Cómo tributan los productos financieros en la declaración de la Renta

Traders mirando la bolsa, las letras del Tesoro y la evolución de los mercados.
  • Las ganancias que te aportan tus inversiones en productos financieros están sometidas a impuestos y debes incluirlas en la declaración de la Renta.
  • Dependiendo del tipo de producto que sea, tributará como rendimiento de capital mobiliario, como sucede con los dividendos, o como ganancia o pérdida patrimonial, como la compraventa de acciones o los fondos de inversión.
  • La mayoría de productos financieros están sometidos a tres tramos de IRPF: 19% para los primeros 6000 euros; 21% entre 6.000 y 50.000 euros y 23% a partir de esa cantidad.

Los productos financieros, además de ofrecer más rentabilidad que otras opciones de ahorro, cuentan con importantes desgravaciones y reducciones que es posible aplicar a la hora de hacer la declaración de la Renta. Estas medidas buscan incentivar la inversión mediante ventajas fiscales y pueden ayudar a compensar pérdidas a la hora de ajustar el IRPF que mejoren el resultado de tu declaración.

Es conveniente estar bien informado, ya que cada tipo de inversión tiene sus propias condiciones y modalidades y figura en epígrafes diferentes de tu declaración de la Renta. Así, hay que tener en cuenta que los planes de pensiones tributan en la base general, mientras que el resto de productos financieros lo hacen en la base del ahorro.

Dentro de esta última categoría, también se distingue entre los productos que se integran dentro de los rendimientos de capital mobiliario, como sucede con los dividendos de empresas cotizadas, o como ganancia o pérdida patrimonial, como los fondos de inversión o los rendimientos de la compraventa de acciones.

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Si eres inversor y tienes dudas sobre cómo reflejar en tu declaración de la Renta los ingresos que te generan tus productos financieros, a continuación presentamos cómo tributan cada uno de ellos.

Acciones

Un trader contento en la bolsa de Wall Street.

El resultado total de tu actividad en Bolsa que resulte de las compraventas de acciones que hayas realizado a lo largo de 2018 se incluyen en la declaración de la Renta en la compensación de ganancias o pérdidas patrimoniales. De este modo, puedes equilibrar el resultado del ajuste anual del IRPF con los rendimientos de otras inversiones.

Para calcular ese resultado total, debe figurar en el apartado del patrimonio la diferencia entre los precios de compra y de venta de las acciones, como sucede con las criptomonedas y otros productos financieros. Sin embargo, es necesario tener en cuenta los gastos, por lo que al precio de compra hay que restarle el gasto derivado de esa operación y al precio de venta sumarle también el coste que lleva aparejado.

Si has obtenido pérdidas, puedes compensarlas con hasta un 25% de tus rendimientos de capital mobiliario. Además, debes plasmarlas en tu declaración pero no es obligatorio compensar las ganancias de 2018 con las pérdidas del mismo año, dado que la ley contempla que puedes hacerlo en los cuatro años siguientes a haberlas sufrido.

Si has conseguido ganancias una vez integrado el saldo final de nuestras compras o ventas de acciones en la base imponible del ahorro, tributarán como otros productos de inversión, es decir, un 19% de IRPF por los primeros 6.000 euros recibidos, un 21% hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cantidad.

Dividendos

Rentabilidad por dividendo en la bolsa española

Los dividendos que recibes como accionista están reflejados en la declaración de la Renta como rendimientos de capital mobiliario de las rentas del ahorro, por lo que tributan como otros productos de inversión, es decir, un 19% de IRPF por los primeros 6.000 euros recibidos, un 21% hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cantidad.

También está sometido a pago de IRPF la venta de derechos de suscripción, que se incluyen en los dividendos flexibles como los que reparten Iberdrola o el Banco Santander. Sin embargo, el resultado de estas operaciones está sometido a un tipo fijo del 19%.

