Calviño avisa de que la guerra de Putin puede frenar la recuperación económica de España: "Vienen tiempos difíciles"

"Vienen tiempos difíciles", ha reconocido hoy la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño. 

Casi dos semanas después del estallido de la guerra de Rusia en Ucrania, no parece que el conflicto vaya a resolverse fácilmente, y más allá del grave impacto en Ucrania, sus efectos también han empezado a notarse ya en la economía española, justo cuando empezaba a levantar cabeza.

"Toda esta recuperación se puede ver ralentizada como consecuencia de la guerra de Putin", ha avisado Calviño esta mañana, en declaraciones a RTVE.

La guerra en Ucrania, avisa la ministra, "cambia totalmente el escenario económico" en España. El impacto, ha avanzado, se reflejará en el cuadro macroeconómico que el Gobierno presentará el próximo mes de abril. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, hasta ahora, el Ejecutivo se había mostrado renuente a revisar sus perspectivas económicas, a pesar de que todos los organismos nacionales e internacionales habían empeorado sus previsiones para España. 

Mientras el Gobierno estimaba un crecimiento del PIB del 6,5% en 2021, la mayoría de organismos lo había corregido por debajo del 5%. La revisión del Ejecutivo en abril, por tanto, podría incorporar el excesivo optimismo que hasta ahora no había descontado.

El impacto en España, "más directo" en el precio de la energía

"Tenemos que hacernos a la idea de que esto es lo que viene, un alza de los precios de la energía que tiene un impacto sobre la inflación", augura Calviño.

El conflicto ha llevado el precio del petróleo a máximos no vistos desde 2008, mientras que el gas se ha disparado más de un 40%. 

España, de hecho, es más vulnerable que otros países a la montaña rusa de precios de la energía. El 35% de la energía que consume Europa viene del petróleo, pero es que en España este porcentaje supera el 40%. Eso significa que, si el precio del petróleo sube, España lo sufre en mayor medida que sus socios europeos.

La escalada de precios contagia también a las materias primas. De todo el aceite de girasol que España compra fuera, el 63% viene de Ucrania, y ahora mismo no está llegando.

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"Es una lástima, porque nuestra economía estaba ya logrando esa velocidad de crucero, teníamos una recuperación fuerte y las perspectivas eran muy positivas y evidentemente este conflicto, sobre todo por su impacto de los precios de la energía, va a tener también un impacto sobre la actividad económica", ha reconocido Calviño.

Las empresas sufren un encarecimiento de los costes de producción que las lleva a decidir entre la espada y la pared: o reducen márgenes, o suben el precio de venta. 

En los consumidores, la escalada de precios está afectando a bienes de primera necesidad: gasolina, factura de la luz, alimentos...  La onda expansiva en precios se vio claramente en la subida de la inflación, que en febrero batió un récord histórico no visto desde 1989. Esto reduce el poder adquisitivo y debilita el consumo, clave para la recuperación de la economía.

Calviño, de hecho, ha señalado que hay que "prepararse para una inflación más persistente" y más "importante" de lo que se pensaba.

No obstante, Calviño ha insistido en que tanto la recuperación de la economía española como el fuerte proceso de creación de empleo que se está experimentado "no se pone en duda". "Lo que tenemos que tratar de evitar es que se ralentice la recuperación económica y para eso tenemos que seguir impulsando el Plan de Recuperación y las inversiones", ha subrayado.

En este sentido, ha asegurado que el Gobierno está tratando de "amortiguar" este impacto sobre las familias y las empresas y abordando con los agentes sociales cómo se puede hacer frente a esta situación impulsando un pacto de rentas para evitar una espiral inflacionista.

El Gobierno despliega un paraguas de medidas económicas para capear la tormenta inflacionaria en hogares, industria y construcción y mercado energético

Calviño ha advertido de que los precios de los energía se trasladan automáticamente al IPC, por lo que hay que prepararse para tener una inflación "más persistente" de lo que se esperaba.

"La guerra cambia totalmente el escenario económico y va a llevar a una inflación más importante y tenemos que trabajar con los agentes sociales para que esto no inicie una espiral inflacionista que pueda tener unas consecuencias más negativas sobre la economía española", ha subrayado.