Vivo con mi pareja en un autobús de 21 metros cuadrados: así es nuestra vida

La pandemia ha llevado a muchas personas, sobre todo residentes en ciudades, a replantearse su forma de vida.

Las autocaravanas se han popularizado mucho últimamente, y mientras unos las alquilan para pasar sus vacaciones, otros han decidido cambiar de vida radicalmente y viajar de forma permanente.

Mi pareja y yo no podíamos permitirnos comprar una casa todavía, así que tomamos la decisión de mudarnos a una autocaravana

Mi marido Charlie y yo compramos un viejo autobús escolar por 3.200 euros en plena pandemia y lo reformamos para convertirlo en la pequeña vivienda de nuestros sueños.

Hasta ese momento habíamos vivido en Chicago y, aunque sabíamos que no queríamos seguir en una ciudad, no nos decidíamos acerca de un lugar para echar raíces.

Por eso tomamos la decisión de mudarnos a una autocaravana, ya que eso nos permitiría viajar y buscar el lugar ideal.

Tardamos 9 meses en reformar el autobús, y desde entonces vivimos en este espacio de 21 metros cuadrados. Esta ha sido nuestra experiencia hasta el momento:

Estamos muy orgullosos del resultado final, un espacio distribuido en forma de L.

La reforma incluye sala de estar, cocina, baño y un dormitorio con cama de matrimonio, pero una de nuestras partes favoritas es la distribución en forma de L.

Nos decidimos por esta disposición para que el espacio tuviese más privacidad y también para que la cocina y el baño fuesen más grandes.

Nuestra cocina se sitúa en el comienzo de la L, con una encimera que llega hasta el centro del autobús. Además, los armarios de color verde intenso combinan con los colores cálidos del resto de la casa. Queríamos crear un lugar acogedor para los invitados.

La sala de estar tiene un sofá-cama. Además, tenemos un comedor, con una mesa que sirve también como lugar de trabajo.

No queríamos tener que renunciar a lo que para nosotros era importante, como por ejemplo un baño completo.

En el lado opuesto a la cocina se encuentra nuestra otra parte favorita del autobús: el baño.

Yo tenía claro que quería 2 lavabos separados, el del baño y el del fregadero de la cocina, cada uno para usos distintos.

Esto era importante para mí, por lo que fue el objetivo de la distribución en L. Necesitábamos espacio para el lavabo, un espejo, una ducha y un inodoro, así que tuvimos que encontrar la forma de encajarlo todo.

El cuarto de baño está completamente alicatado, por lo que la ducha queda totalmente integrada. Cuenta además con una alcachofa de lluvia y una claraboya que nos permite tener más altura. 

No teníamos experiencia en alicatar antes de este proyecto, pero nos encantó probar diferentes opciones y estamos muy contentos con el resultado. 

El dormitorio es mi zona de confort de la casa.

Al fondo del autobús hay 2 armarios, uno para la ropa y otro para el sistema eléctrico, y justo después está el dormitorio.

Me encanta el color amarillo mostaza, los naranjas y los neutros, así que optamos por decorarlo con tonos cálidos, que me dan sensación de felicidad.

También pudimos colocar un escritorio para Charlie y un mueble para la lavadora y la secadora. 

Tardamos 9 meses en acabar la reforma y desde entonces no hemos parado de viajar.

La reforma completa fueron 9 meses. Nos subimos al autobús con nuestro gato, que tiene 13 años, a finales de marzo de 2021 y no hemos parado de viajar desde entonces. 

Nuestro primer destino tenía que ser un lugar cálido, ya que arreglamos el autobús en Wisconsin y hacía muchísimo frío.

Acostumbrarnos a un espacio pequeño fue más fácil de lo que habíamos pensado.

Las primeras 2 semanas fueron de adaptación, pero siempre hemos hecho de los viajes una prioridad como pareja, así que estamos bastante acostumbrados a estar juntos en espacios pequeños. 

Para trabajar necesitamos buscar lugares con conexión a internet y aprovechar al máximo nuestros espacios separados.

Tanto Charlie como yo teletrabajamos a jornada completa, así que necesitamos Internet. Hemos equipado el autobús con varias opciones de WiFi, pero necesitamos aparcar en algún sitio con buena cobertura.

Ambos tenemos videoconferencias, por lo que disponemos de 2 espacios de trabajo separados. Por suerte, la distribución en forma de L nos lo permite. 

La privacidad puede ser difícil de encontrar en espacios pequeños, así que crear esta separación nos facilitó mucho la transición.  

La vida en la autocaravana tiene sus propios retos, como encontrar buenos lugares para alojarse o pagar la gasolina

Nos hemos propuesto perseguir el sol y el buen tiempo, por lo que a veces nos movemos más de lo que nos gustaría.

La mayoría de la gente da por hecho que ahorramos mucho dinero al vivir en pequeño, lo que es verdad hasta cierto punto, aunque también asumimos costes en carretera como la gasolina. Lo compensamos buscando sitios gratuitos para acampar, normalmente en terrenos públicos.

Nuestro vehículo es totalmente autónomo, así que podemos acampar durante 2 semanas seguidas si queremos. Además, tenemos un depósito de agua con unos 380 litros de capacidad, 1.050 vatios de energía solar y contamos con nevera y congelador. Esta era una de nuestras prioridades para poder vivir sin necesidad de buscar un lugar donde suministrarnos.

Puede ser estresante tener que pensar dónde vas a alojarte cada noche, pero las ventajas superan con creces cualquier dificultad.

Todavía no tenemos planes de mudarnos.

En el futuro inmediato, nuestra idea es seguir viajando.

La reforma del autobús nos ha abierto los ojos acerca de la cantidad de opciones que tenemos para vivir.

Nos estamos divirtiendo mucho en la carretera y aún no estamos preparados para dejar de viajar.

Tampoco hemos encontrado el lugar donde establecernos de forma permanente, pero estamos seguros de que lo encontraremos por el camino.