Cómo correr en cinta de forma segura para no lesionarte

Las prisas o la comodidad hacen que te compres para casa una cinta de correr y así no tener que salir a la calle y poder ejercitarte cuando llueve o hace frío, o que la uses en el gimnasio para quemar calorías o calentar. Parece además más segura en cuanto a lesiones, pero no te imaginas todas las que provoca cada año. Es hora de saber cómo usarla de forma segura para evitar lesiones. 

Como cualquier aparato, su uso inadecuado puede llevar a lesiones inesperadas. Date cuenta de que lo natural para tu cuerpo es correr al aire libre, en suelo sólido, irregular y fijo, no en algo que se mueve y te impulsa, aunque siempre es mejor usarla que ser sedentario y no hacer ejercicio alguno. 

Antes de empezar

Lo primero es la vestimenta y calzado. No por no tener que correr fuera, sobre todo si tienes cinta de correr en casa, vale cualquier atuendo y sobre todo zapatillas. Antes de subirte a la cinta, asegúrate de vestir ropa de ejercicio adecuada y zapatos deportivos con buen soporte. 

La ropa debe ser cómoda y permitir el movimiento sin restricciones, mientras que los zapatos deben ofrecer una buena amortiguación y soporte para tu tipo de pisada. Que la cinta sea muy lisa y sin irregularidades, además de impulsarte, no significa que puedas usar zapatillas no aptas para correr, duras o incómodas. 

El otro pilar previo es el calentamiento. Es fundamental realizar un calentamiento que prepare tu cuerpo para el ejercicio, una vez más, aunque creas que la cinta no lo requiera, al ser un sistema que te ayuda a correr. Incluye estiramientos dinámicos y un breve paseo para aumentar tu ritmo cardíaco gradualmente. Esto no solo mejora tu rendimiento, sino que también reduce el riesgo de lesiones.

Durante el ejercicio: ¿cómo usar bien la cinta de correr?

Sea la cinta de tu propiedad o estés en el gimnasio, haz uso de la llave de seguridad. Este pequeño dispositivo es tu gran aliado para prevenir accidentes. Antes de comenzar, coloca la llave de seguridad en tu ropa. Si te desvías demasiado o caes, la llave se desconectará, deteniendo inmediatamente la cinta. Es muy importante porque de pasar algo, la caída con la cinta en marcha puede producirte no ya una lesión, sino un accidente peor.

Una vez en marcha, realiza un inicio gradual, que para eso la cintas, y más las de hoy en día, tienen un montón de funcionalidades y opciones. Haz buen uso de ellas. Empieza tu sesión a una velocidad baja, permitiendo que tu cuerpo se acostumbre al movimiento de la cinta. Luego incrementa la velocidad y la inclinación gradualmente, según tu nivel de confort y capacidad.

Otra cuestión importante es mantener la distancia adecuada. Evita caminar o correr demasiado cerca de la consola. Mantén un espacio que te permita moverte libremente sin riesgo de tropezar o tocar accidentalmente los controles. Lo mismo al revés, muy cerca del borde trasero, para evitar que si bajas algo el ritmo te despistas, acabar tropezando hacia atrás. Crea un espacio seguro, de al menos 1,8 metros de espacio libre para evitar lesiones en caso de caída.

Después de correr: enfriamiento y mantenimiento

Al igual que graduaste el comienzo de menos a más, al terminar tu sesión, reduce gradualmente la velocidad hasta que llegues a una caminata lenta. Dedica varios minutos a esto antes de detener completamente la máquina. Realiza estiramientos para ayudar a tus músculos a recuperarse y prevenir la rigidez. Nada de apagar e irte a otro ejercicio inmediatamente. 

El mantenimiento de la cinta

Esto es obviamente en el caso de que tengas una cinta en propiedad en tu casa. Para asegurar el buen funcionamiento de tu cinta de correr, es importante realizar un mantenimiento regular. Limpia la máquina después de cada uso y verifica periódicamente la tensión y alineación de la correa. La lubricación de la plataforma debe hacerse siguiendo las recomendaciones del fabricante. 

La protección para niños y mascotas

Otra cuestión a tener en cuenta, más allá del uso y evitar lesiones, es evitar al resto accidentes, sobre todo con niños y mascotas. Nunca dejes a niños o mascotas solos en la habitación con la cinta de correr en funcionamiento. Los accidentes pueden ocurrir en un abrir y cerrar de ojos, por lo que es crucial mantener un entorno seguro cuando la máquina esté en uso.

Cuando esté apagada, mejor desenchúfala y cúbrela hasta el siguiente uso. Al margen de que no la pongan en marcha tus hijos indebidamente, se evita también cualquier problema eléctrico, así como una mejor conservación con el cubrimiento, sin que acumule polvo, aunque más vale que la uses a diario o varios días a la semana si quieres estar en forma.