Los 10 consejos para conducir seguro con hielo y nieve

Llega lo peor del invierno. En los últimos años, al menos en general, tras unas navidades más o menos de bonanza en lo climatológico, llega más frío, lluvias y nieve. Enero y febrero son especialmente problemáticas, así que hay que conducir seguro con hielo y nieve. 

Al ser algo más puntual que la lluvia, no estás tan acostumbrado a lidiar con ello, con lo que cada año organismos como la Confederación Nacional de Autoescuelas (FCNAE) ofrece información útil desde su Fundación, en este caso, para no tener ningún percance en las condiciones más adversas. Este año nos dan 10 consejos esenciales para conducir con seguridad con el hielo y la nieve. 

Prudencia ante todo

Es lo que pide Roberto Ramos, director de Formación de FCNAE, recordando que siempre hay que extremar la precaución al volante, aunque es lógico que ante frío, hielo y nieve se debe de extremar más. Pero en circunstancias tan extremas, igual no vale con eso, con lo que FCNAE ha publicado 10 consejos fundamentales para conducir seguro en invierno.

1. Si puedes, no conduzcas

Recomiendan que conduzcas solamente los trayectos estrictamente necesarios, siempre tras conocer el parte meteorológico de la AEMET y los avisos de la DGT sobre el estado de las carreteras cercanas. Si se puede, la mejor opción es evitar conducir en caso de que nieve o hiele. El pavimento estará deslizante; la visibilidad será reducida y las carreteras pueden estar cortadas.

2. Todos los extras necesarios a punto

Ten siempre en el vehículo rascador y cadenas y lleva siempre un rascador para limpiar el parabrisas completo, no solo la parte del conductor, también ventanillas y luna trasera, para garantizarte la mejor visibilidad posible, antes de ponerte al volante. 

No intentes descongelar el parabrisas rociando agua caliente sobre el mismo porque se consigue el efecto contrario. Tampoco salgas a la carretera sin las cadenas en el maletero del vehículo. Y, por supuesto, viaja con un cargador para el dispositivo móvil, agua, algo de comida, suficiente ropa de abrigo y una manta, ante la posibilidad de vernos temporalmente inmovilizados.

3. Monta neumáticos de invierno

Sobre todo si en tu zona el invierno es crudo y largo, para proporcionar mayor agarre con temperaturas inferiores a 7ºC.

4. Modera la velocidad

Reduce la velocidad considerablemente, ya que la falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h, se salga de la vía en una curva con hielo.

5. Suavidad en la conducción

Cuando se conduce sobre nieve o hielo es muy difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades (especialmente sobre hielo). Por eso, deberás ejecutar las maniobras de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, los frenos, el acelerador, etc., deben utilizarse con suavidad.

6. Distancia de seguridad más que nunca

Aumentar la distancia de seguridad. Sobre hielo, el vehículo puede llegar a necesitar hasta 10 veces más espacio para detenerse, sin exagerar, así que cuanto más distancia, mejor. 

7. Llevar cadenas y saber ponerlas

Si necesitas poner cadenas, debes saber cómo hacerlo. Lo mejor es que emplees guantes y practiques antes de salir. Las cadenas se sitúan en el eje motriz. En este vídeo explican cómo se colocan correctamente las cadenas.

8. Cómo actuar en las nevadas

En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce. Además, si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera, será aconsejable encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera, ya que solo en el caso de fuertes nevadas es obligatorio encenderla. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, por ejemplo, en vías urbanas con retenciones.

9. Al conducir sobre nieve

Circula por las roderas que haya dejado otro vehículo, cuando haya suficiente nieve en la calzada. En caso de poca nieve, circula por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla (siempre que se pueda), evitando acelerar y frenar en lo posible. 

Si fuera necesario frenar, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves (solo levantando el pie del acelerador). Si la frenada es más fuerte, es mejor utilizar el freno con suavidad (que actúa sobre las cuatro ruedas) que una retención brusca del motor (que solo frena dos ruedas).

10. Conducir sobre hielo

Al conducir sobre hielo, tienes que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno, girando la dirección con suavidad, en definitiva, la conducción debe ser suave.