El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido propuesto por el rey Felipe VI como candidato a la investidura. Todavía no hay fecha para que se celebre en el Congreso el debate, pero el líder socialista tiene como fecha límite el próximo 27 de noviembre si quiere evitar que la legislatura naufrague y se celebren nuevas elecciones en enero de 2024.

Tras conocerse la decisión del monarca, Sánchez ha comparecido ante los medios. Ha confirmado que este mismo miércoles arrancarán las negociaciones con el resto de grupos en el Congreso para recabar los apoyos de cara al futuro debate de investidura. Será con los portavoces de esos grupos, aunque no ha descartado encuentros con otros líderes que sean designados por sus partidos.

Esto abre la puerta a que Sánchez mantenga un encuentro con Carles Puigdemont fuera de España en lugar de con la portavoz de Junts en la Cámara Baja, Miriam Nogueras.

El primero de estos encuentros se celebrará este miércoles con la vicepresidenta del Gobierno en funciones y líder Sumar, Yolanda Díaz. Preguntado por si aceptará una amnistía sobre los hechos acaecidos en octubre de 2017, Sánchez ha defendido que fijará su posición tras escuchar a todos los grupos parlamentarios en los próximos días.

Con todo, Sánchez ha recordado que en la pasada legislatura tomó "decisiones difíciles" consecuencia de "problemas que heredamos del anterior Gobierno". "Cuando tomé la decisión de los indultos [sobre los líderes independentistas encausados por el procés] confié en los efectos beneficiosos que tendría para la convivencia en Cataluña", ha defendido.

"Hoy puedo constatar, y es una convicción, que esa decisión fue una decisión acertada y bien tomada en aras del interés general", ha enfatizado.

Sánchez tiene 2 meses para atar los apoyos necesarios en el Congreso y evitar elecciones en enero: estos son sus principales obstáculos

Sánchez también ha lamentado que el país haya perdido 5 semanas [las transcurridas desde que Feijóo fue designado por Felipe VI como candidato a la investidura hasta que se celebró su debate] y ha apuntado que "si algo dijeron los españoles el pasado 23J" fue "que no se puede presidir el Gobierno sin entender la pluralidad política del parlamento ni la diversidad territorial de la nación".

"Es la hora de la política, es la hora del compromiso con el país, es la hora de la generosidad para que podamos encontrar entre todos una forma de articular una mayoría parlamentaria no para una investidura, sino para toda una legislatura. Es la hora del liderazgo. Eso tenemos que ejercerlo todos".

El presidente en funciones ha explicado sentirse "honrado y responsable" por el encargo del rey y ha trazado la hoja de ruta del eventual Gobierno de coalición progresista que pretende reeditar el PSOE ahora con Sumar. "Es un proyecto de país claro, conocido, ambicioso y comprometido con la mayoría social".

El principal pilar de ese pretendido Gobierno de coalición progresista sería el "progreso social" —"empleos estables y salarios dignos, pensiones seguras para jubilados de hoy y de mañana, formación para jóvenes, hacer de la vivienda un derecho, no un bien de lujo", (...) "igualdad real y efectiva", (...) "transición hacia formas de producción y consumo que respeten el planeta"—.

Pero otro pilar sería la convivencia "entre españoles y pueblos de España", lo que eleva el problema catalán a una nueva dimensión después de que la crisis sanitaria y la guerra en Ucrania desplazaran el asunto del debate público en la pasada legislatura.

"spaña está más unida que en el año 2018 cuando tuve el honor de ser elegido presidente del Gobierno. En consecuencia somos un país más fuerte que es escuchado y respetado". Ha prometido hacerlo con un marco claro, "como siempre lo ha sido": la Constitución.

Las reuniones de Sánchez que comenzarán este mismo miércoles solo excluyen a un grupo parlamentario. El presidente en funciones, sin decir su nombre, se ha referido a Vox como "la ultraderecha", con quien no mantendrán encuentro alguno. Sí se sentará con el PP de Feijóo, pero no para pedirle el apoyo, sino para "que cumplan con las leyes".

En ese sentido, Sánchez ha avanzado que pedirá al PP "desterrar el insulto y la descalificación de la conversación y de la disputa política". No volverán a pedir su apoyo a los populares por parecerle "fuera de lugar" conociendo "sus posiciones políticas y alianzas territoriales" ni apelarán "a la peor de las corrupciones, el transfuguismo", "como han hecho ellos estas últimas semanas".