La otra cara de la carrera por salvar a la Tierra del impacto de un asteroide: de la lucha por la supremacía tecnológica a la minería espacial

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  • "No tenemos la tecnología correcta para salvarnos de un impacto drástico de un asteroide", advierte un experto. La NASA lanzará este mes una misión con el objetivo de impactar una nave espacial contra un asteroide para desviarlo.
  • No se trata solo de un experimento científico que pretende mejorar la defensa de la humanidad ante una catástrofe propia de la ciencia ficción. También será un paso crucial para el desarrollo de negocios como la minería espacial, explican los expertos.
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La NASA quiere defender al planeta Tierra de las posibles amenazas del exterior. Aunque habrás pensado ya en una posible invasión alienígena, no es ese su objetivo, sino un peligro real: los asteroides que orbitan el Sistema Solar.

La nave espacial Double Asteroid Redirection Test (DART) es la primera misión –un experimento– para desviar la trayectoria de un asteroide mediante un impacto calculado casi al milímetro.

Está "dedicada a investigar y demostrar un método de desviación de asteroides cambiando el movimiento de un asteroide en el espacio a través del impacto mecánico", explica a Business Insider España Isabel Vera, presidenta del comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España (IIE).

Así, la misión DART tiene como objetivo desviar la órbita de Dimorphos, un asteroide pequeño de aproximadamente 160 metros de diámetro que acompaña a Didymos, el asteroide principal, de 780 metros de diámetro. 

Isabel Vera, presidenta del comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España (IIE).
Isabel Vera, presidenta del comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España (IIE).

Isabel Vera

Como destaca Vera, es una fracción de un 1%, un porcentaje más que suficiente para que pueda ser medible mediante radares y telescopios terrestres, el siguiente paso en la misión DART, que es la investigación.

Suena a ciencia ficción inspirada en la película Armageddon, pero lo cierto es que la Tierra ya está preparando sus defensas para amenazas reales. 

¿Existe algún peligro real para la Tierra?

La tecnología desplegada para la misión DART es apabullante, en una colaboración internacional que comprende, entre otras, a la Agencia Espacial Europea (ESA), encargada del desarrollo de la sonda interplanetaria Hera, que desplegará un par de CubeSats (satélites cuadrados).

Según Vera, estos satélites cuadrados tienen el tamaño de cajas de zapatos y realizarán observaciones complementarias. "Milani realizará observaciones espectrales de la superficie, mientras que Juventas realizará los primeros sondeos de radar que se hayan realizado nunca en un asteroide", agrega.

Con datos que pueden parecer ridículos, aunque totalmente efectivos. El impacto de la misión de la nave DART, de 500 kilogramos, será a 6,6 kilómetros por segundo y lleva a un pequeño cambio de 0,4 milímetros por segundo que, con el tiempo, "conduce a un gran cambio de ruta".

En comparación, implica el golpe de un carro de la compra contra una gran pirámide. Aunque la pregunta es si, en caso de que existan desprendimientos de partículas del asteroide,  podrían suponer un peligro para la Tierra.

Según Jose Luis Quirones, responsable de Astroland en Proyectos Planetarios, el sistema de asteroides se encuentra a 11.000 kilómetros de la Tierra (Venus se encuentra a 40 millones de kilómetros). 

"No supone ninguna amenaza ni preocupación para la Tierra porque, después de impactar con el asteroide, los posibles escombros proyectados hacia el exterior serán muy pequeños y muy lejanos para ser capturados por la gravedad de la Tierra", reconoce el experto.

No obstante, sí tendrá importantes implicaciones científicas. Por ejemplo, tal y como comenta a Business Insider EspañaMar Gómez, divulgadora científica y presentadora del podcast Planeta Oculto en Podimo, las observaciones serán cruciales para la astronomía.

Mar Gómez, divulgadora científica y presentadora del podcast 'Planeta Oculto' en Podimo.
Mar Gómez, divulgadora científica y presentadora del podcast 'Planeta Oculto' en Podimo.

Mar Gómez

"Podremos verlo gracias al instrumento llamado Cámara de Reconocimiento y Navegación Óptica de Didymos, o DRACO", explica. "Cuando impacte, las imágenes tomadas por DRACO nos darán una primera visión de Dimorphos y podremos verlo en retransmisión desde la Tierra, algo único". 

Para ello, todo será grabado por el LICIACube, (Light Italian CubeSat for Imaging of Asteroids), de la Agencia Espacial Italiana. Con lo cual la Tierra recibirá imágenes importantes, además de las de los telescopios Hubble, Webb y la misión Lucy de la NASA.

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Amenazas reales en el espacio: de los asteroides a las tormentas solares

Para Quirones, existe un "problema muy serio" en cuanto a la amenaza de los asteroides, ya que los más peligrosos pasan por la Tierra "al menos una vez cada 1.000 años". Parece poco tiempo, pero no lo es. Por eso, la NASA y la ESA mantienen su preocupación en este ámbito.

