Tienes 7 sentidos y los 5 más conocidos "son para el cerebro los menos importantes"

sentidos humanos
  • Olor, vista, sonido, tacto, gusto, propiocepción e interocepción. Puede que no lo supieras pero el ser humano tiene en realidad 7 sentidos.
  •  Además, los sentidos más conocidos "son para el cerebro los menos importantes", según la neurocientífica española Nazareth Castellanos. Pues los otros 2 se encargan de dar a tu cerebro información valiosa de tu cuerpo.
Primero en Upday Cintillo

¿Cuántos sentidos tiene una persona? 

Desde bien pequeño aprendiste que 5 y los decías de carrerilla: olfato, vista, oído, tacto y gusto. Sin embargo, el mundo cambia, la investigación avanza y hasta eso ha dejado de ser así.

No solo desde hace años la neurociencia reconoce alguno más. Para la neurocientífica española Nazareth Castellanos además los sentidos más conocidos "son para el cerebro los menos importantes".

"En la escuela siempre nos han enseñado que tenemos 5 —el olfato, la vista, el oído, el tacto y el gusto— que son los sentidos de la exterocepción, es decir, lo de fuera, señala en una entrevista reciente con BBC Mundo

Sin embargo, hay otros 2. Se encargan de proporcionar al cerebro información de los estímulos que provienen de los órganos internos del cuerpo, así como de la postura corporal o los gestos. Al primero se le denomina interocepción mientras que al segundo propiocepción.

Y de todos en conjunto "el sentido más importante, es la interocepción", considera la investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab, cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

"Estamos hablando del corazón, de la respiración, del estómago, del intestino. Es el sentido número uno porque de todo lo que suceda es a lo que el cerebro le va a dar la máxima importancia, es prioritario para el cerebro", matiza al medio. El número 2 en prioridad es el sentido de la propiocepción, añade.

Propiocepción e interocepción: los otros 2 sentidos que podrías no saber que tienes 

2 personas podrían no ver el mismo cielo aunque ambas lo llamen azul. Pero incluso lo que tú ves, y cómo lo ves, podría estar influenciado por receptores de lo que ocurre en tu interior

Por ejemplo, al seguimiento que hace tu cerebro de los latidos de tu corazón, que forma parte de la interocepción. "En los momentos en que el corazón se contrae y empuja la sangre hacia las arterias, el cerebro recibe menos información visual del mundo", evidencia un artículo en Science Focus.

 

"Ya se conocía que el cerebro tiene que saber cómo está todo el cuerpo, pero antes se pensaba que era una información pasiva, el cambio ahora es que esto es un sentido. Es decir, un sentido es aquella información que el cerebro recibe y a la que debe responder", aclara Castellanos. 

La novedad de todo esto radica en esa obligación de "responder".

El sistema interoceptivo se nutre de los receptores ubicados en la mayoría de los tejidos del cuerpo: en el corazón, pulmones, estómago, vejiga, genitales, músculos, piel, huesos, etc.  Esta información ayuda a identificar condiciones como dolor, hambre, sed calor, ganas de ir al baño o excitación sexual. La interocepción permite responder a la pregunta, '¿Cómo me siento?' Tanto a nivel físico como mental.

Esta señal puede llegar a la conciencia o afectar a la conducta de alguien de forma diferente. Por ejemplo, alguien puede sentir irritabilidad cuando tiene hambre o quedarse aletargado. Son "las sensaciones en la tripa cuando nos ponemos nerviosos, o un nudo en la garganta, o la pesadez de ojos cuando estamos cansados", describe asimismo la investigadora.

Por su parte el sentido de la propiocepción se centra en sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. Regula la dirección y rango de movimiento. También aspectos como los gestos o la postura.

¿Por qué importa todo esto?

Más allá de lo anecdótico del dato, ser consciente de este funcionamiento de tu cuerpo puede conllevar ventajas. 

Puede serte útil saber que "el cerebro da más importancia a unas partes del cuerpo que a otras" y las zonas que prioriza son la cara, las manos y la curvatura del cuerpo.

En palabras de la investigadora, ahora se sabe que las personas que fruncen el ceño —algo que favorecen los móviles con pantallas pequeñas— activa  la amígdala, una parte del cerebro  involucrada en lo emocional. Se activa por ejemplo cuando te enfadas.

"Es una zona que es mejor tener calmada. Pero si ya está activada, cuando llegue una situación estresante se va a hiperactivar, y esto hará que yo hiperreaccione", alerta Castellanos.

Esto es lo que le pasa a tu cerebro cuando te enfadas

Las posturas del cuerpo o los gestos de la cara se asocian igualmente a un estado emocional. Si tienes una cara enfadada el cerebro activa mecanismos de enfado, mientras que hará lo contrario si sonríes, pues este órgano busca "congruencia mente - cuerpo".

¿Qué pasa si estoy triste o estoy enfadada, estresada, y empiezo a poner una cara relajada? Que tu cerebro empezará a generar "algo que se llama la migración del estado anímico", es decir, intentar adaptar el estado anímico a la cara. Una herramienta que parece útil para controlar la ansiedad o el estrés.

Lo mismo pasa con tu postura. Estar encorvado es algo propio de estar triste, una posición corporal además potenciada por el gran uso que se hace de móviles y ordenador. 

"Esto afecta a la percepción emocional que tenemos del mundo y a la memoria", enfatiza la investigadora. "En cambio los experimentos han revelado que las personas que tienen mayor conciencia corporal toman mejores decisiones". 

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