consecuencias que no imaginabas, al margen de las conocidas sobre tus ojos. Este descubrimiento sobre la frecuencia para ir al baño es un recordatorio de cómo las tecnologías modernas pueden influir en tu salud de maneras inesperadas. 

Otras consecuencias del tiempo delante de las pantallas

Otro estudio se centró en las asociaciones entre la duración y el tipo de uso de pantallas electrónicas y la cognición en niños, mostrando que el tiempo excesivo frente a pantallas está asociado con una menor cognición

Este hallazgo sugiere que el tiempo prolongado frente a pantallas puede tener efectos adversos no solo en la salud mental y cognitiva, sino que también podría extrapolarse a impactos en la salud física, incluidas funciones como el ciclo de sueño-vigilia y la nicturia.

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