Que todo cambie para que todo siga igual: ¿Qué ha pasado con la reforma laboral, 2 años después?

Ilustración de cambios en el empleo con un trabajador

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  • La reforma laboral ha demostrado ser un éxito a la hora de reducir la temporalidad. Pero, ¿de veras ha cambiado la realidad del mercado laboral?
  • "La reforma va en la buena dirección y mejora algo lo que había. Pero no es tan buena como lo que indica la tasa de temporalidad", avisan los economistas: los contratos fijos duran menos y sus salarios caen.

¿Misma realidad, distinto nombre? Es la incógnita que se esconde detrás de la reforma laboral, una regulación que hoy cumple 2 años, y de la que todavía no está claro si ha cambiado el mercado laboral o solo su apariencia. Puro gatopardismo económico.

Parece que fue ayer, pero fue el 28 de diciembre de 2021, día de los Inocentes, cuando el Gobierno aprobó la nueva regulación, aunque ésta no entró en vigor hasta el día 31, y algunos cambios tardaron unos cuantos meses más en ver la luz. 

Como la pizza con piña, la reforma laboral no dejó a nadie indiferente: mientras, a un lado, el Gobierno celebraba sus frutos antes siquiera de que pudieran apreciarse; desde la oposición se llevaban las manos a la cabeza, como si fuera posible concluir algo en cualquiera de los casos. 

La nueva normativa tumbaba parcialmente la reforma de 2012. El objetivo era aumentar los contratos indefinidos popularizando la figura de los fijos discontinuos (una modalidad existente pero poco explotada), limitar los temporales, y devolver a los trabajadores un poder de negociación perdido con la anterior reforma.

Entonces era demasiado pronto para juzgar. Ahora, una vez pasado el efecto champán de la reforma, los resultados están a la vista. Basta con echarle un ojo a los datos.

El resumen es que, a primera vista, España crea más indefinidos que nunca y al mismo tiempo el empleo está en máximos. Pero, a pesar de los cambios aparentes, el patrón de estacionalidad y precariedad que sufre el mercado laboral parece ser el mismo que existía antes de la reforma. La misma historia, con distinto nombre.

Por ejemplo, aunque hay más contratos indefinidos, cada vez duran menos y cobran menos por primera vez en la historia.

"Si bien la reforma ha demostrado ser muy eficaz en la reducción de la tasa de temporalidad 'contractual', no parece haber sido tan eficaz en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral o en la reducción de la tasa de temporalidad 'empírica", señala un informe publicado hace unos días por Fedea.

La reforma laboral ha demostrado ser un éxito a la hora de reducir la temporalidad. El problema es que no está claro que haya cambiado la inestabilidad o la precariedad. ¿De veras ha mejorado la calidad del empleo?

The Office Navidad

Más empleo indefinido que nunca

La reforma laboral ha logrado reducir la temporalidad y aumentar el número de contratos indefinidos. Es innegable: a finales de 2019 el 26% de los empleados tenía un contrato temporal. En el tercer trimestre de 2023 ese porcentaje ha caído al 17,3%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE.

"22 meses después de la entrada en vigor de la reforma laboral, se perciben con claridad sus efectos positivos en la estabilización del empleo y la mejora de su calidad", celebraba el Ministerio de Migraciones, Inclusión y Seguridad Social tras publicar los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social. 

En total, ahora hay 3,13 millones de afiliados más con contrato indefinido que en diciembre de 2021, el último mes antes de la entrada en vigor de la reforma. En noviembre, último mes con datos disponibles, el porcentaje de afiliados con contrato indefinido alcanzó un máximo histórico en el 87%, mientras que la tasa de temporalidad se mantenía en mínimos (el 13%). El problema es que muchos de ellos tienen contrato fijo-discontinuo, no indefinido ordinario.

La mejora en los datos se aprecia especialmente en el caso de colectivos vulnerables, como los jóvenes. "Esta nueva realidad ha provocado que las tasas de temporalidad que sufrían sobre todo los jóvenes y las personas de baja cualificación se reduzcan de una forma considerable en tan solo un año y medio", apunta Javier Martínez, economista de EsadeEcPol.

En el tercer trimestre de 2023, la tasa de crecimiento del empleo de menores de 30 años duplica la de los mayores, mientras que el paro se sitúa en mínimos históricos. 

"Ha aumentado la conversión de trabajadores temporales en indefinidos (tanto en el contrato indefinido ordinario como en el fijo discontinuo)", confirma el informe de Fedea. Antes, 9 de cada 10 contratos firmados eran temporales. Ahora son 6 de cada 10. El problema es que siguen siendo la mayoría y que hace unos meses que esa ratio no mejora...

