6 errores que cometes al hacer croquetas, según los expertos

La croqueta es ese regalo universal en forma de tapa que te alegra cualquier momento de terraza al sol. Sin esperarlo, llega de repente, en una bar, o en esa visita a casa de tu abuela con la pregunta más esperada: "Abuela, ¿qué hay de comer?", "Tengo croquetas". La reacción es inminente: sonrisa en la cara. 

Además de ser uno de los platos o tapas favoritas de los españoles, son una receta de aprovechamiento buenísima. Según Rubén Hernando, quien está detrás del instagram de Doña Croqueta Barcelona, los primeros registros de este plato se dan en la Francia de Luis XIV, en el siglo XVII. 

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Y estarás preguntándote, "¿cómo que en Francia?", lo cierto es que pese a que la croqueta es una receta de tradicional española, la bechamel fue introducida por los franceses. 

Aparentemente, es un plato sencillo y humilde, pero hacer unas buenas croquetas tiene su aquel, y por eso, aquí puedes leer los 6 errores más comunes que se cometen al hacer croquetas: 

1. Bechamel cortada o con grumos

Sin una buena bechamel, no hay croqueta que valga. El mimo comienza desde los primero pasos, y es que debes ir pochando la cebolla o las verduras a fuego lento e ir incorporando la harina poco a poco.

Si lo haces rápido o con fuego muy alto, comenzarán a salir los indeseables grumos.

Ahora llega algo muy importante, cuando echas la leche esta debe estar caliente. De la misma manera que si prefieres añadir caldo, también debe estar a la temperatura adecuada. Una vez listo esto, añade los trozos sólidos de los ingredientes que vayan a tener tus croquetas. 

Calcula bien las proporciones y no eches demasiada harina para espesar porque se come mucho sabor. Remueve bien, y cuando la masa empiece a despegarse o adquiera un tono brillante, retírala.

2. No enfriar ni dejar reposar la masa

Todo lleva su tiempo, así que un error a la hora de hacer croquetas es no dejar reposar la masa para que los ingredientes, sus sabores y la textura se integren.

Una vez está bien ligada la masa de las croquetas hay que estirarla, “con ayuda de una cuchara o lengua pastelera para que se atempere más rápido”, explica Gerard Sans de El Mercader de l’Eixample, para La Vanguardia.

Además, para que no se cree esa costra horrible, debes dejar que el film transparente toque la superficie de tu bechamel. Después, déjala enfriar lo suficiente para que coja cuerpo y sea más fácil de manipular. 

Y solo entonces, cuando esté fría, podrás comenzar a darles forma.  

3. Croquetas muy blandas o muy duras

Otro error muy común cuando haces croquetas es que la capa externa de la croqueta no tenga la textura perfecta. Tanto si queda blanda, que se suele achacar a un fallo en la bechamel, como si queda dura, que puede ser porque el rebozado sea muy grueso. 

Para mitigar que quede blanda, asegúrate de que la bechamel se ha hecho con suficiente tiempo a fuego lento y ha tenido tiempo para enfriarse. Para que no quede dura no te excedas al empanarla ya que una capa demasiado gruesa, puede hacer que la croqueta sea muy tosca.

4. Croquetas quemadas

Un error muy común a la hora de hacer croquetas, aunque es solo de principiante, es ¡quemarlas! Cuando fríes croquetas el fuego debe de estar muy fuerte porque así conseguirás que se tuesten por fuera y estén crujientes, con la cremosidad del centro. 

Pero claro, no consiste en echarlas y dejarlas ahí. Lo primero: deben tener espacio entre ellas para poder girar bien y freírse por todos lados. Lo segundo: mímalas, debes estar pendiente, a veces con freírlas durante 1 minuto y medio es más que suficiente.

5. Croquetas que se abren al freír

¡Uy! Cuando esto ocurre entras en pánico, qué ocurre, por qué pasa esto, qué he hecho mal.

En Directo al Paladar explican que cuando una croqueta se abre al freír es porque el aceite no estaba a una temperatura adecuada.  Los expertos recomiendan la temperatura a 180ºC, para poder mantenerla y que no baje de golpe.

Lo ideal es que uses una sartén de pequeño tamaño para que puedas echar abundante aceite, que éste esté a la temperatura correcta y dejar espacio entre las croquetas para que puedan hacerse bien.

6. Croquetas aceitosas

Un error garrafal al hacer croquetas es ¡no cuidar el último detalle! Has hecho una bechamel increíble, un rebozado sin excesos, fritas a una temperatura idónea y con un tostado que parece de revista gourmet. 

¿Y te olvidas de pasarlas por el papel de cocina absorbente para quitar el exceso de grasa? Recuerda que las croquetas se fríen en abundante aceite, pero eso no quiere decir que deba quedar impregnado en ellas.