De las pilas alcalinas a los discos duros: cómo afectará la salvaje escalada del níquel a tu bolsillo, según los expertos

Montón de pilas en una mano

La guerra entre Rusia y Ucrania no solo está repercutiendo negativamente en los precios de la energía como el petróleo o el gas.

En los últimos días, se ha visto cómo el precio del trigo ha escalado más de un 40% o cómo activos refugio como el oro han superado la barrera de los 2.000 dólares la onza.

Ahora, a estas materias primas se les ha unido el níquel.

El precio de los futuros de esta commodity a 3 meses se disparó hasta los 100.000 dólares por tonelada, un nuevo máximo histórico y una revalorización en una misma sesión del 111%, en medio de las preocupaciones por el suministro ante las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania.

Después de esta subida de la que no se encuentran precedentes, la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) ha tomado la decisión de suspender su cotización “como mínimo para el resto del 8 de marzo”.

Después de esos niveles de récord, el níquel se ha moderado hasta los 80.025 dólares por tonelada en el momento de la suspensión. “La LME planificará activamente la reapertura del mercado del níquel y anunciará la mecánica de esto al mercado lo antes posible”, añadía en un comunicado la institución.

¿Qué está pasando con el níquel y cómo afecta al bolsillo?

El mercado de la Bolsa de Metales de Londres (LME) está inmerso en un proceso de reducción masiva de posiciones cortas en un momento de baja liquidez, lo que ha provocado que muchos inversores se hayan visto pillados con pérdidas. Para dar una idea de la vertiginosa subida del níquel, en los últimos 5 años ha subido alrededor de 11.000 dólares la tonelada. Sólo esta semana, ha subido hasta 72.000 dólares.

El movimiento explosivo fue desencadenado por informes de que los tenedores de metal ruso almacenados físicamente en los almacenes de la LME habían renunciado a sus tenencias, lo que provocó que la liquidez se deteriorara rápidamente a medida que los vendedores se apresuraban a quedarse al margen.

Esto obligó a los inversores con posiciones cortas a recomprar posiciones, lo que se sumó al ambiente de caos. Es lo que se conoce como levantamiento de cortos. Un movimiento que produjo la explosión alcista de GameStop con el fenómeno de WallStreetBets.

“Es un movimiento sin precedentes: equivale a unos 30 puntos de desviación, que es prácticamente inaudito, incluso en el mercado del níquel, que es tradicionalmente volátil”, asegura en una nota Daniel Hynes, estratega senior de materias primas de ANZ.

“En el tiempo que llevo trabajando en el mercado del níquel desde principios de los 90, nunca había visto un movimiento como este; y es algo que fue causado por una tormenta perfecta, y aunque es probable que las cosas se calmen, el telón de fondo sigue siendo propicio para que se produzcan más subidas”, anticipa.

Esta historia no es nueva.

Hace unos 15 años se produjo un episodio muy sonado con VW y Porsche, cuando ocurrió otro “estrangulamiento de posiciones cortas”, el más grande de la historia.

“Rusia es el tercer productor mundial de níquel y el primero en producir derivados de este producto, necesarios para las baterías de vehículos eléctricos", explica en un informe Benjamin Louvet, analista de OFI AM.

“Por ahora, los principales productores de metales del país no se han visto afectados por las sanciones, pero muchas de las empresas de este sector están dirigidas por oligarcas cercanos a Vladimir Putin”, añade.

"Los mercados de materias primas están fijando cada vez más los precios en un escenario en el que una parte significativa de la oferta rusa quedará excluida del mercado, por lo que es probable que los precios sigan siendo muy volátiles, hasta que el impacto real de la oferta se vuelva más nítido y los precios puedan comenzar a establecerse en un nuevo equilibrio”, apuntan desde Morgan Stanley.

Los analistas coinciden en un mismo denominador común: el níquel va a seguir desatado y terminará repercutiendo en determinados productos esenciales.

“El níquel ya estaba subiendo debido a la escasez de suministros, incluso antes de la invasión rusa de Ucrania, que ha agudizado los temores de una amplia escasez de productos básicos”, dice Nitesh Shah, analista de WisdomTree.

El níquel es una commodity fundamental para la producción de material bélico como tanques, misiles o fusiles de asalto, lo cual repercute directamente en el entorno bélico en el que se encuentra el continente europeo.

Pero no solo eso. El consumidor puede verse penalizado significativamente, puesto que este metal es utilizado en artículos de cocina, emisión de monedas, discos duros de ordenador, faros para los coches, pilas o herramientas.

“Los desorbitados precios del níquel, que apunta a que se van a mantener en el tiempo, van a provocar que los artículos derivados puedan ver incrementados sus precios en más de un 20% o 30% con el tiempo”, asegura Alfredo Rodríguez, analista financiero independiente.

El experto sostiene que esta tendencia ya se ha visto en otras materias primas como en el petróleo. “Un ejemplo claro es la gasolina, derivado del crudo, cuyo precio se encamina sin control hacia los 2 euros… Y el níquel con productos como las pilas o los artículos de cocina tendrá un efecto muy parecido”.

Rafael Ojeda, analista senior macro en Fortage Funds, ahonda en el que el conflicto va a penalizar en todos estos productos básicos por un tiempo.

“O se rebaja la escalada bélica o es irremediable que los productos que dependen del níquel relajen la escalada que van a tener en los próximos meses”, sentencia.

El escenario, coinciden los expertos, es “muy oscuro”. 

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