Ilustración sobre el futuro del trabajo y la automatización o robotización

La máquina de crear empleo sigue a todo gas

Nada hacía pensar que fuera a ser así. Desde luego que no si pensamos en la inflación, en las subidas, una detrás de otra, de tipos de interés, en los tambores de recesión sonando en Alemania, en las guerras... la economía se mueve por un campo abonado por la incertidumbre y, a pesar de eso, España sigue creando más empleo que nunca.

A pesar del pinchazo de noviembre en la afiliación a la Seguridad Social, el mercado laboral lleva meses manteniéndose por encima de los 20 millones de afiliados, una cifra históricamente alta.

Esto significa que el aumento en el número de contratos indefinidos no ha penalizado la creación de empleo. Al contrario: cada vez hay más personas ocupadas y el paro cae. 

El mercado laboral despide 2023 con el paro más bajo en más de una década. Los registros de empleo cerraron noviembre con 2,7 millones de personas en paro, el dato más bajo en un mes de noviembre desde 2007. 

Un descenso especialmente significativo teniendo en cuenta la coyuntura económica adversa en el escenario internacional. Aun así, España sigue teniendo la tasa de paro más alta de la eurozona.

Bueno, sí, pero...

Hasta aquí lo positivo. Ahora vamos con los peros. Y es que todo lo analizado hasta ahora es matizable dándole una de arena. Si el mayor éxito de la reforma laboral es reducir la temporalidad cabría esperar un cambio en la calidad del empleo.

"En términos agregados, el mercado laboral no muestra los cambios que a priori cabría esperar en la duración del empleo como resultado de la disminución del empleo temporal", resume Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea. Hay más trabajadores indefinidos y menos temporales. A primera vista, eso significaría más estabilidad. Pero no es exactamente así.

Trabajadora en un hotel en Mallorca

Menos temporalidad, misma inestabilidad

Básicamente, la reforma laboral se cargó los contratos por obra y servicio (la modalidad temporal estrella) y a cambio popularizó la figura del fijo discontinuo: un tipo de contrato considerado como indefinido, a pesar de tener espíritu de temporal

"Estos contratos, a pesar de ser etiquetados como indefinidos, no ofrecen el mismo nivel de seguridad laboral a los trabajadores que los contratos indefinidos tradicionales", señala el informe de Fedea.

Los fijos discontinuos están continuamente entrando y saliendo del mercado laboral, porque son una modalidad de contratación intermitente. Antes, en periodos altamente estacionales como el verano o rebajas, llovían los contratos temporales. Pero cuando terminaba la temporada, esos contratos se evaporaban y los empleados se iban al paro. Ahora que las empresas no pueden firmar temporales, tiran de fijos-discontinuos.

Según Fedea, "la reforma va en la buena dirección y mejora algo lo que había porque el fijo discontinuo tiene algo más de derechos y hay más indefinidos aunque tengan más mortalidad. Pero no es tan buena como indica la tasa de temporalidad".

Precisamente en verano el número de fijos discontinuos rompió la barrera del millón de personas, en plena temporada turística. 

Pero, ¿qué pasa cuando estos trabajadores terminaron la temporada? Que se fueron al paro, como si fueran temporales.

"El nuevo marco laboral ha generado una nueva distribución de los contratos de trabajo que reduce la tasa de temporalidad hasta la media europea, pero replica casi exactamente la situación anterior en términos de estabilidad laboral para los trabajadores", avisan desde Fedea.

Ilustración empleados despedidos inestabilidad en el trabajo

Los parados de Schrödinger

Mientras no se abría la caja, el físico Erwin Schrödinger defendía que el gato estaba vivo y muerto a la vez. De la misma forma, hasta que no se desglosan los datos de parados y demandantes de empleo, es posible afirmar que el paro sube y baja a la vez.

El mercado laboral en España encarna hoy un fenómeno muy parecido a la paradoja del gato de Schrödinger: baja el número de desempleados, pero al mismo tiempo sube

Las estadísticas del Ministerio de Trabajo muestran cómo la cifra de parados alcanza mínimos no vistos desde 2007. Pero al mismo tiempo, el número de personas que buscan empleo no deja de crecer. 

Ahora que las empresas no pueden firmar temporales, tiran de fijos-discontinuos, y aquí es donde llega la novedad: cuando un empleado con contrato fijo-discontinuo entra en periodo de inactividad, cobra el paro, pero no cuenta como parado

Como consecuencia, el paro cae... Pero también sube. "Los cientos de miles de contratos fijos discontinuos han generado una ruptura en el comportamiento tradicional del paro registrado", avisa Randstad. Esto significaría que las cifras de paro no muestran el número real de parados.

