El trabajo presencial no vuelve a las empresas más valiosas y productivas: los jefes lo utilizan para "reafirmar su control", según un estudio

Los mandatos de vuelta a la oficina pueden no estar logrando lo que los jefes quieren que logren.

Un nuevo estudio de investigadores de la Katz Graduate School of Business de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) examina si obligar a las personas empleadas a volver a la oficina aumenta la productividad y el rendimiento.

"Los resultados de nuestros análisis determinantes coinciden en que los jefes utilizan los mandatos de regreso a la oficina para reafirmar el control sobre los empleados y culparlos como chivo expiatorio de los malos resultados de la empresa", escriben los autores.

"Además, nuestros hallazgos no apoyan el argumento de que los directivos imponen mandatos porque creen que el regreso a la oficina aumenta los valores de la empresa", añaden.

Los investigadores han analizado los datos públicos de RTO (vuelta a la oficina, por sus siglas en inglés) de 137 empresas del S&P 500 y han determinado que estos mandatos son más comunes en las empresas que han tenido malos resultados bursátiles anteriormente. 

Las políticas de regreso a la oficina son más comunes en empresas con "directores ejecutivos masculinos y poderosos", afirman los autores, que no han hallado ningún efecto significativo de los mandatos de RTO en el rendimiento de las acciones o la rentabilidad de las empresas.

Sin embargo, los investigadores señalan que sus datos a menudo no especifican cuántos días de vuelta a la oficina exigían las empresas, lo que significa que podría haber diferencias de rendimiento entre las políticas de RTO a tiempo completo y a tiempo parcial.

Además, utilizando datos de Glassdoor sobre satisfacción laboral de los empleados, los investigadores han descubierto que los mandatos de regreso a la oficina reducen las valoraciones de los trabajadores sobre el equilibrio entre vida laboral y personal, la alta dirección y la satisfacción laboral.

Aun así, muchos empleados pueden estar de acuerdo con las decisiones de RTO como una forma de aumentar la colaboración y separar mejor el trabajo del hogar, escriben los investigadores.

El fin de la lealtad laboral

Las políticas que imponen el trabajo presencial han dividido muchas oficinas en todo Estados Unidos (el debate también ha llegado a países como España), incluso en las principales empresas tecnológicas y financieras. En 2023, más de 5.000 empleados de Amazon firmaron una petición contra el mandato de regreso a la oficina de la compañía, que esta rechazó. Más de 2.300 empleados de Disney también han firmado una petición contra la semana laboral presencial de cuatro días de la empresa.

La cuestión de si los trabajadores son más productivos a distancia ha surgido como un argumento clave a favor —o en contra— de que las personas empleadas vuelvan a la oficina. 

Algunos estudios sugieren que los trabajadores a distancia son menos productivos y que conectarse desde casa frena la innovación. Sin embargo, un análisis reciente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco (EEUU) concluye que el cambio al trabajo a distancia, "por sí solo, es poco probable que sea un factor importante que explique las diferencias entre sectores en el rendimiento de la productividad".

En lo que respecta a los mandatos de trabajo presencial, "si son difíciles de hacer cumplir, entonces es probable que no tengan sentido", escribe Nick Bloom, economista de Stanford (EEUU) e investigador del trabajo desde casa, en un correo electrónico a Business Insider. 

"Un RTO bien ejecutado tendrá a los empleados de regreso en la oficina durante quizás 2 o 3 días a la semana, cuando todos los empleados estén de vuelta los mismos días, estén trabajando juntos conectándose, con energía en la oficina", añade.

Una forma de garantizar que un mandato de RTO está bien realizado es hacer que los directivos tengan "alguna parte explícita de su evaluación centrada en la tutoría", según Bloom. Eso incentiva a los líderes a averiguar cuál es la mejor forma de tutelar y desarrollar a sus equipos, a menudo uno de los objetivos de una proclamación de vuelta a la oficina.

"Una política de vuelta a la oficina mal gestionada exigirá un mínimo de días a la semana, pero sin orientación sobre los días ni sobre las actividades en la oficina. Entonces la gente viene solo para seguir con las llamadas de Zoom durante todo el día, o pasa la tarjeta de identificación para tomar un café y se va", afirma Bloom.

Parece que las personas en dirección ejecutiva han puesto freno a esta tendencia. Solo el 4% de los CEO estadounidenses encuestados por The Conference Board dicen que este año darán prioridad a la vuelta de los trabajadores a la oficina a tiempo completo, mientras que el 27% responde que mantener el trabajo híbrido es una prioridad de capital humano.

"Las personas que desempeñan cualquier tipo de función de gestión o liderazgo, si tienen que ver a la gente, si tienen que ver traseros en los asientos para pensar que la gente está trabajando, no saben cómo trabaja la gente", ha declarado anteriormente a Business Insider Danielle, una gerente millennial que ha renunciado a su trabajo por un impulso del RTO.