Café turco: cómo se hace y cuáles son sus beneficios

"Una taza de café significa 40 años de amistad", dice un proverbio turco. El café turco se trata del modo de preparar y servir el café propio de Turquía, categorizado por la UNESCO como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.

También conocido como café a la turca, se trata de "un elemento del patrimonio cultural en el que van unidas una serie de técnicas de preparación especiales y una rica cultura común tradicional". 

Se diferencia del café tradicional que se toma en occidente en muchos aspectos: los granos del café recién torrefacto se muelen para obtener un polvo fino depositado en un cazo con agua fría y azúcar, cociéndolo a fuego lento hasta que se ponga a espumear.

Se utiliza café arábigo molido, al punto de tener consistencia de harina. Su sabor y aroma es reconfortante para los sentidos: se trata de una bebida intensa y concentrada, de intenso color negro y amargor característico. Para prepararlo es preciso tener una jarra especial de cobre o latón con asa larga, recipiente que recibe el nombre de cezve o ibrik. 

La bebida se sirve en las típicas tacitas sin asas y siempre se acompaña con un vaso de agua. Disfrutarlo en reuniones con charlas, libros o intercambio de noticias es una tradición cultural y símbolo de "hospitalidad, amistad, refinamiento y esparcimiento", según la UNESCO, representando un papel clave en eventos sociales. Tiene gran presencia en la literatura y las canciones.

Como curiosidad, el poso del café en las tazas vacías se utiliza con frecuencia para predecir la suerte de las personas en el futuro. De hecho, esta práctica está tan extendida en Turquía que ya existen aplicaciones que permiten hacer una foto del fondo de la taza y enviarla a un adivino para que la analice.

No solo se toma café turco entre las fronteras de Turquía, sino que la práctica se extiende también en Oriente Medio y en los países balcánicos.

Ingredientes para preparar el café turco

Desde Nescafé explican cuáles son los ingredientes del café turco que necesitas para prepararlo en casa:

• Agua fría filtrada
• Café turco: caracterizado por una molienda mucho más fina que el café normal
• Cezve
• Tazas de café turcas: son pequeñas y sin asa
• Azúcar granulado

Cómo hacer café turco

Hacer café turco es sencillo. Solamente debes seguir los siguientes pasos: 

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• Por cada taza que se quiere preparar, deposita en el cezve entre una y media y 2 cucharaditas de polvo de café.
• Por cada taza deberás añadir entre una y una cucharadita y media de azúcar, dependiendo del grado de dulzor que busques.
• Deposita aproximadamente una taza de agua por cada taza deseada de café, recordando que debe estar fría y filtrada. 
• Mezcla bien para que se deshaga el azúcar.
• Lleva la mezcla a ebullición a fuego lento, lo cual tardará entre 3 y 4 minutos.
• Cuando hierva, el café hará una espuma oscura. Cuando está suba al cuello estrecho de la jarra de cobre, retírala del fuego y pon un poco de espuma en cada taza.
• Pon de nuevo el café al fuego y, cuando vuelva a hervir, quítalo. 
• Repite la operación tantas veces como tazas haya que servir.
• Aguarda un par de minutos antes de beberlo para que el café se deposite en el fondo. Es muy importante servir el café turco con la espuma por encima. 
• Puedes aromatizarlo con especias molidas como cardamomo y canela, añadiéndolas a la mezcla antes de ponerla al fuego. En Turquía nadie añade leche o nata al café. 

Por cierto: este café no se bebe a toda pastilla ni con la prisa con la que se engulle un expreso. Está concebido para saborearlo y charlar con viejos y nuevos amigos, por lo que se suele tardar en torno a una hora, acompañándolo de algún dulce y del típico vaso de agua. 

Se sirve primero al invitado de más edad, como señal de respeto. 

Beneficios del café turco

Desde Healthline repasan algunos de los beneficios potenciales del café turco avalados por la ciencia.

• Puede mejorar el rendimiento atlético gracias a su alta dosis de cafeína, considerada un estimulante natural. Un estudio en 20 atletas encontró que los participantes que consumieron café turco con cafeína experimentaron beneficios significativos en el rendimiento, incluyendo el tiempo de reacción y los niveles de energía, en comparación con los que bebieron café turco descafeinado.
• Niveles más altos de compuestos beneficiosos: Los ácidos clorogénicos, polifenoles antioxidantes que aportan beneficios para la salud, están presentes en mayor cantidad al estar el café turco finamente molido. Estos mejoran la inflamación, el azúcar en sangre, los niveles de colesterol y la hipertensión arterial. El café también es rico en diterpenoides, buenos para el corazón y eficaces ante la inflamación y las infecciones. 
• Protege tu cerebro: Diferentes estudios científicos han analizado el vínculo entre el consumo de café con cafeína y la protección cerebral ante el ictus, el párkinson, la demencia o el alzhéimer. Una revisión de 11 estudios en más de 29.000 personas descubrió que los que consumían más café tenían un 27% menos de riesgo de desarrollar la enfermedad de alzhéimer.
• Previene la aparición de diabetes y cardiopatías: Una revisión de 18 estudios demostró que cada taza de café consumida al día se asociaba a una reducción del 7% del riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, mientras que otro estudio asoció el consumo de 3 a 5 tazas de café al día con una reducción del 15% del riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
• El cardamomo es rico en antioxidantes: Si incorporas cardamomo a tu café turco, podrás reducir compuestos inflamatorios y tener un menor riesgo de enfermedades crónicas. El cardamomo también puede ayudar a combatir el cáncer en ratones y su aceite esencial tiene demostradas propiedades antibacterianas.

El consumo habitual de café también se ha relacionado en otros estudios con un menor riesgo de depresión, cáncer de hígado, cáncer de endometrio y cirrosis hepática.