Cómo ha cambiado el coronavirus tu vida sexual

Pareja en la cama
  • La pandemia por el COVID-19 también ha afectado al comportamiento sexual de la población, con factores clave como el estrés.
  • Estudios y expertos apuntan a un impacto negativo en la afectividad, así como una disminución en la frecuencia de la vida sexual, tanto de manera interpersonal como en solitario.
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La salud, el desempleo, los ingresos económicos, los saludos sin abrazos ni besos, el cuidado de las personas queridas y la forma de trabajar y de dar y recibir clases son algunos de los muchos aspectos de la vida en los que ha influido la pandemia por el COVID-19. Pero, además, el coronavirus ha afectado también a las relaciones interpersonales y románticas y a la vida sexual.

Para bien o para mal, factores como el estrés y el tiempo pasado en casa por el confinamiento han influido sobre las relaciones de pareja. Esto ha supuesto, según diversos estudios y expertos, un impacto en la afectividad y en la frecuencia de la vida sexual, tanto con otras personas como en el campo del onanismo.

Durante el periodo de mayor confinamiento en España los expertos ya compartieron recomendaciones para prevenir el contagio del COVID-19, como limitar los besos linguales y evitar posturas sexuales cara a cara. Pero no son los únicos factores que han influido.

Cambios en las relaciones y en la vida sexual

"El hecho de haber estado confinados tanto tiempo, el tener que trabajar en casa, la presencia continua de niños en el hogar, el miedo al contagio y el distanciamiento social han provocado una dificultad en la espontaneidad a la hora de tener relaciones sexuales", analiza el doctor François Peinado, jefe de Servicio de la Unidad del Varón del Hospital Ruber Juan Bravo, en Madrid, en una entrevista a Efe.

Asistiremos en los próximos meses o años a cambios en las relaciones en todos los niveles” advertía en agosto el especialista.

En una dirección similar apunta un estudio encargado por Lioness, plataforma estadounidense de venta de vibradores inteligentes, y basado en el análisis de datos —de su producto femenino— realizado por la doctora Natasha Aduloju-Ajijola, del Centro para la Salud Genital y la Educación (CGHE, por sus siglas en inglés).

Según este estudio —que describen como exploratorio, a partir de datos retrospectivos y que no puede demostrar causalidad—, en 2020 hubo un "descenso significativo" respecto a 2019 en la frecuencia de la autoestimulación, especialmente en los últimos meses. Con noviembre como ejemplo ilustrativo, con un 38% menos de un año a otro.

Si bien el número de sesiones fue parecido (19.578 en 2019 frente a 19,481 en 2020), el año pasado experimentó una bajada mes a mes del 9,3% general, con un descenso máximo en torno al 26%.

El estrés, un factor diferencial en ambos sentidos

Este informe, que según el propio Lioness supone la mayor cantidad de datos sobre comportamiento sexual durante la pandemia, recoge que 8 de cada 10 usuarios experimentaron cambios en la frecuencia onanística en 2020 respecto al año anterior. Además, 3 de cada 4 señalaron también una distinta frecuencia de la práctica sexual con otra persona.

Estos cambios, de acuerdo con las respuestas de las personas a una encuesta de la plataforma, se dieron en ambos sentidos. Entre los factores negativos se encuentran el estrés, una menor privacidad por la presencia en casa de la pareja, los hijos o los compañeros de piso y la pérdida de un ser querido.

Como elementos favorecedores de la práctica, en compañía o en solitario, los encuestados señalan a la mayor cantidad de tiempo pasado en casa, la imposibilidad de salir del hogar (para quienes tienen una relación a distancia o no tenían pareja) y la liberación del estrés.

El estrés o ansiedad se convierte así en un elemento diferencial a favor y en contra. "Con las malas perspectivas económicas mucha gente está muy preocupada por el futuro, y ese estrés condiciona la afectividad y hasta el deseo sexual", explica el doctor François Peinado.

Un verano atípico

La llegada del periodo veraniego suele ser una época que favorece la práctica sexual. Sin embargo, el aumento en la frecuencia de masturbación que señala el estudio en el verano de 2019 no se mantuvo en 2020, cuando se experimentó un descenso, alineado con la segunda ola y las nuevas restricciones.

El informe 'Sexo y Relaciones en Tiempos de Covid-19', realizado por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, mostraba también en sus resultados preliminares que la vida sexual aún no se ha recuperado a los niveles de veranos pasados

"Este verano realmente parece ser la excepción a ese pico" que suele presentarse en estos periodos, admite Justin Lehmiller, investigador del Instituto Kinsey, en unas declaraciones recogidas por la CNN en septiembre.

Finalmente, las sesiones duraron 20 segundos menos entre febrero y abril de 2020, mientras que aumentaron en 30 segundos entre julio y noviembre del mismo año, informa Lioness sobre su producto. Este vio triplicados sus encargos en 2020 respecto al año anterior, con una mayoría de pedidos en los meses de marzo y abril (los de mayor confinamiento en países como España). 

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