Virgin Galactic lanza su primer vuelo con turistas al espacio: por qué este despegue es un hito para el turismo espacial

Volar al espacio se ha convertido en una experiencia turística cada vez más popular, aunque está lejos del alcance de la mayoría. Esta semana despegará desde Nuevo México el primer vuelo de turismo espacial de Virgin Galactic con 3 pasajeros a bordo. 

Entre los pasajeros de Galactic 02 figuran Keisha Schahaff y Anastatia Mayers, una madre y su hija que ganaron sus plazas en un sorteo, y Jon Goodwin, un ex atleta olímpico de 80 años. 

Virgin Galactic se fundó en 2004 y realizó su primer vuelo espacial comercial en junio. En el vuelo viajaban tres pasajeros del ejército del aire y del Consejo Nacional de Investigación italianos. La empresa tiene la intención de operar vuelos comerciales cada mes, marcando el comienzo de una nueva era para los viajes espaciales. 

El turismo espacial es un gran negocio para la empresa: en su informe de resultados del segundo trimestre, Virgin Galactic cuadruplicó sus beneficios. Los vuelos espaciales comerciales y las cuotas de afiliación de futuros astronautas son las causas de este crecimiento. 

Los billetes para un asiento en un cohete de Virgin Galactic pueden costar 410.000 euros. Goodwin compró sus billetes hace más de una década por 227.000 euros. El elevado precio reduce este tipo de turismo a unos pocos.

El precio no para a los más ricos. A finales del año pasado se habían reservado unos 800 billetes para vuelos espaciales comerciales, según expone Insider en base al informe anual de Virgin de 2022. 

Virgin Galactic no es la única empresa en el juego de los viajes espaciales comerciales. En julio de 2021, Blue Origin de Jeff Bezos envió a cuatro personas, incluido Bezos, a 62 millas de la Tierra. Este fue el primer vuelo espacial de pasajeros completado por la compañía del presidente de Amazon. Blue Origin ha realizado seis vuelos espaciales tripulados desde entonces.

SpaceX, la empresa de cohetes de Elon Musk, también está dentro de la industria de los vuelos espaciales comerciales. En septiembre de 2021, el cohete Falcon 9 de SpaceX llevó a cuatro civiles cerca de la órbita sin ningún astronauta profesional a bordo. Fue la primera tripulación totalmente civil en completar con éxito una misión. 

SpaceX, junto con Axiom Space, envió al año siguiente la primera tripulación totalmente privada a la Estación Espacial Internacional, donde pasaron más de una semana. Los cuatro asistentes gastaron unos 50 millones de euros en el viaje. 

Virgin Galactic se presenta como una de las empresas pioneras en los viajes espaciales. La nave Galactic 01 tenía objetivos de investigación, más que turísticos: durante el viaje midió los efectos de la hipergravedad y la microgravedad en el cuerpo humano.

Galactic 01 ha marcado el inicio de un sólido plan de vuelos espaciales de Virgin Galactic, que ya tiene previsto enviar otro vuelo comercial al espacio este 10 de agosto.

En las cabinas de Virgin Galactic caben cuatro personas, pero la empresa aeroespacial solo tiene intención de volar con tres pasajeros, reservando el último asiento para un astronauta en entrenamiento.

Por otro lado, el New Shepard de Blue Origin realizó su ascenso hacia el espacio y su posterior regreso en agosto de 2022. La NS-22 fue la misión con éxito más reciente de la empresa y supuso la vigésimosegunda misión espacial del cohete y su sexto vuelo tripulado.

La calma antes de la tormenta: el New Shepard en su plataforma de lanzamiento antes del NS-22 del año pasado. Seis tripulantes han participado en el vuelo en un viaje de 11 minutos. Los turistas, que han tenido que superar un curso de preparación, han experimentado la gravedad cero.

Blue Origin no habla demasiado sobre el precio de sus billetes, pero antes de su primer vuelo comercial en julio de 2021, un pasajero dijo que había pagado 28 millones de dólares para asegurarse un asiento.

El vuelo espacial comercial de SpaceX es el único que realmente envía turistas a la órbita. En septiembre de 2021, el Falcon 9 llevó al espacio a cuatro civiles por un coste total de unos 220 millones de dólares, pagados íntegramente por el multimillonario Jared Isaacm.