Las cuatro decisiones que he tomado para ahorrar y gastar de forma más intencional en 2024

 Aleenah Ansari
| Traducido por: 
Aleenah Ansari.
Aleenah Ansari.

Aleenah Ansari

  • Siempre que gasto dinero en algo que no necesito, me tomo un momento para pensar qué otro destino podría darle.
  • Intento comprar solo cosas que vaya a utilizar muchas veces, y espero un día para pensar en las compras que hago por Internet.
  • Si me doy cuenta de que ya no quiero utilizar una cosa, se lo vendo a otra persona que sí le vaya a dar uso.

Como mis gastos de manutención han aumentado después de mudarme de un piso a una casa adosada, he estado pensando en cómo puedo gastar con más intencionalidad, basándome en un propósito. Después de trasladar docenas de cajas con mis objetos personales de mi antigua casa a la nueva,  me quedó claro que las pequeñas decisiones de compra se acumulan con el tiempo.

 

Siempre me he enorgullecido de ser una persona que desordena con frecuencia sus pertenencias físicas, pero cuatro cajas de productos de belleza y bienestar me hicieron cambiar de opinión. De cara a 2024, he aquí cuatro maneras en las que me estoy esforzando por gastar y ahorrar con más intencionalidad.

1. Pensar qué otro destino podría tener mi dinero

Si, como yo, intentas mantener un presupuesto personal, pero te cuesta ceñirte a él, este consejo de Berna Anat, autora de Money Out Loud (El dinero en voz alta), puede resultarte útil.

En el libro, Anat explica que cuando sientas la tentación de comprar algo que no necesitas, pienses en cómo podrías utilizar ese dinero para un objetivo financiero más importante, como pagar la entrada de una casa, tus planes de estudios o invertir en tu negocio.

Esta estrategia me ha recordado que debo gastar menos en ropa, joyas y decoración que no necesito para ahorrar para mi casa actual y mi futura boda.

2. Priorizar los artículos que puedo utilizar una y otra vez

Siempre que compro algo, evalúo el coste frente al valor del artículo que estoy comprando. Por ejemplo, comprar jerséis de algodón o lana 100% o vaqueros más resistentes me garantiza que estas prendas durarán en mi armario mucho más tiempo. Son clásicos a los que podré volver una y otra vez, aunque cambien las tendencias.

Si quiero una prenda especial para un evento, opto por alquilarla a través de Nuuly o por comprar de segunda mano una pieza específica con el objetivo de incorporarla a mi armario si es posible. Por ejemplo, cuando mi pareja y yo celebramos nuestro quinto aniversario, alquilé varios conjuntos para una sesión de fotos en O'ahu.

Normalmente, opto por llevar prendas que ya me gustan y con las que me siento segura. Incluso tengo pensado comprar un traje de novia paquistaní y joyas que pueda llevar en futuros eventos mezclando y combinando los componentes con piezas más ponibles.

3. Esperar un día antes de comprometerse a comprar

Cuando me entran ganas de comprar algo, hago una lista en mi teléfono o lo pongo en mi carrito de la compra virtual y me obligo a esperar al menos 24 horas. En ese tiempo, suelo comprobar que mi deseo de comprar esos artículos disminuye considerablemente.

Esta técnica me ha impedido comprar más de una prenda de moda o un mueble, y a veces mi paciencia se ve recompensada al encontrar una pieza similar en una tienda de segunda mano o en Facebook Marketplace.

También ayuda no ocupar el tiempo de inactividad navegando por Internet en busca de algo que comprar. En su lugar, he estado dedicando mi tiempo libre a la lectura, la redacción de posts para mi boletín de noticias, o el descubrimiento de nuevos pódcast.

4. Usa la regla "uno entra, uno sale"

Si quiero comprar algo nuevo y ya tengo un producto similar, me obligo a usar lo que tengo antes de comprar nada nuevo. Esta es una nueva regla, y me ayudará a acabar con todos los protectores solares, champús y cremas que he ido acumulando en los últimos meses, pero que aún no he utilizado.

Otro método que me ha funcionado bien es la regla de "uno dentro, uno fuera", que significa que no puedo comprar otra sudadera, libro o pieza de decoración hasta que me deshaga de algo que ya tengo.

Estas son las emociones que hay detrás de las compras impulsivas, según un psicólogo financiero

He descubierto que revender ropa en Poshmark o Facebook Marketplace es una forma estupenda de crear espacio para cosas nuevas y darles una nueva vida, lo que hace más fácil desprenderme de objetos sentimentales que ya no me sirven.

Por ejemplo, tenía un jersey de Patagonia con bloques de color al que le tenía mucho cariño, pero que nunca me ponía. Acabé vendiéndoselo a alguien en Facebook Marketplace que llevaba tiempo buscándolo. Ambos salimos ganando. Esta regla garantiza que las cosas que compro sigan sirviendo para algo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.