6 trucos rápidos para limpiar hasta el microondas más sucio

Este electrodoméstico es uno de los más usados y no deberías escatimar en su mantenimiento. Hay que limpiar el microondas regularmente, especialmente si utilizas el aparato con frecuencia para calentar líquidos, recalentar platos o directamente, cocinar. 

Desde Consumerexplican que en las paredes internas son habituales las concentraciones de bacterias y residuos. Las partes más sensibles y con mayor acumulación de gérmenes son las esquinas y las partes internas del plato giratorio. 

No hace falta restregar con una esponja hasta que tus manos estén en carne viva, sino que existen trucos caseros fáciles y rápidos para limpiar el microondas a toda pastilla y blindarlo ante los malos olores, la grasa incrustada, las salpicaduras difíciles o las manchas.

Como en todo lo relativo a la limpieza el hogar, es mejor prevenir que curar. Retirar siempre los trozos de comida, pasar una bayeta húmeda después de cada uso, permitir que ventile después de cocinar platos fuertes y olorosos o cubrir aquello que estás calentando para evitar salpicaduras son algunas de las claves a considerar. 

En Real Simplerecopilan varios métodos diferentes para limpiar el microondas. 

El método del limón

Esta fruta cítrica es una gran aliada para la limpieza de los aparatos del hogar, especialmente aquellos en los que la grasa se acumula como el microondas o el horno. 

La técnica es muy sencilla, ya que solamente tienes que llenar un tazón o taza medidora con 3 o 4 tazas de agua caliente, cortar un limón en pedazos y añadirlo. Otra opción es exprimir el zumo.

Pon el recipiente en el microondas y déjalo funcionar hasta que el agua hierva, entre 3 y 5 minutos. Cuando abras la puerta el vapor habrá ayudado a expandir el poder del limón. Pasa un paño de microfibra húmedo por las paredes y verás como queda impoluto. 

El método del vinagre

El vinagre es uno de los productos más versátiles y eficaces para dejar cualquier superficie como nueva, desde el mármol de la vitrocerámica hasta las esquinas más difíciles del baño, la goma de la lavadora o la ropa con malos olores.

Rocía el interior del microondas con vinagre blanco de limpieza y permite que repose durante un cuarto de hora antes de pasar un paño de microfibra húmedo. Saca el plato de vidrio del microondas y aplícale este mismo proceso. 

El método del jabón lavaplatos

Llena un recipiente apto para microondas con una taza de agua y una cucharadita de jabón para platos.

A continuación, calienta la mezcla en el microondas durante un par de minutos para crear vapor, teniendo cuidado de no dejar que hierva. Déjalo reposar durante aproximadamente 3 minutos antes de abrir el microondas, retira el recipiente con guantes de cocina y limpia el interior con toallas de papel.

El método de la esponja

Empapa una esponja en agua con una gota de habón lavaplatos y ponla en medio del microondas. Además, rocía el interior con una mezcla de agua y varias gotas de tu aceite esencial favorito. Puede ser de lavanda, árbol de té, naranja o limón.

Pon el microondas en funcionamiento durante 2 o 3 minutos y deja que el interior repose un rato. Después, podrás limpiar los restos de comida pegada con la esponja y comprobar el buen olor que deja esta técnica. 

El método de la toalla mojada

Para ponerlo en práctica solamente tienes que humedecer una toalla pequeña e introducirla en el interior del microondas, poniéndolo a funcionar durante 1 o 2 minutos. 

La toalla ablandará los trozos que se hayan quedado incrustados y cuando se enfríe un poco, podrás utilizarla para limpiar los restos. Fácil y rápido. 

El método del bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio constituye, junto con el limón y el vinagre, otro de los productos caseros de limpieza con más solera que siempre deberías tener a mano. 

Es especialmente recomendable para limpiar líquidos derramados y salpicaduras sin recurrir a químicos agresivos.

Prepara una pasta mezclando bicarbonato de sodio y agua, añádelo en la comida endurecida y déjalo reposar durante 5 minutos antes de pasar una esponja húmeda. Ni siquiera te hará falta restregar con fuerza, ya que la suciedad saldrá sola.