"No tenemos la tecnología correcta para salvarnos de un impacto drástico", incide Quirones. "El problema es que al ser objetos que no brillan, no los podemos detectar hasta estar muy cerca de nuestro planeta. Y para cuando eso ocurra [...], no tendríamos forma de evitar el impacto".

Un peligro del cual ya existe algún antecedente, como el referido por el experto. En 2013, Cheliábinsk cayó sobre Rusia, sobrevolando diversas provincias e impactando a 80 kilómetros de la localidad rusa. Entre 4.000 y 6.000 kilogramos de meteoritos alcanzaron suelo terrestre.

El evento se tradujo en una potencia 30 veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima, según destaca Quirones.

Así, la ESA y la NASA ya llevan planeando desde 2015 su colaboración en torno a la defensa planetaria. Se estima, según detalla Vera, que existen 25.000 asteroides en el Sistema Solar, aunque solo han sido detectados 8.000.

"Es imperativo desarrollar un plan efectivo para evitar que un objeto cercano amenace la Tierra", resalta la experta. "Podrían suponer una amenaza real".

Por su parte, Gómez cree que se debería prestar mucha atención a "la amenaza de una posible tormenta solar intensa en los próximos años". Este evento podría provocar numerosos daños a las redes satelitales, como Astroland 1 y 2, que serán lanzadas para labores de blockchain e IoT.

"Las tormentas solares por sí mismas no pueden causarnos daños, pero en un mundo gobernado por la tecnología como el que vivimos sí que puede afectarnos, ya que se producirían graves fallos en las telecomunicaciones, pudiendo cundir el pánico y caos social", detalla Gómez.

Visto lo visto, parece ser que los asteroides no son la única amenaza que llega desde el espacio, sino también el Sol, un astro prácticamente incontrolable. En este caso, otra amenaza real podría ser la de las partículas que llegan de la colisión, aunque están más que estudiadas.

Según explica Quirones, esto se ha analizado con impactos de micrometeoritos sobre paneles colocados en un satélites en órbita conocido como LDEF. A pesar de los amplios márgenes de error, la cantidad estaría entre 55 y 165 terametros diarios.

Por su parte, él considera la misión como una oportunidad para estudiar otra de las industrias más prometedoras de esta vívida carrera de fondo: la minería espacial.

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Una carrera por la supremacía tecnología y la apuesta por un sector en pañales, la minería espacial

Astroland es con total probabilidad la compañía espacial privada más importante de España. Fruto de ello, lanzan al espacio el 29 de septiembre 2 satélites de tipo CubeSat, Astroland 1 y Astroland 2. Este tipo de iniciativas, hasta hace pocos años, estaban restringidas, explica Quirones.

"Esto implica que el área cislunar (espacio entre la Tierra y la Luna), se está militarizando, con el objetivo de cada país pueda defender sus intereses en el espacio, siendo conscientes que no cuenta con fronteras ni muros que lo separen", agrega el experto.

Por ello, las oportunidades políticas y económicas saltan a la vista, ya que quien cuenta con telecomunicaciones y datos se sitúan a la vanguardia de esta carrera. Y, si no, que se lo digan a Elon Musk y a su red de satélites, Starlink.

 

"Por supuesto, los países más avanzados, conscientes de esta ventaja estratégica, cada vez destinan más presupuesto al desarrollo de tecnologías del espacio, y el retorno se estima en 20 dólares por cada dólar de inversión", añade. 

Si bien el experto destaca que el espacio es el entorno de mayor colaboración internacional, también concreta que "hay mucho en juego". "El primero que consiga esta gran gesta, probablemente evidencie la supremacía tecnológica y consiga el liderazgo mundial", anticipa.

Con esto, ni China ni Estados Unidos ni la compañías privadas son ajenas a dicho escenario. Esta lucha por el espacio supone, en última instancia, la lucha por el control del planeta y, en definitiva, una parcela de poder.

Aunque también una oportunidad de oro para una industria en pañales: la minería espacial. Hace relativamente poco, tal y como Business Insider España informó, China encontró un nuevo mineral en la Luna, Changesite-(Y), el más que probable futuro de las fuentes de energía.

"Este nuevo sector nos permitirá acceder en un futuro cercano a minerales formados en entornos extremos", destaca Quirones. "Existen muchos cuerpos celestes formados por materiales exóticos que nos podrán proveer de aplicaciones a las que en la actualidad no tenemos acceso".

Por tanto, la defensa planetaria sigue siendo un proyecto ante amenazas reales, como los asteroides o tormentas solares, aunque también una oportunidad de negocio para las compañías privadas y agencias, que luchan por conquistar el espacio.

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