Elon Musk suprime un equipo que luchaba contra la desinformación en Twitter, lo que complica que cumpla un futuro reglamento europeo

Desde que Elon Musk adquirió Twitter el pasado mes de octubre por 44.000 millones de euros ha sido ha sido analizado en detalle por los organismos reguladores europeos. 

La última compra del multimillonario ha coincidido con la entrada en vigor del Reglamento de Mercados Digitales (DMA), una nueva normativa que, junto al Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y al Reglamento de la Inteligencia Artificial, forman parte de un paquete legislativo impulsado por la Comisión Europea que trata de poner coto al inmenso poder que ejercen las compañías tecnológicas. 

Ya el pasado mes de diciembre, algunos medios de comunicación avanzaban que los planes de Musk para su nueva empresa pasaban por recabar todavía más información de los usuarios de Twitter con el fin de diseñar publicidad basada en sus intereses. Una propuesta que chocaba frontalmente con lo que pretende regular el Reglamento de Servicios Digitales (DSA).

Este no ha sido el único motivo de confrontación entre los organismos de regulación y el CEO de Tesla, ya que Musk ya había sido advertido de que si Twitter no cumplía con las leyes de moderación de contenidos sería prohibido en todo el mercado europeo.

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Ahora ha sido la paralización de un programa de Twitter que se encargaba de frenar la desinformación de la red social el que ha generado conflicto entre la compañía y la Unión Europea. 

Según publica Reuters, el Consorcio de Investigación sobre Moderación de Twitter se encargaba de recopilar datos sobre la manipulación de la plataforma por parte de distintos agentes y se los facilitaba a un grupo de investigadores externos que se encarga de estudiar esas campañas de desinformación. 

Este equipo formaba parte de un acuerdo que la empresa de Musk había firmado en junio de 2022 con la Unión Europea por el que se comprometía a "empoderar a la comunidad investigadora" compartiendo conjuntos de datos sobre desinformación con sus investigadores. 

Sin embargo, el antiguo responsable de confianza y seguridad de Twitter, Yoel Roth, indica a Reuters que prácticamente todos los empleados que formaban parte del Consorcio de Investigación han abandonado la red social desde que Musk la compró.

Según Reuters, la nueva normativa europea obliga a las plataformas con más de 45 millones de usuarios de la UE a responder a las propuestas realizadas por los investigadores externos que analizan sus políticas de moderación de contenidos. 

De incumplir la DSA una vez que esta legislación entre en vigor, Twitter podría afrontar una multa de hasta el 6% de sus ingresos totales o hacer frente a la prohibición de operar en toda la UE.