El pasado fin de semana Mark Zuckerberg tuvo motivos para salir de fiesta, ya que la nueva red social de Meta, Threads, ha superado la barrera de los 100 millones de usuarios apenas una semana después de haber salido al mercado. 

La plataforma que ha llegado para competir contra Twitter se ha convertido en la aplicación que más rápido ha alcanzado esa cifra en la historia, superando así a ChatGPT, el generador de texto por inteligencia artificial del que las empresas no han dejado de hablar en 2023.

¿Es esto algo tan impresionante? No necesariamente. 

En cuanto a los proyectos personales nacidos del rencor hacia otros multimillonarios del sector de la tecnología, Threads ha sido un éxito tremendo. Pero el ascenso a los 100 millones de usuarios ha sido posible gracias a su integración con Instagram, que anima a sus más de mil millones de usuarios a descargarse la nueva app si les apetece probar una nueva red social.

La plataforma también resulta ser un lugar aparentemente atractivo para pasar el tiempo, ya que el espacio sin anuncios y libre de odio de Threads se parece a los primeros días felices de Twitter, antes de que la aplicación se convirtiese en un edificio en llamas bajo las órdenes de Elon Musk.

Si se tiene en cuenta el historial del resto de redes sociales, Threads no es más que otro nirvana a punto de convertirse en un infierno. Además, ofrece una escapatoria conveniente para la desafortunada pelea entre Zuckerberg y Musk, ya que los 2 pueden discutir sobre esto en su lugar.

Threads, la nueva app de Meta, resuelve el gran dilema de las redes sociales nuevas: ¿qué va primero, el huevo o la gallina?

En cambio, ChatGPT y la IA en su conjunto suponen un cambio de paradigma.

ChatGPT salió el pasado 30 de noviembre y superó la meta de los 100 millones de usuarios en enero, pero sus implicaciones van mucho más allá de la cifra de usuarios, ya que promete aumentar la productividad de los trabajadores, ayudar a las empresas a ahorrar costes e incluso cambiar radicalmente determinados sectores.

Por ejemplo, ya hay directores generales que están pagando 2.000 euros al mes para que todos sus empleados tengan una cuenta ChatGPT Plus y comprueben cómo puede hacerles más productivos. Threads no puede competir con ese grado de necesidad.

Prueba de ello es que tanto Zuckerberg como Musk están apostando fuerte por la inteligencia artificial. 

A principios de este año, el CEO de Meta —matriz de Instagram, Facebook y WhatsApp— declaró que la IA se iba a convertir en la mayor inversión de su compañía. Por su parte, Business Insider informó en abril de que el dueño de Twitter y CEO de Tesla había comprado miles de tarjetas gráficas para diseñar aplicaciones de inteligencia artificial en su red social.

El tráfico de usuarios de ChatGPT ha descendido un 10%, según datos de la firma de análisis Similarweb. Era de esperar, ya que la expectación inicial se ha disipado. Además, la versión gratuita de ChatGPT solo funciona con GPT-3.5, un modelo de IA cuyos datos de entrenamiento solo llegan hasta 2021. 

Quien utilice el bot con más regularidad probablemente se haya pasado a la versión de pago o lo esté utilizando indirectamente a través de una aplicación empresarial.

La tecnología de fondo de ChatGPT aún está en pañales. Todo apunta a que seguirá revolucionando multitud de sectores. Por ahora, eso no parece estar al alcance de Threads.