Los 7 pecados de la memoria y cómo puedes ejercitar tu mente, según la ciencia

Hace unos años sabías a la perfección una buena lista de números de teléfono y ahora tienes que consultar la agenda del móvil cuando te preguntan por uno que no sea el tuyo propio. Tienes un montón de información guardada en la memoria del móvil y cada vez almacenas menos en la tuya propia.

Esto implica que ejercitamos menos la memoria debido a las nuevas tecnologías. Como explica el neurocientífico Richard Restak en su último libro, "La guía completa de la memoria", esto tiene consecuencias, pero se puede hacer algo al respecto. Simplemente tratando de ponerle pequeños retos al cerebro. Por ejemplo, tratando de memorizar la lista de la compra en el supermercado o los precios de los productos que más usas.

El psicólogo especializado en memoria, Daniel Schacter, afirma que el mal funcionamiento de la esta se puede dividir en 7 transgresiones fundamentales o pecados.

Los pecados de la memoria

1. Fugacidad. Es básicamente un debilitamiento de los recuerdos. De algún modo pierdes nitidez del recuerdo y sus detalles.
2. Falta de atención. En este caso la memoria y la atención no interactúan bien y, por ejemplo, olvidas dónde has dejado el móvil.
3. Bloqueo. Intentas recuperar información y no hay manera por mucha atención que prestes. Normalmente se desbloquean con el tiempo.
4. Atribución errónea. Básicamente es atribuir un recuerdo a una fuente equivocada. Es muy común, quizás recuerdas una anécdota pero crees que te sucedió con otra persona.
5. Sugestibilidad. Son recuerdos que se adquieren como resultado a unas preguntas o comentarios al intentar recordar y de alguna forma puedes llegar a autoengañarte.
6. Sesgos. Se trata da distorsiones retrospectivas causadas por una información o creencia actual. De alguna forma editas tus propios recuerdos en base a lo que sabes ahora.
7. Persistencia. Es desagradable y  se refiere a una recuperación de memoria no intencionada de manera recurrente y que te trae al presente una información o recuerdos perturbadores que no quieres tener o desearías olvidar. Es muy común en casos de estrés postraumático. 

Consejos para luchar contra esto

Un truco para intentar retener mejor la información es visualizarla. Si quieres recordar un nombre o una palabra, imagínalo escrito, visualízalo con una tipografía determinada. Esto no va de hacer cosas complejas, sino de pequeñas actividades que le supongan un esfuerzo al cerebro para superarse a sí mismo. Otra gran ayuda son los libros de juegos con actividades, los hay para adultos, pero también valdrían algunos de niños. O más simple aún; hacer crucigramas, sopa de letras o sudokus.

Otro gran ejercicio para ejercitar la mente es la lectura. Todo lo que leas, suma. Pero especialmente los libros de ficción, ya que requieren de más esfuerzo en cuanto a la imaginación.

Algunos fallos de memoria se deben a problemas de atención. Intenta estar presente en lo que haces, sin distraerte con varias tareas a la vez. Pon tus sentidos en el ahora. Los problemas de sueño también generan faltas de memoria y es que la mente necesita descansar, y cuando no lo hace tiene sus consecuencias. 

De igual modo la depresión es uno de los causantes principales de las pérdidas de memoria que sufre gran parte de la población. En este sentido, el cerebro no está funcionando bien ni con todas sus capacidades y no es capaz de gestionar igual la información.