Los remedios más eficaces e inmediatos para quitarte el dolor de pies

Sobre todo si pasas largas horas de pie o caminando, seguro que llegas a casas con los pies cansados y doloridos. Si ya no te basta con meterlos en agua caliente con sal o poniéndolos en alto, hay remedios eficaces e inmediatos para dejar tus pies como nuevos para un nuevo día y de paso descansar bien por la noche sin el molesto dolor o malestar. 

Después de un largo día, quitarse los zapatos y sentir alivio es uno de los placeres más sencillos, pero ¿qué pasa cuando el dolor de pies persiste? 

Las causas del dolor de pies

Las principales causas del dolor vienen desde una mala pisada hasta el uso de un calzado inadecuado. El estrés y la tensión muscular también juegan un papel importante en el bienestar de nuestros pies, además del tiempo y la intensidad del uso mientras trabajamos o hacemos deporte.

Los remedios caseros para aliviar el dolor de pies

Baños de contraste: alterna los pies entre agua caliente y fría varias veces para mejorar la circulación y aliviar la fatiga.

Baños con sales y de contraste: sumerge los pies en agua con sales para descongestionar y relajar esta área del cuerpo; en cuanto a los de contraste, alternar tus pies entre agua caliente y fría puede mejorar la circulación y aliviar la fatiga y el dolor. Esta técnica simple pero efectiva puede ser un primer paso hacia el alivio.

Descanso con pies elevados: mantén los pies un poco elevados para favorecer el retorno venoso y reducir la fatiga.

Masaje con crema hidratante y estiramientos: aplica una crema específica para pies y masajea suavemente desde el talón hasta los dedos para ayudar así a la absorción y alivia la tensión, además de realizar ejercicios de estiramiento para fortalecer y flexibilizar los músculos de los pies.

Minimalismo y ancestros: o lo que es lo mismo, camina descalzo en contacto con la tierra, a ser posible, todo lo que puedas o al menos usa calzado minimalista en tus momentos de ocio.

Sales de Epsom: sumergir tus pies en estas sales ayuda a relajar los músculos y reducir la inflamación. Además, las sales pueden contribuir a suavizar callos y durezas. 

La importancia del cuidado diario y de la prevención

Esto incluye una adecuada higiene, secado, hidratación y, por supuesto, la elección de un calzado apropiado para cada actividad.

Pero más vale prevenir que curar. Para prevenir la fatiga y el dolor en los pies, es vital consideres la importancia de un calzado adecuado y mantener una rutina regular de ejercicio físico. Pero antes realiza un estudio biomecánico para identificar y corregir problemas en la forma de pisar, sobre todo si haces mucho deporte o cualquier actividad física exigente para tus pies. 

Qué tener en cuenta a la hora de elegir el calzado

Lo primero es el drop del calzado: una diferencia de dos centímetros entre la altura del talón y la parte delantera del zapato es lo ideal para reducir la tensión muscular; y la estabilidad de la suela, ya que una suela demasiado blanda puede aumentar la fatiga en el pie. Lo mejor es que uses una suela de goma que ofrezca cierta consistencia y devuelva energía en cada paso.

El estilo de vida, siempre el estilo de vida

Por supuesto, influye una vez más tu régimen de alimentación y si tienes sobrepeso, ya que tus pies se recargarán antes y con más intensidad. Evita el sedentarismo y tabaquismo, ya que es indispensable para una circulación adecuada, que a su vez será vital para evitar dichas molestias y resistir más estando de pie o en movimiento. 

Qué hacer si persisten los dolores

Lógicamente, no esperes y consulta con un especialista o antes con tu médico de cabecera para que haga una primera valoración, para salir de dudas de que sea una dolencia seria o cronificada. Un estudio biomecánico puede revelar la causa raíz del dolor y ayudar a encontrar una solución personalizada.