¿Qué tiene que ver el boom de dimisiones con la reforma laboral?

En los últimos 2 años se ha dado la coincidencia de varios eventos: Rusia invadió Ucrania y comenzó la crisis de precios, se aprobó la reforma laboral y las dimisiones de trabajadores alcanzaron máximos. En el primer caso, está claro que la guerra echó todavía más leña al fuego de la inflación. Sin embargo, la reforma laboral no tiene nada que ver con las dimisiones… ¿O sí?

Correlación no implica causalidad. Es un principio básico de la estadística. Sin embargo, en este caso, los economistas también relacionan el boom de dimisiones con la reforma laboral.

"El crecimiento de las bajas voluntarias a la Seguridad Social de los trabajadores con contratos indefinidos causas es uno de los hechos más destacables desde la aplicación de la reforma laboral", destaca el último Observatorio trimestral del mercado laboral, elaborado por Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados.

Las alarmas saltaron en abril de 2022, meses después de la aprobación de la reforma. Ese mes dimitieron más trabajadores que nunca y 2022 pasó a la historia como el año de la gran renuncia, con 2,6 millones de empleados renunciando a sus puestos de trabajo en España.

Nunca en la historia se habían producido tantas dimisiones como entonces. Pero en 2023 volvió a suceder: dimitieron 2,75 millones de trabajadores, un 5% más, marcando un nuevo récord histórico, según los datos del Observatorio a partir de la información de bajas voluntarias de afiliados a la Seguridad Social publicadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. 

Esta tendencia ya había comenzado antes de la pandemia, es decir, antes incluso de que se aprobara la nueva reforma. "La observamos desde finales de la Gran recesión. Fue interrumpida por la pandemia, pero con la reforma laboral ha habido una explosión de dimisiones de indefinidos", avisa Florentino Felgueroso, investigador de Fedea y autor del Observatorio.

Las bajas de afiliación por abandono voluntario crecían en todo tipo de contratos, pero desde 2022 los indefinidos ordinarios se han convertido en el tipo de contrato mayoritario entre las bajas por dimisión. Entre 2021 y 2023 se multiplicaron por 4, llegando a superar los abandonos de los afiliados con contrato temporal.

Concretamente, los empleados indefinidos han pasado a representar entre 60-70% de las bajas totales de este tipo.

¿Qué ha pasado? Según Felgueroso, el boom de indefinidos derivado de la reforma laboral estaría relacionado a su vez con el boom de dimisiones de indefinidos. 

Si en septiembre de 2019 los fijos no llegaban a suponer el 12% de contratos ese mes, ahora rondan el 87%. Si la reforma laboral aumenta el número de indefinidos, es normal que aumenten más también las bajas por un mero efecto composición. 

"Se ha producido un aumento masivo de contratos indefinidos nuevos, y estas bajas se concentran esencialmente en los primeros años de la relación laboral", destaca el Observatorio. Lo mismo ocurre con los despidos de indefinidos o las bajas por no superar el periodo de prueba.

La gran renuncia española avanza sin límites: este gráfico muestra el aluvión de dimisiones en 2023

Pero no solo se trata de un efecto composición. El boom de indefinidos ha estado caracterizado por la irrupción de los fijos-discontinuos: un tipo de contrato que, aunque sobre el papel se considera como indefinido, en la práctica lleva aparejada algún tipo de temporalidad.

"También han aumentado sobremanera las bajas por pases a situación de inactividad de los fijos discontinuos, en correspondencia con el aumento de la afiliación en este tipo de contratos. Los trabajadores fijos discontinuos tienen además una mayor proporción de trabajadores que buscan otro empleo que los indefinidos ordinarios", avisa el Observatorio.

Concretamente, el aumento de las dimisiones de los fijos discontinuos supuso el 24% del aumento de las bajas voluntarias de los contratos indefinidos y el 10% de las bajas voluntarias totales (englobando todo tipo de contratos). 

Pero lo más dramático quizás sea que la mayoría de dimisiones no vienen acompañadas del acceso rápido a otro empleo. Solo el 23% de los afiliados no pluriempleados que se dan de baja por abandono voluntario tienen un nuevo empleo en el plazo de una semana, mientras que el 60% tarda más de 2 meses en conseguir trabajo después de dimitir, o no lo consigue.

"La mayoría tarda mucho o no lo consigue", lamenta Felgueroso.

Además, la mayoría de los empleos conseguidos después de abandonos voluntarios no suponen una mejoría. Sólo el 27% de los empleos que se consiguen después de una baja por dimitir tienen un grupo de cotización mayor que el empleo que se abandonó, y el 37% tiene un grupo de cotización inferior.

Antes de la reforma laboral, una parte sustancial de las bajas por abandono voluntario suponía un empeoramiento posterior del tipo de contrato en el nuevo empleo (35%), si este era indefinido ordinario, o una no mejora (62%), si era temporal. En 2022, un 28% de los nuevos empleos de los que tenían contrato indefinido ordinario fueron temporales o fijos discontinuos, y el 40% de los que tenían contratos temporales continuaron con este tipo de contrato.