3 pistas en la sangre de los contagiados con coronavirus podrían ayudar a los médicos a predecir su riesgo de muerte con 10 días de antelación, con una precisión del 90%

Un médico atiende a un paciente que sufre de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Circolo de Varese, Italia, el 9 de abril de 2020.
Un médico atiende a un paciente que sufre de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Circolo de Varese, Italia, el 9 de abril de 2020.
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Los médicos se esfuerzan por identificar qué pacientes con coronavirus desarrollarán casos graves que requieran hospitalización, lo que puede acabar desembocando en la posibilidad de entrar en las unidades de cuidados intensivos y en un mayor riesgo de muerte.

Una reciente investigación puede ofrecer una forma de pronosticar con precisión el riesgo que corre un paciente de morir a causa del COVID-19. Los autores de un estudio publicado el jueves en la revista Nature Machine Intelligence crearon un modelo que analiza tres marcadores biológicos —que pueden ser cuantificados mediante una gota de sangre— que pueden indicar si el caso de un paciente puede agravarse de forma peligrosa con más de 10 días de antelación, con una precisión de al menos el 90%.

En conjunto, estas tres pistas podrían "desempeñar un papel crucial en la distinción de la gran mayoría de los casos que requieren atención médica inmediata", señalan los autores del estudio, y añaden que su modelo "proporciona una prueba clínica sencilla e intuitiva para cuantificar con precisión y rapidez el riesgo de muerte".

Un trío de indicadores para medir el riesgo de muerte

Un médico examina a un paciente infectado por el coronavirus en un hospital de Wuhan, en la provincia china de Hubei.
Un médico examina a un paciente infectado por el coronavirus en un hospital de Wuhan, en la provincia china de Hubei.

En Wuhan (China), la investigación muestra que el 14%-19% de los pacientes infectados se pusieron gravemente enfermos. Entre los casos más graves, la tasa de mortalidad fue superior al 60%.

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Para identificar los puntos en común entre estos casos graves, los investigadores analizaron muestras de sangre tomadas en varias ocasiones de 485 pacientes con coronavirus en el Hospital Tongji de Wuhan (China), entre el 10 de enero y el 18 de febrero. Hicieron pruebas para detectar innumerables problemas de riñón, corazón y coagulación de la sangre, observaron si esos pacientes habían sobrevivido o muerto, y luego utilizaron algoritmos de aprendizaje automático para buscar patrones biológicos.

Los resultados demostraron que los siguientes indicadores pueden predecir si un paciente tiene un riesgo de muerte mayor que otros infectados:

  1. Altos niveles de la enzima deshidrogenasa láctica (LDH). Esto se asocia con el daño pulmonar y el tipo de descomposición del tejido que ocurre durante la neumonía.
  2. Linfopenia, el término para los niveles bajos de linfocitos, los glóbulos blancos que defienden el cuerpo contra los patógenos invasores.
  3. Un aumento de las proteínas C-reactivas de alta sensibilidad, o hs-CRP, para abreviar. Esto apunta a la posible inflamación de los pulmones.

Usando esos indicadores, el modelo informático pudo predecir lo que le sucedió a los pacientes del hospital 10 días antes de sus resultados clínicos.

"Las tres características clave, la LDH, los linfocitos y la hs-CRP, pueden recogerse fácilmente en cualquier hospital", explican los investigadores en el estudio. "En hospitales abarrotados y con escasez de recursos médicos, este sencillo modelo puede ayudar a priorizar rápidamente a los pacientes, sobre todo durante una pandemia cuando hay que asignar recursos limitados de asistencia sanitaria".

Una "puntuación de riesgo" del coronavirus

Otro estudio publicado esta semana tomó un enfoque similar, señalando 10 biomarcadores que pueden ayudar a los médicos a evaluar los niveles de riesgo de cada paciente. Esa investigación, publicada en el Journal of the American Medical Association el martes, sugiere el uso de estos marcadores para determinar la probabilidad de que un paciente hospitalizado con COVID-19 se enferme gravemente —siendo ingresado en una unidad de cuidados intensivos o conectado a un respirador— o acabe muriendo.

Personal médico traslada a un paciente fallecido a un camión frigorífico que sirve como morgue improvisada en el Centro Hospitalario de Brooklyn el 9 de abril de 2020, en la ciudad de Nueva York.
Personal médico traslada a un paciente fallecido a un camión frigorífico que sirve como morgue improvisada en el Centro Hospitalario de Brooklyn el 9 de abril de 2020, en la ciudad de Nueva York.

Los investigadores examinaron de manera retrospectiva los registros médicos de 1.590 pacientes que fueron tratados en 575 hospitales de toda China entre el 21 de noviembre de 2019 y el 31 de enero.

Dos de esos biomarcadores coinciden con los sugeridos en el estudio Nature: altos niveles de LDH y una alta proporción de neutrófilos en relación a los linfocitos (que se asocia con niveles más bajos de linfocitos).

Los otros ocho indicadores de riesgo incluyen antecedentes de cáncer, un elevado número de patologías previas, edad avanzada, dificultad para respirar, tos con sangre, inconsciencia, radiografías de tórax anormales y altos niveles de bilirrubina (una sustancia en la sangre que, en cantidades elevadas, indica daño hepático).

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Los investigadores utilizaron esos 10 indicadores para desarrollar una "calculadora" de riesgo de coronavirus online que pueda ayudar a predecir qué pacientes hospitalizados con COVID-19 se pondrán gravemente enfermos.

Esa herramienta de predicción podría permitir a los médicos y a los trabajadores de la salud optimizar los recursos del hospital, según los autores del estudio.

"Si el riesgo estimado del paciente para una enfermedad crítica es bajo, el médico podría optar por supervisarlo, mientras que los estimados de alto riesgo podrían apoyar un tratamiento agresivo o la admisión en la UCI", sentencian.

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