El covid persistente plantea una sutil crisis en el lugar de trabajo, ya que las personas afectadas dicen que trabajan más horas y sienten más estrés

El conocido como covid persistente o de larga duración puede suponer una crisis en el lugar de trabajo, ya que los nuevos datos ofrecen una instantánea de cómo los afectados sienten el impacto en su vida laboral.

Las personas que declaran tener síntomas de covid persistente dicen que trabajan más horas que antes y que, en general, tienen mayores niveles de ansiedad.

Además, algunos sienten que no tienen a nadie con quien hablar de sus síntomas, según la última Encuesta de Opiniones y Estilo de Vida de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés).

Según la Fundación Británica del Pulmón, la enfermedad que se diagnostica clínicamente como covid de larga duración o prolongado tiene 2 fases.

Los síntomas que duran entre 4 y 12 semanas se conocen como COVID-19 sintomático continuo, mientras que los síntomas que duran más de 12 semanas —y que no se explican por otro diagnóstico— se denominan Síndrome PostCOVID. 

Los síntomas que presentan los afectados pueden variar en cuanto a su tipo y gravedad e incluyen disnea, fatiga y dolores, entre otros. 

Para el estudio de la ONS, se ha encuestado a 39.268 británicos mayores de 16 años con el objetivo de conocer el impacto de la pandemia de COVID-19 en la sociedad del Reino Unido entre el 7 de abril y el 13 de junio.

En total, el 6,2% de las personas ha afirmado haber experimentado síntomas de covid de larga duración, lo que incluye un 2,6% que ha dicho no estar seguro.

Una décima parte ha declarado haber dado positivo, pero que no había sufrido ningún síntoma crónico. 

La encuesta ha abarcado los síntomas autodeclarados de covid persistente, y no los de aquellos cuya enfermedad había sido diagnosticada clínicamente.

De los que han declarado síntomas de larga duración, el 44% ha señalado que había afectado a su trabajo diario, ya sea por su capacidad para hacer su trabajo o por otros factores, como tener que trabajar desde casa. Un 30% ha asegurado que este impacto había sido negativo. 

El 36% ha negado haber experimentado un covid prolongado, pero ha dicho haber sentido el impacto del coronavirus en su vida laboral.

Sin embargo, los enfermos de covid persistente son más propensos a decir que trabajaron más horas como consecuencia de la pandemia que los que no tenían síntomas (25% frente al 21%). 

Su salud mental también es, en general, peor (40% frente al 30%). La mayoría, el 65%, afirma sentirse más estresado y con ansiedad como consecuencia de su enfermedad de larga duración, frente al 59% de los que no tienen síntomas crónicos. 

Asimismo, uno de cada 4 siente que no tienen a nadie con quien hablar de su enfermedad, la misma proporción (25%) que dice sentirse como una carga para los demás.

Otros estudios del gobierno del Reino Unido han estimado que hasta 2 millones de personas habían tenido síntomas de COVID-19 que duraron al menos 12 semanas en febrero de 2021.

Las cifras globales son más confusas, pero la Organización Mundial de la Salud estimó en febrero que una de cada 10 personas que se contagia de COVID-19 podría sufrir síntomas a largo plazo.