Los aditivos comunes que disparan el riesgo de infarto y derrame cerebral

aditivos con número E
  • Cada vez más investigaciones relacionan un mayor consumo de ultraprocesados con una peor salud. Se sospecha que esta relación podría deberse a un efecto desconocido en el cuerpo de los aditivos que incorporan.
  • Ahora un estudio francés sobre más de 95.000 pacientes señala un vínculo entre ciertos emulsionantes alimentarios y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo infarto y derrame cerebral.

No son buenos tiempo para los aditivos. 

Si a inicios de verano la Organización Mundial de la Salud ponía el ojo del huracán en el aspartamo, edulcorante E-591, al clasificarlo como posible cancerígeno humano, ahora un nuevo estudio lo desplaza hacia otros añadidos alimentarios del número E.

Publicado en The British Medical Journal, el trabajo actual se centra en los emulsionantes y espesantes alimentarios empleados ampliamente para mejorar la textura y prolongar la vida útil de productos desde bollería a pan y helados. 

El consumo elevado de hasta 8  grupos de ellos mostró un vínculo con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares. Estos incluyen lecitinas, goma xantana, pectinas, monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos, carragenano y goma guar.

Estudios recientes han relacionado un elevado consumo de alimentos ultraprocesados con mayores riesgos de obesidad y enfermedades como el cáncer,  afecciones cardiovasculares y diabetes tipo 2. Una de las principales hipótesis para estas asociaciones son las posibles propiedades nocivas de algunos aditivos alimentarios, que se utilizan de forma ubicua en los alimentos ultraprocesados.

Para ahondar en esta conexión, un equipo de investigación francés, dirigido por el experto biomédico Dr. Bernard Srour, analizó datos de 95.442 adultos franceses que participaron en el estudio de cohorte NutriNet-Santé entre 2009 y 2021. Casi 4 de cada 5 participantes eran mujeres, y la edad promedio se colocó en los 43 años.

Los participantes completaron registros dietéticos de 24 horas durante los primeros 2 años del estudio. Los aditivos alimentarios se identificaron mediante comparaciones a nivel de marca con 3 bases de datos, y las pruebas de laboratorio proporcionaron datos cuantitativos.

Los aditivos comunes que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular

Transcurridos 7 años, el equipo descubrió que una mayor ingesta de ciertos emulsionantes, como celulosa total (E460-E468) y carboximetilcelulosa (E466), se asociaba con riesgos elevados de enfermedad cardiovascular y enfermedad coronaria.

Otros aditivos señalados fueron el monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E471 y E472) vinculados con un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares. 

Los ésteres lácticos de monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E472b) se vincularon con los infartos y los accidentes cerebrovasculares, mientras que los ésteres cítricos de monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E472c), con la enfermedad coronaria. Afección también ligada a los fosfatos sódicos (E339).

Si bien reconocen limitaciones como la proporción de género sesgada, un mayor nivel educativo y un comportamiento más consciente de la salud del grupo de estudio en comparación con la población francesa general, los autores afirman a su vez que el gran tamaño de la muestra y los ajustes integrales de los factores influyentes dan peso a sus hallazgos. 

También enfatizan que la seguridad de los emulsionantes de aditivos alimentarios, al igual que la de todos los demás aditivos alimentarios, es evaluada periódicamente por autoridades, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en Europa, definiendo y modificando en función de los hallazgos las ingestas diarias seguras.

Según las últimas evaluaciones del organismo, no se consideran necesarias ingestas diarias admisibles para regular el consumo de citrato de sodio (E331),41 monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E471),celulosas (E460, E461, E464, E466, E468), monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E471), o ésteres de ácido láctico de monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos (E472b).

Aunque la ingesta diaria admisible de ésteres de monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos del ácido tartárico se fijó en 240 mg/kg de peso corporal/día en 2020,44 ninguno de los participantes del estudio NutriNet-Santé alcanzó tales ingestas.

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