Esto es lo que se sabe sobre la cantidad de cuentas falsas y bots en Twitter ahora que Elon Musk ha paralizado su compra hasta conocer los detalles

Una foto de Elon Musk entre logotipos de Twitter

REUTERS/Dado Ruvic

Elon Musk, la persona más rica del planeta, anunció a finales de abril la compra de Twitter por algo más de 41.000 millones de euros. Menos de 3 semanas después, el magnate avisó en la propia red social de que paralizaba la operación hasta conocer unos datos muy concretos.

Lo que quiere saber Musk es si efectivamente el número de cuentas falsas y automatizadas de la plataforma es inferior al 5% del total, una cifra que la propia compañía anunció en su informe anual a los reguladores. De hecho, la mitad de los seguidores del propio Musk en Twitter serían fake.

Todo lo que Musk cree que debería ser Twitter ha preocupado a un sinfín de personas: desde usuarios de la plataforma a altos políticos de la Unión Europea o a empleados de la propia red social. Su singular concepción de la libertad de expresión abre la puerta a políticas de moderación más laxas, al entender Musk que Twitter sufre un sesgo progresista.

Elon Musk suspende temporalmente la compra de Twitter hasta comprobar que las cuentas falsas son menos del 5% de los usuarios de la plataforma

Esas preocupaciones podrían quedar en papel mojado, ya que la operación de compra está paralizada —los reguladores, de hecho, no se habían pronunciado al respecto de la misma todavía—. Y, a pesar de todo, las sospechas del magnate fundador de compañías como Tesla o SpaceX son fundadas.

Aunque Twitter reconoció que algo menos del 5% de las cuentas de la plataforma son falsas o están automatizadas, investigadores independientes elevan esta cifra hasta por lo menos el triple.

De hecho, entre los planes inmediatos de Musk para la plataforma está, además de excluirla de bolsa temporalmente, autenticar a todos los seres humanos y combatir con mucha más contundencia la existencia de ese tipo de cuentas que en ocasiones son útiles para propagar noticias falsas o generar fraudes en línea.

Según la agencia Reuters, aunque la paralización de la compra de Twitter por parte de Musk pueda reducirse a una simple táctica del magnate, muchos investigadores independientes de la red social abundan en que este tipo de cuentas podrían ser tantas como el 9% o el 15% de la comunidad global de usuarios del servicio.

Aunque Twitter habló en un principio de que solo el 5% de las cuentas serían fraudulentas, falsas o automatizadas, lo cierto es que el primer problema para tratar de cuantificar este fenómeno es el hecho de que no hay una definición estándar sobre lo que es cualquiera de estas cuentas. Así lo explica Reuters en un artículo para el que Twitter ha preferido no hacer comentarios.

Por ejemplo, Twitter, en sus términos de condiciones, autoriza la existencia de cuentas anónimas siempre y cuando sus políticas de moderación no determinen que se tratan de cuentas preparadas para propagar noticias falsas, propaganda, desinformación o fraudes. Muchas de esas cuentas anónimas o automatizadas son cuentas parodia, por ejemplo.

Una investigación de 2017, así como estudios algo más recientes, cifran este fenómeno de cuentas anónimas, falsas o automatizadas en hasta el 15%. Dan Brahmy, CEO de una tecnológica israelí llamada Cyabra, firma que usa inteligencia artificial y aprendizaje automático para detectar cuentas falsas, cree que la propia plataforma "ha infravalorado las cifras".

Elon Musk, creador de grandes negocios como Tesla y SpaceX, es la persona más rica del mundo: así vive y gasta su dinero

Para Cyabra, por ejemplo, esas cuentas falsas que Musk quiere perseguir representarían el 13,7% de la comunidad de usuarios de Twitter. Al mismo tiempo, Reuters recuerda que se empezó a hablar del fenómeno después de que se señalara a Rusia por interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, en las que Donald Trump llegó a la Casa Blanca.

La agencia de hecho recuerda que Meta, propietaria de plataformas como Facebook, cifra la existencia de cuentas falsas, anónimas y fraudulentas también en un 5% sobre el total de su comunidad. También cree que el 11% son cuentas duplicadas, ya que algunos usuarios gestionan varios perfiles, una práctica que en Twitter está mucho más aceptada.

Con todo, más allá de las conclusiones que alcance el propio Musk, es justo recordar que Twitter ha realizado inversiones para tratar de acabar con el fenómeno de las cuentas de spam. En 2018 compró Smyte, una firma especializada en la prevención de spam. En julio de 2018, hizo una limpieza que supuso la reducción de un millón de personas de su base de usuarios.

El fenómeno de las cuentas falsas y los bots preocupa a muchos expertos en plataformas tecnológicas y discursos públicos. Filippo Menczer es un investigador del Observatorio de la Universidad de Indiana (EEUU) y destaca, también en declaraciones a Reuters, que hoy en día la manipulación se ha convertido en una herramienta "mucho más sofisticada".

Aunque su número sea tan reducido como la propia plataforma asegura, sus impactos siguen siendo amplios y graves. Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon determinó que, de los bulos sobre el COVID-19 que se difundieron en la plataforma durante 2020, de sus 50 principales difusores, el 82% de las cuentas eran bots.

Para concluir esta tormenta perfecta que ha puesto la compra de Twitter en el ojo del huracán, otro detalle: los problemas organizativos de la propietaria de la red social han complicado durante años su capacidad de detectar cuentas falsas y automatizadas, incide Reuters.

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