Israel ha declarado el estado de guerra y ha prometido destruir a Hamás después de que la organización ejecutara una serie de ataques terroristas sin precedentes en todo el país, en los que murieron más de 1.000 personas.

Pero si Israel adopta un enfoque estrictamente militarista ante esta última provocación en un conflicto que dura ya décadas, lo que puede acabar consiguiendo es reforzar el poder de Hamás, según han explicado a Business Insider tres expertos en terrorismo.

"Es extremadamente raro que un grupo terrorista sea erradicado con violencia", explica Alon Burstein, profesor visitante e investigador del Israel Institute en el Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad de California Irvine, en EEUU.

Hamás es un grupo islamista que gobierna a los más de 2 millones de palestinos que viven en la Franja de Tierra, una pequeña porción de tierra rodeada por Israel y Egipto. EEUU considera a Hamás organización terrorista por sus continuos ataques armados contra Israel.

La organización lanzó varios ataques sorpresa en suelo israelí a principios de este mes, masacrando civiles en varios kibutz cercanos a la frontera con la Franja de Gaza, y llevándose como rehenes a múltiples israelíes hacia allí. Los ataques provocaron una rápida y contundente respuesta por parte del Estado israelí, que declaró la guerra a Hamás y prometió sitiar Gaza.

Israel ha prometido arrasar Gaza y destruir a Hamás, una tarea que puede resultarle imposible

Por su parte, Israel asegura que en esos ataques murieron 1.300 personas y que los asaltantes de Hamás se llevaron retenidos a 100 personas. El viernes, el ministro de Sanidad palestino denunció que más de 1.700 personas habían muerto como consecuencia de las represalias israelíes.

"Es obvio que esta magnitud ya tiene implicaciones psicológicas, humanitarias y estratégicas", detalla Shibley Telhami, profesor Anwar Sadat por la Paz y el Desarrollo en la Universidad de Maryland (EEUU), e investigador no residente de la Brookings Institution. "Crea nuevas realidades que podrían dejarse sentir durante años".

Los ataques de Hamás pusieron fin este mes a casi 20 años de estancamiento, que se había caracterizado por la tensa ocupación israelí de Cisjordania y el bloqueo de Gaza, así como por episodios ocasionales de violencia, destaca Burstein.

"La idea que tenía Israel —la de que podría vivir conteniendo a Hamás y con la molestia de tener que repeler de vez en cuando misiles— ya no volverá", asevera en declaraciones a Business Insider.

La respuesta militar no basta para acabar con el terrorismo

Desde que Hamás se hizo con el poder político en Gaza tras unas elecciones locales de 2006, Israel y Egipto han estado supervisando la pequeña porción de territorio, restringiendo el acceso de bienes a la zona, lo que ha provocado que escasee la comida y la medicina y ha arruinado la economía local.

El bloqueo también impide a los palestinos salir de Gaza en la mayoría de los casos, lo que hace que, con más de la mitad de la población sin empleo, los esfuerzos de Hamás por reclutar nuevos militantes no sean en vano.

Para Israel, acabar con Hamás será muy difícil desde el punto logístico, según Kenneth Gray, profesor de Derecho Penal en la Universidad de New Haven y agente retirado del FBI estadounidense que se especializó en lucha antiterrorista.

Aunque el brazo militar de Hamás, las Brigadas Al-Qassam, ha estado en la primera línea de los actos terroristas de la zona, lo cierto es que Hamás es también el órgano que gobierna en Gaza, que supervisa los servicios públicos para millones de palestinos.

Por qué Hamás ha decidido atacar Israel justo ahora, tras décadas de conflicto

Israel defiende que su objetivo es despojar a Hamás de su poder militar y político, lo que implicará una brutal batalla casa a casa en entornos urbanos. Entornos que, según han advertido varios expertos militares, hará que la batalla sea todavía más desagradable.

Pero incluso una total erradicación de Hamás fracasaría al tratar de resolver las tensiones entre palestinos e israelíes, advierte Telhami, el docente de la Universidad de Maryland.

"No hay solución militar para este conflicto. Si se destruye a Hamás, ¿qué pasará después?", avisa. "Otro grupo tomará su lugar debido a la ira, el dolor, el daño y la desesperación que sentirán los palestinos".

Burstein, que también estudia organizaciones terroristas, coincide: cree que se ha demostrado históricamente cómo la represión es un instrumento inadecuado para combatir el terrorismo.

"Si Israel acaba con Hamás y se va de Gaza, lo que resurgirá será la propia Hamás o una organización todavía más violenta".

Los grupos terroristas solo cesan su actividad cuando la represión militar se combina con diplomacia, lo que implica habitualmente dialogar con un portavoz de la población, advierte Burstein.

Pone un ejemplo. Si Israel erradicara a Hamás, reocupara la Franja de Gaza un tiempo y luego delegara su gobierno en la Autoridad Palestina, que ya es ejecutiva en zonas de la Cisjordania ocupada, se podría ver una solución real de acabar con el terrorismo, si bien la Autoridad Palestina ya ha sido acusada en otras ocasiones de atentar contra los derechos humanos.

La violencia precede a cambios históricos en este conflicto

Lo que pueda suceder ahora no está claro. Todas las señales indican a que Israel invade por tierra Gaza, y a los expertos les preocupa cada vez más que este conflicto pueda acabar siendo un conflicto regional, extendiéndose más allá de las fronteras de Israel y Palestina, atrayendo al Líbano y a otras naciones árabes a una guerra.

El pasado jueves por la noche Israel ordenó a más de un millón de civiles palestinos que viven en la zona norte de la Franja de Gaza a que evacuaran y se dirigieran hacia el sur, sugiriendo que los ataques serían inminentes. Los pasos fronterizos de Gaza, sin embargo, han sido bloqueados, y la zona está rodeada por carros blindados y todo tipo de armamento.

Para los expertos, resulta evidente que el futuro inmediato traerá nuevas víctimas civiles y una escalada de violencia todavía mayor en la zona.

Pero Burstein cree que esa violencia podría desencadenar cambios reales en un futuro: recuerda que los cambios históricos en el conflicto entre israelíes y palestinos siempre han estado precedidos por estos acontecimientos violentos. "Esos acontecimientos en el pasado fueron decisivos y desencadenaron situaciones sorprendentes", detalla.

"Desgraciadamente, ese es el patrón que sigue el conflicto palestino-israelí".