El iPhone se convertirá en un dispositivo irrelevante y ya sabemos cómo ocurrirá

Michael Gartenberg
| Traducido por: 
Tim Cook

Reuters

  • El iPhone se ha convertido en una "infraestructura no sustituible", como explica el columnista Michael Gartenberg.
  • El dispositivo y sus servicios parecen demasiado populares entre los usuarios como para ser reemplazados.
  • Pero un día llegará un producto que lo destrone, afirma. Así puedes ver los signos de este cambio que está por llegar.

El iPhone –junto con iOS y la App Store– ha mantenido una posición tan dominante en la industria de la telefonía móvil durante tanto tiempo, que ha alcanzado el estatus de lo que se conoce como infraestructura no sustituible.

La infraestructura no sustituible es algo que retiene tan fuertemente a los usuarios que un competidor no puede conseguir que la sustituya. Tiene las siguientes características:

  • Elevados costes de cambio para que lo sustituyan.
  • Estandarización total o casi total dentro de una organización o mercado.
  • Fuerte apoyo de terceros y proveedores.
  • Funciona como una tecnología subyacente clave para otros servicios y aplicaciones.

La autopista New Jersey Turnpike [el peaje que recorre todo el estado de Nueva Jersey para conectar con la ciudad de Nueva York con el puente George Washington, que es una de las carreteras más transitadas de Estados Unidos] es una infraestructura no sustituible. No es probable, ni siquiera con la ayuda de unos cuantos multimillonarios que construyan túneles subterráneos de alta velocidad, que deje de conducir por ella. 

Coca-Cola y Pepsi son ejemplos de infraestructuras sustituibles. Puedo beberme una Coca-Cola por la mañana y una Pepsi por la tarde. No hay ningún coste por cambiar de marca (salvo que siempre concluyo que la Coca-Cola sabe mejor).

Apple se beneficia en la actualidad de la imagen de ser la opción segura para los usuarios. Ha creado para ellos un bucle con opiniones muy positivas que lleva a sus clientes a adentrarse cada vez más en su infraestructura: compran otros dispositivos diseñados para funcionar mejor con su equipo de Apple, como el Apple Watch y los AirPods, junto con servicios de Apple como Apple Music y Apple TV+.

Muchas personas creen que el poder del ecosistema de hardware, sistemas operativos y servicios de Apple, todo ello unido al poder de la App Store, es imparable. Dado que ningún competidor actual puede superar la posición de Apple en el mercado, dicen que esta se hará más fuerte con el tiempo.

A pesar de ello, es inevitable que el iPhone y el ecosistema de Apple sean sustituidos por otra cosa.

Los imperios surgen y caen, desde los egipcios y los romanos hasta los otomanos y los británicos, pasando por imperios tecnológicos como IBM o Microsoft.

¿Hay vida más allá del iPhone? El futuro de Apple y del smartphone

Es una metáfora imperfecta, lo sé. Apple no dejará de existir, como tampoco desaparecieron IBM o Microsoft. Sin embargo, las 2 últimas, aunque son poderosas y rentables, no tienen ni de lejos las posiciones dominantes en el mercado o en la mentalidad del consumidor que tenían antes. Nadie está sugiriendo que se divida a IBM o Microsoft en varias partes como se está defendiendo estos días a Apple.

Para explicar cómo caerá Apple, ofrezco un marco de referencia sobre cómo se producen los ciclos tecnológicos, un ciclo que ha sido válido para una variedad de innovaciones técnicas, desde la refrigeración hasta las tecnologías de audio.

La tecnología cambia con el tiempo y pasa por 5 fases:

  1. Varias empresas producen tecnologías diferentes que satisfacen la misma necesidad del usuario.
  2. Las fuerzas del mercado hacen que surja un estándar como infraestructura no sustituible. A menudo, no es la mejor tecnología la que se impone en el mercado.
  3. Ese estándar es atacado por pseudocompetidores que lo imitan pero no lo desplazan de forma efectiva, ya que no ofrecen una diferenciación suficientemente significativa o tienen defectos diferentes a los de la tecnología que intentan desplazar. Estos pseudocompetidores suelen tener suficiente valor para sobrevivir y coexistir con la tecnología dominante.
  4. El estándar resurge más fuerte que antes y parece invencible al desplazamiento.
  5. Surge una tecnología nueva y mejor que desplaza al estándar existente.

El ecosistema del sistema operativo del iPhone, iOS, está en la fase 4. Ha conseguido el dominio y la cuota de mercado a pesar de que el sistema operativo Android y una gran cantidad de dispositivos de la talla de Google y Samsung lo desafían.

 

Para desbancar al gigante de Apple, cualquier nueva tecnología que salga al mercado debe cumplir los siguientes criterios:

  1. Debe ofrecer un valor visible y demostrable y una diferenciación que pueda ser aprovechada directamente por los usuarios finales. Una de las razones por las que el iPhone sustituyó a los teléfonos con tapa tradicionales fue que tenía un navegador real y una pantalla táctil con la función de pellizcar para hacer zoom. Hacía que usar Internet se sintiera más como si estuviera en un PC que en un teléfono móvil.
  2. Además, debía ofrecer beneficios económicos a un mercado de vendedores. El iPhone ofrecía aplicaciones, un mercado totalmente nuevo para los desarrolladores de software existentes y nuevos.
  3. Debe ofrecer claros beneficios económicos a los vendedores de hardware. Si se cumplen las condiciones uno y dos, los vendedores de hardware tienen un fuerte incentivo para construir sistemas que aprovechen la nueva tecnología e impulsen las actualizaciones.

No voy a intentar predecir qué será lo que acabará suplantando al ecosistema de Apple. Es una tarea absurda. Nadie predijo el ascenso y el renacimiento de Apple con Steve Jobs. Nadie predijo el iPod y su influencia en las ventas de Apple. Tampoco nadie predijo el iPhone y el impacto que tendría en la industria.

Algunos incluso recibieron el iPhone con gran escepticismo y más que un poco de sarcasmo.

Pero a medida que los chips se vuelven más potentes, la velocidad de las redes se acelera y la inteligencia artificial se vuelve más efectiva, la tecnología que reemplace al iPhone podría existir ya en forma incipiente. La pregunta más importante es: ¿será Apple quien la produzca?

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.