OpenAI cree que podría optimizar ChatGPT mucho más pero alerta de que le faltan tarjetas gráficas para ello

Altman y OpenAI

JASON REDMOND/AFP via Getty Images; Jaap Arriens/NurPhoto via Getty Images

  • Sam Altman, CEO de OpenAI, ha alertado de una escasez actual de tarjetas gráficas que afecta a los desarrolladores de inteligencia artificial.
  • Esta falta de componentes está haciendo que ChatGPT esté menos optimizado y sea más lento de lo que la compañía querría. 

Cuando parecía que la industria de la tecnología ya se había recuperado de la escasez de semiconductores, llega un nuevo problema: ahora lo que falta son tarjetas gráficas.

Sam Altman, CEO de OpenAI, ha participado en un encuentro en Londres con desarrolladores que trabajan con las herramientas API de la compañía y ha alertado sobre las dificultades que tiene su empresas para acceder a unidades de procesamiento gráfico (GPU, por sus siglas en inglés).

Aunque el encuentro era privado, Razar Habib, CEO y cofundador de la empresa de inteligencia artificial Humanloop, publicó el contenido de la reunión en el blog de su compañía. Aunque lo borró poco después a petición de OpenAI, quedó guardado en el Archivo de Internet.

Las GPU se utilizan en el entrenamiento de la inteligencia artificial, ya que son los componentes más indicados para el procesamiento de una elevada cantidad de datos, como las bases de datos masivas que emplean los modelos de lenguaje natural como ChatGPT.

Los problemas para acceder a estas tarjetas gráficas están obligando a OpenAI a retrasar muchos de sus planes a corto plazo, como por ejemplo optimizar ChatGPT para proporcionar una mejora de funcionamiento a los usuarios actuales.

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Altman ha asegurado que de disponer de más GPU, ChatGPT podría tener funcionar más rápido, con lo que tardaría menos tiempo en responder a los chats, y que su API que utilizan otras empresas podría tener una mayor fiabilidad.

Las consecuencias de esta situación se extienden también a los planes de lanzamientos de la compañía, que de momento no está en condiciones para lanzar otros productos más allá de ChatGPT, para así no competir con sus clientes más importantes, que son otras compañías de inteligencia artificial.

Su chatbot de inteligencia artificial está basado en su reciente modelo GPT-4, lanzado en marzo de este año, y en el que la compañía seguirá trabajando para que sea más barato y rápido como su principal prioridad.

En el futuro, ChatGPT seguirá avanzando no tanto con funciones dirigidas al usuario final, algo en lo que confía en el resto de soluciones del mercado, sino con el objetivo de convertirse en un asistente inteligente centrado en ayudar a hacer el trabajo más operativo.

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