Así puedes consultar todas las cuentas bancarias a tu nombre a través de la declaración de la renta

Carteles de bancos en sucursales.
  • La Renta no es solo una obligación, sino fuente de datos, como consultar qué cuentas bancarias tienes a tu nombre.
  • También hay una forma de consultar las de un fallecido en caso necesario. 

Con la era digital en principio puede parecer más sencillo controlar tus cuentas, gastos, inversiones, pero puede llevar paradójicamente a lo contrario, a tener todo a mano en tu móvil u ordenador; vas creando cuentas por probar, o aquel banco online que te descargaste la aplicación y nunca metiste dinero, etc. Hay un modo directo y corto de saber qué cuentas tienes abiertas a tu nombre y tiene mucho que ver también con la actual campaña de la Renta.  

Es una de las preguntas que te puedes hacer al gestionar tus finanzas: cómo puedes tener un control y conocimiento pleno sobre todas tus cuentas bancarias, especialmente en casos donde necesitamos saber si existen cuentas a nuestro nombre o, en situaciones lamentables, al de un ser querido fallecido, aparte del caso comentado y cada vez más habitual de abrir muchas cuentas y al final no saber si en alguna tienes algo, te están cobrando comisiones, etc. 

Consultar las cuentas bancarias propias

El Banco de España, consciente de estas cuestiones, de las inquietudes de los ciudadanos respecto a la administración de sus recursos financieros, aclara que, aunque no posee un registro directo de las cuentas bancarias personales, sí existe una manera efectiva de conocer esta información

Esta posibilidad se encuentra, de hecho, en la declaración de la Renta, donde se reflejan los rendimientos del capital mobiliario, incluidos los intereses generados por las cuentas bancarias a tu nombre.

¿Cómo hacer esta consulta?

Para llevar a cabo esta consulta, debes acceder al borrador de tu declaración de la Renta o a tus datos fiscales. Aquí encontrarás un desglose de los rendimientos financieros y las retenciones correspondientes a las cuentas de las que eres titular. 

Este método es efectivo y seguro, ya que ofrece una visión clara de tus activos financieros sin necesidad de acudir directamente a las entidades bancarias.

Cómo consultar las cuentas bancarias de un fallecido

El proceso cambia ligeramente cuando se trata de indagar sobre las cuentas bancarias de una persona fallecida. Según informa el Banco de España, la Administración Tributaria no está facultada para proporcionar directamente información sobre las cuentas bancarias de personas fallecidas. No obstante, existe una solución para los herederos y herederas legítimos.

Pasos para herederos y herederas

Si eres heredero o heredera, puedes solicitar a la Administración Tributaria los datos financieros necesarios para cumplir con las obligaciones fiscales pendientes del fallecido. Esta solicitud debe estar debidamente fundamentada y acompañada de los documentos que acrediten tu condición de heredero/a. De esta forma, se facilita la gestión de los trámites necesarios para la correcta distribución y liquidación del patrimonio del ser querido.

Al realizar estas consultas, es fundamental manejar la información con discreción y responsabilidad, asegurándote de proteger tus datos personales y los del fallecido. Además, recuerda que estas gestiones pueden variar ligeramente dependiendo de la legislación vigente y los procedimientos específicos de cada entidad financiera o administrativa. En caso de duda, siempre consulta con un asesor o un funcionario encargado de este tipo de gestiones. 

De cualquier forma, orden y control

Aparte de en el día a día, más aún en cuestiones de finanzas, que además entroncan con datos muy sensibles. Siempre ten un control riguroso de las cuentas que tienes abiertas a tu nombre o a tu nombre y el de tu pareja, anotando en lugar seguro el nombre del banco y número de cuenta; y si no tienes saldo o muy poco, no hay visos de que la uses y ante el riesgo de posibles cobros de comisiones, es mejor cancelarla. 

Es muy importante y beneficioso para tus finanzas, aparte del control, el planificar las cuentas que abres, el porqué y para qué, si son para domiciliar la nómina y recibos, para recibir pagos, para invertir, como simple ahorro, y así decidir entre cuentas corrientes, remuneradas, con plazos o sin ellos, etc. 

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