Las siete especialidades médicas que no te cubre la sanidad pública

La sanidad pública española es una de las más completas y reconocidas del mundo en cualquier lista, pero igual eres uno de los que creen que te cubre absolutamente todo lo relacionado con tu salud, salvo el bien conocido caso del dentista. Pero hay otras seis especialidades que no cubre la sanidad pública, con lo que tendrías que optar por la consulta o tratamiento privado. 

Como verás, son siete especialidades muy importantes y que en algún momento de tu vida es probable que tengas que necesitar, así que más vale saberlo con tiempo y tener claro cuándo poder ir a lo público y cuándo no. 

1. La reproducción asistida

Aquí hay matices. La sanidad pública ofrece tratamientos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV) o la inseminación artificial, bajo ciertas condiciones. Sin embargo, los criterios son estrictos: generalmente, debes ser menor de 40 años y haber intentado concebir naturalmente durante un año. 

Además, la cobertura se limita a tres intentos. Las parejas que ya han intentado tratamientos de fertilidad pueden encontrarse en desventaja. Las técnicas, como la donación de óvulos, la congelación de embriones, o el diagnóstico genético preimplantacional, a menudo requieren acudir al sector privado.

2. La cirugía plástica y estética

Aquí se cubre la necesidad, pero no el deseo o capricho, es decir, mientras que la cirugía reconstructiva está cubierta, las intervenciones estéticas por elección personal no lo están. Esto incluye procedimientos como el aumento de pecho, liposucciones que no se derivan de una necesidad médica urgente, entre otros.

3. La medicina estética

Muy relacionado con lo anterior, los tratamientos enfocados en la estética, como el aumento de labios, rellenos dérmicos o injertos capilares, no están incluidos en la cartera de servicios de la sanidad pública. Estos procedimientos son considerados no esenciales desde el punto de vista médico y, por lo tanto, requieren ser gestionados a través de servicios privados.

4. La oftalmología especializada

Seguro que aquí estabas convencido de que la sanidad pública lo cubría, puesto que igual sabes casos de operaciones de cataratas. Aunque esta operación está cubierta, tratamientos para otras condiciones o el uso de lentes especiales, como las multifocales o tóricas, no están incluidos, de ahí tus habituales visitas a las ópticas. Si buscas soluciones oftalmológicas más allá de lo básico, debes de recurrir al ámbito privado.

5. La odontología avanzada

Lo mismo pasa con tu boca. La sanidad pública proporciona cuidados dentales limitados, centrados en problemas agudos o infecciosos, pero los tratamientos como implantes, ortodoncias, o procedimientos cosméticos requieren de la intervención de clínicas privadas.

6. La podología

Aunque algunos servicios básicos de podología se han integrado recientemente en el sistema público en ciertas comunidades, el acceso sigue siendo limitado. Muchos tratamientos especializados en el cuidado del pie se gestionan mejor en el sector privado.

7. Los tratamientos contra la obesidad mórbida

La sanidad pública cubre intervenciones para la obesidad mórbida bajo criterios muy específicos y después de un exhaustivo proceso de selección, tanto para cirugías bariátricas como para el bypass gástrico. La espera para estos procedimientos puede ser prolongada, llevando a muchos pacientes a buscar soluciones más rápidas en clínicas privadas. No es como no lo cubran en todos los casos, sino que la nula prioridad haga que al final se opte por lo privado. 

Como ves, la medicina privada en España juega un papel crucial al complementar los servicios ofrecidos por la sanidad pública, especialmente en áreas especializadas o tratamientos que requieren una atención más inmediata o personalizada. Por eso tantos españoles optan por aunar lo público y lo privado, no solo para estas especialidades que no se cubren, sino para evitar las listas de espera. 

Si te encuentras en la búsqueda de tratamientos fuera de la cobertura pública, es esencial informarte sobre las opciones disponibles y considerar la contratación de un seguro de salud privado que pueda cubrir estas necesidades. Y es que la salud es lo primero, y conocer las opciones a tu disposición te permitirá tomar decisiones informadas sobre tu bienestar y el de tu familia.