Las zonas más y menos dolorosas para hacerse un piercing

Hoy en día es raro no conocer a alguien que tenga un piercing. O varios. Esta moda de decorar el cuerpo con pendientes parece seguir siendo más común entre los jóvenes. Sin embargo, cada vez son más los adultos que se animan a agujerearse alguna parte del cuerpo, aunque sea una de las más discretas.

Las opciones para llevarlos son infinitas. En la nariz, en el labio, en el ombligo y prácticamente en cualquier parte del cuerpo que se te ocurra. Pero hay una cosa que acompaña a los piercings que suele preocupar (en especial a las personas que están pensando hacerse el primero): el dolor.

No todo el mundo soporta el dolor de la misma forma. "Existen razones genéticas por las que ciertas personas son más sensibles al dolor", ha explicado el doctor Jon-Kar Zubieta de la Universidad de Michigan. Y también influye la zona del cuerpo en el que te hagas el pendiente. Ocurre lo mismo con los tatuajes. Existen zonas donde hacerse un tatuaje duele más o menos.

Si estás pensando hacerte un piercing próximamente debes saber cuáles son las zonas donde más y menos duele hacerse un piercing para que lo tengas en cuenta.

Piercings que menos duelen

El lóbulo de la oreja es la zona del cuerpo en la que menos duele hacerse un piercing. Nada más nacer suelen agujerearse las orejas a algunas niñas. El pinchazo es minúsculo. Y lo mejor es que no tarda nada en curarse. Para probar tu grado de dolor la primera vez es una buena elección.

Aunque pueda parecer mentira, el piercing de la nariz también es de los que menos duelen. Esa zona de cartílago no te producirá mucho dolor (aunque lo sentirás). Y otro punto a favor es que su curación es también bastante rápida.

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Una de las zonas más populares entre las adolescentes es el ombligo. A simple vista puede parecer de los piercings más dolorosos, sin embargo, no es así. Este pendiente se hace cogiendo la parte de piel que hay alrededor del ombligo por lo que el dolor no es para tanto. El problema viene con la curación, ya que tarda bastante y hay que estar muy pendiente de ella para que no se infecte.

La ceja o el labio son zonas cuyos niveles de dolor están en el punto intermedio. En el momento en el que te los hagas te va a doler aunque la sensación es soportable. Con el primero has de tener cuidado cada vez que quieras depilarte las cejas.

Piercings que más duelen

 Si te consideras una persona valiente, o tu umbral del dolor admite otros niveles, considera las siguientes opciones para hacerte un piercing. 

El primero de los pendientes de esta categoría es el de la lengua. En realidad el dolor es similar al que puedas sentir con el de la ceja pero no se puede ignorar todo lo que viene después de hacértelo: se inflama, cuesta hablar y es difícil comer.

El llamado hélix, situado en el cartílago superior de la oreja, es uno de los pendientes más dolorosos. Además suele infectarse con mucha facilidad, así que no te extrañes si ha pasado el tiempo y ves que vuelve a dolerte. Con el pelo largo existen más probabilidades de que se reinfecte. Con el industrial también pasa algo parecido. Es el piercing más doloroso que puedes hacerte en la oreja.

Pero si hay un piercing que gana el premio como el más doloroso de todos es el del pezón. Se trata de una zona en la que se ha puesto de moda hacerse una perforación. Sin embargo, no solo es el que más duele, también es el más delicado por la zona en la que se hace.

Ahora que conoces qué zonas más populares para hacerse piercings duelen más o menos es tu momento de elegir hasta dónde te atreves a llegar. Aunque existen numerosas partes del cuerpo no mencionadas en las que puedes realizarte una perforación.