Los datos climáticos más terribles de 2023: deshielo, récord de calor o un mar cada vez más caliente

Un planeta que se abrasa —el nuestro, que en 2023 registró el año más cálido desde que existen registros— esconde muchos más récords e indicadores climáticos alarmantes, tal y como ha anunciado la ONU en su último informe.

El primer dato alarmante es que la temperatura media mundial cerca de la superficie ha estado 1,45 °C (con un margen de incertidumbre de ± 0,12 °C) por encima de los niveles preindustriales de referencia. Fue el decenio más cálido desde que hay registros.

El documento sobre el estado del clima mundial en 2023 recoge que el año pasado se han pulverizado récords con respecto a los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie, el calor y la acidificación de los océanos, el aumento de nivel del mar, la capa de hielo marino de la Antártida y el retroceso de los glaciares.

"Los valores observados para el conjunto de los indicadores principales han hecho saltar todas las alarmas. Algunos de ellos no solo baten récords, sino que registran magnitudes inauditas. Y los cambios no dejan de acelerarse", dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.

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Numerosos factores han trastocado en 2023 la vida cotidiana de millones de personas y ocasionado pérdidas económicas valoradas en miles de millones de euros: olas de calor, sequías, crecidas, incendios forestales y unos ciclones tropicales cuya intensidad ha ido en aumento.

El nivel medio global del océano batió un récord el año pasado: se ha incrementado una media de 3,34 mm al año durante los últimos 30 años. La tasa de aumento se ha duplicado con creces, pasando de 2,13 mm/año entre 1993 y 2002 a 4,77 mm/año entre 2014 y 2023. 

En cuanto a la temperatura oceánica, en 2023 tocó techo en comparación con los datos de observación de los últimos 65 años, fenómeno al que contribuyó en parte El Niño —que explica el calentamiento del Océano Pacífico, pero no del Atlántico nororiental, que sufrió olas de calor generalizadas desde primavera y máximas en septiembre que persistieron hasta acabar el año—.

A finales de 2023, las temperaturas del Atlántico estaban 3 °C por encima de la media. Además, en un día normal de 2023, casi un tercio del océano mundial se vio afectado por una ola de calor marina, devastadora para arrecifes y ecosistemas marinos. Más del 90% del océano sufrió alguna ola de calor en 2023, alcanzándose niveles récord de temperatura a partir de abril. 

En cuanto al hielo marino antártico, al final del invierno pasado registraba una merma en su superficie equivalente a un millón de kilómetros cuadrados con respecto al récord del año anterior, una superficie equivalente a Francia y Alemania juntas. 

También los glaciales globales de referencia experimentaron la mayor reducción de hielo desde 1950, especialmente por el derretimiento extremo en América del Norte y Europa. Los Alpes europeos son uno de los puntos más afectados: en Suiza se ha ido al garete el 10% del volumen de hielo en los últimos dos años.

Otro preocupante indicador climático fue el aumento continuo en 2023 de las concentraciones de los tres principales gases de efecto invernadero —dióxido de carbono, metano y óxido nitroso—. Los niveles de CO₂ en la atmósfera son un 50% más altos que en la era preindustrial.

Y 2023 también se ha caracterizado por fenómenos extremos, como las devastadoras olas de calor en Europa en julio —en Italia se llegaron a registrar 48,2 grados centígrados—, o las inundaciones causadas por el ciclón Daniel en el Mediterráneo —que afectaron a Grecia, Bulgaria, Türkiye y Libia, provocando la muerte de miles de personas en Libia—.

El documento también revela una gran brecha económica: para quedarnos por debajo del límite de 1,5 °C, debe multiplicarse por más de seis la financiación climática anual, alcanzando 8,3 billones de euros para 2030 y 9,2 billones de euros hasta 2050. De lo contrario, el cambio climático podría acumular daños por valor de al menos 1.166 billones de euros entre 2025 y 2100.