5 aberraciones al comprar productos no perecederos en el supermercado

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  • Los productos no perecederos son grandes aliados contra el desperdicio alimentario y para tener siempre a mano productos de calidad. 
  • Lo que ocurre es que, aunque son unos todoterreno y aguantan casi todo, debes tener algunas precauciones al comprarlos en el supermercado.
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Los productos no perecederos, como su nombre indica, son aquellos que durarán más en tu despensa y por los que no tendrás que preocuparte en cuanto a fecha de consumo

Si piensas en este tipo de productos seguramente lo que primero se te venga a la cabeza son latas, botes de legumbres, productos en seco con pasta o arroces... Pero existe una manera mucho más fiable de saber si un producto es perecedero o no y es muy sencilla.

Lo productos perecederos tienen un fecha de consumo preferente y los no perecederos llevan la famosa fecha de caducidad. 

Otra manera de identificarlos muy sencilla es la que ha comentado Beatriz Robles, divulgadora científica especializada en nutrición y seguridad alimentaria a Business Insider España, "Piensa en los alimentos que van a la nevera, son los que usas antes, si van a la despensa o congelador son no perecederos". 

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Ahora que ya conoces la distinción solo queda que los consumas de la mejor manera posible y con la mayor seguridad. Por eso, no caigas en estas 5 aberraciones al comprar productos no perecederos en un supermercado.

1. Comprar los congelados sin dejarlos para el final

productos congelados

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Algo muy importante a tener en cuenta es que cuando un producto o alimento no perecedero deja de estar congelado se convierte en perecedero. Por ello, si vives lejos del suepermercado no cometas en error de ir sin una bolsa isotérmica.

Además, en el propio súper recuerda dejar los congelados siempre para el final. De este modo te aseguras que vuelvan a casa manteniendo todas sus propiedades y seguridad alimentaria.

2. No elegir los congelados por pensar que tienen menos calidad 

productos congelados - gambas

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Uno de los errores más comunes al comprar en el supermercado es que se tiene la idea generalizada de que comprar frescos es siempre mejor, pero esto dependerá.

En términos de salud alimentaria no tiene por qué ser así. Beatriz explica que, además de no perder calidad, te aseguras una mayor salud e higiene alimentaria, ya que los procesos y la temperatura a la que se congela el pescado, por ejemplo, es mucho mayor y con unos procesos mucho más rigurosos.

Del mismo modo ocurre con las verduras y frutas, ya que cada vez existen más opciones congeladas y son geniales para no desperdiciar alimentos, ya que estas en concreto son las que más se tiran a la basura, según los datos de Statista.

3. ¡No elegir las latas y productos de conserva!

conservas

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Del mismo modo que hay cierto estigma sobre los congelados, lo hay con las conservas en lata y esos productos que vienen envasados al vacío cuando, en realidad, la única diferencia es su método de conservación. 

"Lo que llevan es una esterilización. Es decir, se han destruido absolutamente todos los microorganismos que pueden producirnos enfermedades y los que alteran el producto. En definitiva, se ha esterilizado el alimento, con lo cual es muy seguro durante muchísimo tiempo", explica Beatriz.

4. No guardarlos en el lugar correcto

despensa

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Ssi ya te has dado cuenta de que no consumir productos no perecederos es un error y has ampliado tu lista de pasta y arroz con latas, conservas, pescados, legumbres... ¡No puedes caer en el error de no conservarlos bien!

Para ello, lee siempre los envases. En ellos te especificará las condiciones a las que debe guardarse para conservarse adecuadamente. Normalmente, y esto te sonará, debes guardarlos en un lugar fresco y seco y a temperaturas que no sean muy altas. 

También intenta que no le de nunca el sol directo y ten en cuenta cualquier especificación que indique el fabricante. 

5. Pensar que van a ser siempre perecederos, incluso después de abrirlos

conservas abiertas

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¡Ojo! Que como se especificaba en el punto número uno, excepto los alimentos en seco (y no todos), debes tener cuidado con la durabilidad del producto una vez abierto o descongelado

"Generalmente estos alimentos, tanto los que ponen fecha de caducidad como fecha de consumo preferente y vienen envasados, ponen un aviso para cuando el producto ya esté abierto y te dice conservar en el frigorífico y consumir en un máximo de X días", advierte Beatriz.

Recuerda: un alimento no perecedero puede consumirse después de su fecha de consumo preferente, aunque podría perder alguna de sus cualidades organolépticas (color, forma, textura, sabor) seguirá siendo seguro, pero una vez esté abierto ya no. 

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