Cómo ser minimalista sin que tengas un síndrome de abstinencia material

Cómo abrazar el minimalismo sin morir en el intento

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  • Así puedes abrazar el minimalismo en todos los ámbitos de tu vida sin que tengas el síndrome de abstinencia material y sentir un "vacío"  literal. 
  • Puedes adoptar esta filosofía de vida de manera gradual y efectiva, sin sentir que te privas de algo esencial.

Como muchos retos, decirlos es fácil, pero aplicarlos es otra cuestión, como el caso de abrazar el minimalismo en todos los ámbitos de tu vida. ¿Cómo hacerlo sin morir en el intento y sufrir una especie de síndrome de abstinencia material? Porque no solo se trata de tirar o dar cuatro pantalones y algunos libros, sino de un cambio de estilo de vida con en la sociedad consumista actual se puede calificar de extrema e imposible de lograr a la vez. 

Sin embargo, sea por necesidad, moda o convencimiento, el minimalismo cada vez está más de moda. Necesidad porque el español medio cada vez vive en pisos más pequeños y en muchos casos dispone de menos poder adquisitivo, una situación ideal para volverse minimalista, aunque sea a la fuerza; pero hay tanto o más personas con dinero que se despojan de lo superfluo, aunque no de su cuenta corriente e inversiones, lógicamente. 

En este último grupo habrás visto las imágenes, sobre todo de millonarios tecnológicos: Mark Zuckerberg, el creador de Facebook y dueño de Meta, siempre va con su camiseta minimalista de color liso sin marca alguna, sus vaqueros y sus zapatillas, siguiendo la estela de Steve Jobs, cuya vestimenta unicolor negra con aires maoístas era icónica. 

En cuanto al fenómeno tendencia, ha calado sobre todo en la ropa, con líneas de ropa minimalistas en grandes marcas y gigantes de la moda como Zara; y en el hogar, con la influencia japonesa (hay auténticos gurús como Marie Kondo) y americana del orden perfecto y tener de todo pero con lo mínimo gracias a la multifuncionalidad, y de  optar por la compra de casas pequeñas y funcionales, respectivamente. 

Cómo ser minimalista

Adoptar un estilo de vida minimalista puede parecer una tarea monumental, especialmente si estás acostumbrado a una vida rodeada de bienes materiales. Sin embargo, el minimalismo no tiene por qué ser una renuncia dolorosa, sino una transición consciente hacia una vida más ordenada y con menos estrés. Toma nota de cómo puedes adoptar esta filosofía de vida de manera gradual y efectiva, sin sentir que te privas de algo esencial.

Los beneficios del minimalismo

  • Reduce del estrés al vivir en un ambiente más ordenado y sereno.
  • Mejora en la seguridad financiera al evitar el consumismo, teniendo más recursos para gastos más enriquecedores como viajar, hobbies, regalar a tus seres queridos, actividades deportivas y lúdicas, etc. 
  • Incremento en el tiempo libre para disfrutar de actividades significativas.
  • Fomento de un mayor bienestar mental y felicidad al vivir de manera intencionada.

1. Comprende el verdadero significado del minimalismo

El primer paso para adoptar el minimalismo sin sufrir es entender que más allá de deshacerse de lo superfluo, se trata de valorar más lo que realmente importa. El minimalismo es una herramienta que te ayuda a liberarte de lo innecesario para concentrarte en lo que realmente te aporta valor y felicidad. No se trata solo de objetos, sino también de actividades, relaciones y compromisos. El famoso dicho de apartar de tu vida las personas tóxicas: eso también forma parte del proceso, es más, es fundamental. 

2. Desintoxica tu entorno poco a poco

No necesitas vaciar tu casa en un fin de semana. Comienza por pequeñas áreas o categorías de objetos. Por ejemplo, puedes empezar despejando tu armario de ropa que no usas, luego pasar a libros que ya no lees o duplicados de utensilios de cocina. El objetivo es hacer el proceso manejable y menos abrumador, permitiéndote adaptarte gradualmente a tener menos.

No se trata de tirar la mitad de tu casa de repente, porque te puedes arrepentir o sufrir ansiedad. Como cualquier vicio, poco a poco, descargando tu mochila sin prisa como sin pausa y ya verás que, al contrario, sentirás alivio y bienestar.

