Amazon niega que la muerte de un trabajador haya sido causada por el calor en el almacén, pero parece haber instalado más ventiladores tras el suceso

Hace solo un mes que Amazon se veía envuelta en un escándalo después de que un trabajador muriese en uno de sus almacenes de Nueva Jersey. Según declararon sus compañeros, este fallecimiento se debía al exceso de calor que había en el almacén.

Rafael Reynaldo Mota Frías murió en el almacén EWR9 de Amazon en Carteret, Nueva Jersey, el 13 de julio durante el ajetreado período del Prime Day, al parecer debido a un ataque al corazón.

Los compañeros de trabajo señalaron a The Daily Beast que creían que las condiciones de trabajo en el almacén, incluyendo el sobrecalentamiento, podrían haber contribuido al paro cardíaco de Frías. Un portavoz de Amazon negó esto.

"Nuestra investigación interna ha demostrado que esto no fue un incidente relacionado con el trabajo, sino que tenía que ver con una enfermedad personal", afirma el portavoz de la compañía, que no ha querido hacer declaraciones a Business Insider.

Sin embargo, según detallan tres empleados de esa misma nave a NBC News, Amazon actualizó el sistema de aire acondicionado semanas después de la muerte de Frías. Además, indicaron que la empresa de comercio electrónico estadounidense también habían incorporado nuevos ventiladores en el almacén.

En esta misma línea, estos trabajadores detallan que los gerentes comenzaron a dar bocadillos y fomentaron las pausas de trabajo después de su muerte.

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Por su parte, un portavoz de Amazon explica que "nuestros sistemas de control de climatización miden constantemente la temperatura en nuestros edificios, y nuestros equipos de seguridad están facultados para tomar medidas para abordar cualquier problema relacionado con la temperatura".

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional inició una investigación sobre la muerte de Frías. Amazon ya está siendo investigada por la OSHA y los fiscales federales por posibles riesgos para la seguridad de los trabajadores en los almacenes de todo el país.

Pero estas condiciones de mucho calor en las instalaciones no se están produciendo solo en Nueva Jersey. La semana pasada, docenas de empleados del centro regional aéreo de Amazon se tuvieron que marchar de su puesto de trabajo en San Bernardino por razones que incluían un "calor que podría llegar a causarles un problema de salud".

Por este motivo, la OSHA y los fiscales federales de Nueva York llevan desde el pasado mes de julio planteándose inspeccionar los almacenes de Amazon en Nueva York, Illinois y Florida por cuestiones de seguridad. La División Civil de la Oficina del Fiscal de Manhattan también estaba investigando posibles peligros en el lugar de trabajo y si Amazon estaba ocultando lesiones a OSHA y otras agencias.

"Amazon es una agencia que reacciona después de que ocurra una desgracia", afirma un trabajador. "No son proactivos. Esperan a que pase algo y entonces actúan como si estuvieran haciendo algo", reflexiona uno de los trabajadores de la empresa estadounidense mientras la investigación sigue su curso.