Las ventas de las pymes aumentan por primera vez desde 2019, pero los costes laborales ponen en riesgo sus resultados, alerta el Banco de España

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Las ventas de las pymes aumentan por primera vez desde que comenzó la pandemia. Pero al mirar la hoja de balance, siguen en números rojos. ¿Qué ha pasado?

Según explica el Banco de España, aunque las ventas de las pymes se están recuperando, el aumento de los costes laborales y de producción ponen en riesgo sus resultados.

Han hecho falta meses para empezar a notar los efectos de la reactivacióneconómica, pero el éxito de la campaña de vacunación, el boom del consumo y el regreso del turismo han permitido que en 2021 la mayoría de pymes vuelvan a vender más. 

"El número de empresas que declararon un aumento de las ventas entre abril y septiembre de 2021 fue superior al de las que señalaron lo contrario, dinámica que no se había observado en las tres últimas ediciones de la encuesta", señala el Banco de España en un documento publicado este martes.

Con el final del confinamiento, la demanda de los hogares españoles salió en tromba en 2021. Un despegue que puede observarse por ejemplo en el gasto con tarjeta de los turistas nacionales, que alcanzó máximos nunca vistos en los meses de verano, según los datos de BBVA Research. 

Pero de nada sirve vender más cuando los costes de producir son todavía mayores. El Banco de España alerta de que el aumento de ventas no compensa las presiones de costes que tienen las empresas, y eso lastra sus resultados.

"A pesar de que la facturación se incrementó entre abril y septiembre de 2021 para la mayoría de las pymes españolas, el aumento de costes que estas soportaron se tradujo en un deterioro de sus resultados económicos", avisa el organismo.

El aumento de los costes (de personal y de otro tipo) llevó a que, en términos netos, un 16% de las empresas españolas declararan un descenso de sus resultados económicos entre abril y septiembre", avisa el organismo. Un porcentaje muy por encima del observado en el resto de la UE, del 6%.

El problema es que estos malos resultados pueden llegar a poner en riesgo la viabilidad de las empresas. Ya hasta noviembre, los concursos empresariales se han disparado un 40% y tocan máximos no vistos desde 2014.

Por qué los costes de las empresas superan sus ventas

Hay varias razones que explican el aumento de las presiones de costes. Según el Banco de España, el 15% de las pymes españolas señalan a los costes laborales y de producción. ¿Por qué?

Crisis de suministros 

Sí, en 2021 la demanda ha salido en torrente con una bolsa de ahorros en máximos históricos. Muchos, además, con nuevas necesidades surgidas tras el confinamiento (compra de nuevos dispositivos, electrodomésticos o incluso decisiones de compra atrasadas por la pandemia).

Con el boom de la demanda, las empresas se frotaban las manos. Pero entonces llegó la crisis de suministros: las empresas empezaron a sufrir la falta de materiales necesarios para fabricar sus productos. 

Esto ocurre, por ejemplo, en el sector del automóvil. "Los fabricantes tienen la cartera de pedidos en niveles récord", explica Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas. 

Para hacer frente a tanta demanda, las empresas contratan a más empleados. Aumenta la contratación, aumentan los costes laborales, pero la producción va con retraso.

"Tienes la cartera de pedidos en niveles récord, por lo que las empresas contratan, pero no pueden responder a la demanda porque no llegan microchips por la crisis de suministro", explica Torres. Esto hace que crezca la contratación, pero la producción va con retraso.

Inflación

Las empresas producen menos por falta de materiales, pero es que, encima, lo que producen es cada vez más caro. La inflación y la escalada de los precios de la energía han aumentado los costes de producción de las empresas. 

El alza de los carburantes ha subido más de un 30% a nivel mundial en el último año, encareciendo el coste del transporte de productos. A esto se suma el alza de las materias primas, que supera el 100% en el caso del carbón o el litio.

Hasta ahora, apunta Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, "el incremento en los costes lo han absorbido las empresas vía márgenes". Sin embargo, en el caso de las pymes este margen es limitado, y pronto puede trasladarse a los productos finales y podría "llegar a traducirse en una mayor presión en los salarios", avisa.

Baja productividad y fin de los ERTE

Por último, desde el inicio de la recuperación económica, las empresas han ido reincorporando a cada vez más trabajadores a sus plantillas. Hasta el punto de que, en noviembre, España crea más empleo que nunca.

Esto necesariamente ha aumentado los costes laborales de las compañías, un coste que hasta ahora asumía parcialmente el Estado por medio de los ERTE. Ahora que las empresas reincorporan a trabajadores afectados por los despidos temporales, tendrán que asumir los gastos de cotizaciones sociales.

El problema es que la productividad no se está recuperando al mismo nivel que el trabajo. Esto explica, en parte, que el empleo supere niveles precrisis pero la economía siga lejos de 2019. 

La realidad es que los costes laborales vuelven a subir para las empresas, pero sus resultados pueden seguir en negativo. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un restaurante que incorpora a una parte de la plantilla necesaria para abrir, pero que sigue sin recibir tantos clientes como antes.

En su documento, el Banco de España también avisa de que las pymes señalan un endurecimiento de algunas condiciones en el acceso a financiación, en cuanto a los tipos de interés y a las garantías requeridas y de otras condiciones de los préstamos distintas de la cuantía y el plazo.

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