3. Implementa una política de compra consciente

Tan vital es de lo que te desprendes como de lo que no adquieres. Detener las compras impulsivas es crucial para mantener un estilo de vida minimalista. Antes de comprar algo, pregúntate si realmente lo necesitas, si tiene un lugar en tu hogar y si añade valor a tu vida. Esto no solo reduce la cantidad de nuevos objetos que entran en tu casa, sino que también te ayuda a ahorrar dinero y a evitar deudas innecesarias.

Igual mejor no lo consultes para no desesperarte, pero hay proyecciones de cuáles serían nuestros ahorros si hubiéramos prescindido durante años de caprichos y cosas innecesarias, por supuesto sin que signifique que no hubiéramos gastado en vivir la vida: ocio, viajes, salir con amigos... Toda esa cantidad bien invertida en la mayoría de los casos te haría retirarte con independencia financiera muchos años antes de la jubilación. Pero nunca es tarde. 

Consejos prácticos para compras conscientes

Espera 30 días antes de realizar una compra. Si después de un mes sigues pensando en el objeto, entonces quizá valga la pena comprarlo; y compra de calidad, no cantidad: opta por objetos que sean duraderos y estén bien hechos, aunque sean más caros. A la larga, esto reduce el desecho y la necesidad de reemplazos frecuentes.

4. Valora las experiencias sobre las posesiones

Una de las mejores maneras de evitar el síndrome de abstinencia material es reorientar tu enfoque hacia las experiencias en lugar de los objetos. Planea actividades que te enriquezcan personal o profesionalmente. Viajes, cursos de formación, tiempo con amigos y familia, o incluso momentos de tranquilidad y reflexión, pueden ser mucho más gratificantes que cualquier bien material.

Muchas veces, por no decir todas, debido a la programación de nuestro cerebro de tender a un placer inmediato, si no es a través de actividades, de lo social, de ayudar a los demás, tira por el deseo material: comer más y comprar más.

5. Aprende a disfrutar de los espacios vacíos

Con tantos estímulos y cosas por comprar y que compramos, adquieres horror vacui, es decir, miedo al vacío, a tener paredes sin cuadros, estanterías sin libros o ropero sin mucha ropa. En un mundo que constantemente nos empuja a llenar cada rincón de nuestras vidas, aprender a apreciar el espacio vacío es revolucionario. 

Un espacio despejado puede ser un refugio de paz y claridad mental. Experimenta con mantener algunas superficies de tu hogar completamente libres de objetos para ver cómo influye en tu estado de ánimo y productividad.

Consejos prácticos para lograr el objetivo

Después de hablar con los residentes de la comunidad, me di cuenta de que todos allí priorizan el minimalismo y un estilo de vida al aire libre. "Todos aquí tienen ideas afines y vinieron por razones similares", dijo Money.
  • Valora las experiencias sobre los objetos: enfócate en crear recuerdos en lugar de acumular bienes.
  • Aprecia y estate contento con lo que tienes actualmente.
  • Disfruta de las pequeñas alegrías del presente y no te distraigas con acumulaciones innecesarias.
  • Despeja regularmente y mantén el hogar y el espacio de vida libres de desorden.
  • Identifica lo que realmente importa en la vida y actúa en consecuencia.
  • Busca alternativas antes de comprar: considera opciones como reparar, reutilizar o prescindir antes de adquirir nuevos objetos.
  • Elimina distracciones: reduce el tiempo frente a pantallas y evitar la multitarea, sobre todo con las aplicaciones de compras como Amazon o AliExpress, eliminando las notificaciones comerciales, añadiendo a tu lista solo lo que necesitas y no mirar nada más. 
  • No solo en lo material, sino en las acciones: elimina las tareas innecesarias y concéntrate en lo esencial. Toma decisiones conscientes sobre cómo gastar el tiempo, la energía y el dinero.
  • Enfócate en deshacerte de cosas antes de organizar: prioriza la eliminación del exceso antes de organizar lo que queda.
  • Practica la gratitud, reconociendo y agradeciendo lo que se tiene, fomentando un sentido de abundancia y satisfacción.

Todo esto de nada servirá o no conseguirás ni uno de estos objetivos si no aplicas lo principal: no influenciarte por el entorno. La presión familiar y social por acumular más bienes y logros es inherente a las sociedades modernas, más intenso cuanto más rica es. Tendrás que interiorizar que no te importe que tu vecino piense que no tienes dinero por no tener coche o apenas muebles, o que no lleves ropa de marca. Es vital abstraerse del qué dirán. 

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