"Después de la reforma laboral ha habido un trasvase de temporales a fijos-discontinuos. Estamos viendo un salto estructural en la serie, y lo que ahora figura como parado no se puede comparar con lo de años anteriores", explica Javier Ferri, doctor en Economía e investigador de Fedea.

Una camarera limpia una terraza en Ronda

Para conocer el dato real de parados, haría falta sumar el paro registrado con el de los demandantes de empleo con relación laboral. Esta suma se conoce como paro efectivo, y según observa Felgueroso, "sigue el mismo patrón estacional que tenía el paro registrado antes de la reforma laboral". A día de hoy hay más del doble de demandantes de empleo con relación laboral que en noviembre de 2019.

Mientras que el paro registrado se redujo en unas 155.000 personas entre octubre de 2022 y 2023, el paro efectivo, que se define como la suma del paro registrado y de los demandantes con relación laboral, experimentó un aumento de 10.000 personas, según el último Observatorio de Fedea, que ya en septiembre calculó que el paro efectivo se situaba en 3,3 millones de personas, 650.000 más que lo reflejado por el paro registrado.

Indefinidos más mortales

Si cada vez hay menos empleados temporales, lo lógico sería esperar cambios en la duración del empleo. Pero eso no está ocurriendo. Es más, desde Fedea observan un aumento de la mortalidad de los indefinidos. En otras palabras, los contratos fijos duran cada vez menos:

"Vemos un aumento de la mortalidad de los contratos indefinidos ordinarios tras la reforma. Es decir, se hacen más contratos indefinidos ordinarios, pero la duración de estos es menor".

"El eliminar los contratos temporales va a provocar una reducción de la duración de los contratos indefinidos que hay que asumir, ya que hay determinados trabajos temporales que usarán el contrato indefinido para un periodo corto de tiempo", coincide Martínez.

El informe de Fedea repara en un gran aumento de la mortalidad de los contratos indefinidos ordinarios tras la reforma, muchos de los cuales se destruyeron durante el periodo de prueba (en el que no hay coste de rescisión). 

En cuanto a los fijos discontinuos, aunque el coste de rescisión de estos contratos sería mayor que uno temporal, la intermitencia y escasa duración que lleva aparejada la modalidad hacen que ese coste apenas aumente: "es probable que una parte significativa termine en rescisión voluntaria sin incurrir en costes".

No hay más que ver el aumento en el número de bajas de indefinidos. Mientras que las bajas de afiliados a la Seguridad Social con contrato temporal van en descenso, desde finales de 2021 se aprecia un aumento en las bajas de empleados con contrato fijo o fijo discontinuo, hasta alcanzar máximos.

Los indefinidos cobran menos por primera vez en la historia

Mientras que el sueldo de los trabajadores temporales escala a máximos nunca vistos, los indefinidos ganan menos que antes. Es la primera vez en la historia que esto ocurre.

Los trabajadores con contrato fijo han pasado de ganar 2.252 euros en 2021 a 2.247 euros en 2022, según datos del INE. Una caída del 0,2% que, si bien no supone una pérdida salarial enorme, sí que es importante, al ser la primera vez en la historia que ocurre, mientras el salario de los temporales escala a máximos históricos.

"Entre los fijos discontinuos puede haber más precariedad incluso, pese a estar dentro de la modalidad de indefinidos", observa Marcel Jansen, investigador de Fedea. La caída en el sueldo de empleados indefinidos en 2022 puede estar reflejando esa precariedad derivada del aumento de contratos fijos-discontinuos sobre el total de indefinidos.

Creación de empleo: ¿Hemos tocado techo?

España crea más empleo que nunca, pero ¿durante cuánto tiempo? Según Felgueroso, buena parte del boom de los últimos dos años debe atribuirse al ciclo económico de recuperación. Ahora que se aproxima una desaceleración en la economía, cabría esperar que el empleo también tocara techo.

"Venimos observando un descenso de los flujos de empleo desde el segundo trimestre de 2022. La Encuesta de Población Activa muestra una ligera reducción de los flujos de empleo en línea con el patrón anterior a la pandemia. Ha habido una caída, igual que con el paro", explica Felgueroso.

Eso significa que 2023 podría haber marcado un tope para la creación de empleo y también para la reducción de la temporalidad. A partir de aquí, habrá que ver cuánto más puede cambiar la reforma laboral. Pero, sobre todo, cuáles pueden ser sus efectos sobre la destrucción de empleo en periodos de crisis.


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