En el caso de que recibas dividendos por acciones en el extranjero, debes hacerlo constar en tu declaración de la Renta para que esa remuneración no pague el doble de impuestos, a la Hacienda de su país de origen y también a la de España. En caso de que las acciones procedan de un país con acuerdos de doble imposición, basta este trámite, dado que en caso contrario deberás reclamar la diferencia.

CFDs

Productividad con el ordenador portátil

Al estar integradas como rentas del ahorro en el cálculo del ajuste anual del IRPF, la diferencia que recibas de CFDs tributa igual que el resto de productos de inversión. El cálculo debe hacerse teniendo en cuenta los gastos de corretaje, las comisiones y los intereses, salvo los que pagas como comprador.

Igual que con las acciones, si has obtenido pérdidas, no tienes que tributar por ellas dado que tu patrimonio no ha aumentado. Además, debes plasmarlas en tu declaración pero no es obligatorio compensar las ganancias de 2018 con las pérdidas del mismo año, dado que la ley contempla que puedes compensar el resultado en los cuatro años siguientes a haber sufrido pérdidas.

Si has conseguido ganancias una vez integrado el saldo final de nuestras operaciones con CFDs en la base imponible del ahorro, tributarán como otros productos de inversión, es decir, un 19% de IRPF por los primeros 6.000 euros recibidos, un 21% hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cantidad.

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Renta fija y Letras del Tesoro

Un grupo de traders trabajan en una gestora de fondos

Las rentas que genera la renta fija, ya sean intereses, cupones, amortizaciones o una diferencia positiva entre el valor de compra y el de venta, están sometidos a pagar IRPF. Por lo tanto, estas remuneraciones deben incluirse en la declaración de la Renta como rendimientos del capital mobiliario.

De este modo, los porcentajes impositivos que se aplican a las ganancias de la renta fija son los mismos que están establecidos para el resto de productos de inversión. Así, se gravará un 19% de IRPF por los primeros 6.000 euros recibidos, un 21% hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cantidad.

Sin embargo, hay que distinguir entre deuda a corto y a largo plazo para saber qué hay que incluir entre los rendimientos de capital en la declaración de la Renta:

  • Letras del Tesoro: estos productos vencen en plazo de 3, 6, 12 o 18 meses, por lo que está sometida a IRPF la diferencia entre su valor nominal y el que recibirás en su vencimiento.  
  • Bonos y Obligaciones del Tesoro: para estos productos, con vencimientos de entre 2 y 5 años en el caso de los bonos y entre 5 y 30 años para las obligaciones, existen dos tipos de rendimientos sometidos a impuestos, por un lado los intereses o cupones recibidos durante su vigencia y el rendimiento de amortización o venta de este producto.

Fondos de inversión y SICAV

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Los ingresos que generan los fondos de inversión y SICAV deben incluirse en la declaración como ganancia patrimonial y, en caso de que hayas acumulado pérdidas, puedes compensarlas con los rendimientos de otras inversiones. Si has conseguido ganancias, tributarán como otros productos de inversión, es decir, entre un 19% y un 23% según su cuantía.

Existe una ligera diferencia entre ambos productos a la hora de rendir cuentas con el IRPF.

  • Fondos de inversión: al igual que sucede con las acciones, solo se tributa en el IRPF como ganancias patrimoniales los beneficios que se hayan conseguido con la venta de participaciones. Sin embargo, existe la posibilidad de ahorrarse ese impuesto traspasando los beneficios de esa venta a otro fondo de inversión.
  • SICAV: tributan en las mismas condiciones que los fondos, pero carecen de la exención de impuestos por traspaso de beneficios a otro fondo.

Opciones, futuros y warrants

Una trader con las pantallas de los mercados de fondo.

El resultado total de tu actividad de compra y venta de opciones, futuros y warrants durante 2018 debe figurar en la sección de tu declaración de la Renta en la que se permite la compensación de ganancias o pérdidas patrimoniales. De este modo, puedes equilibrar el resultado del ajuste anual del IRPF con los rendimientos de otras inversiones.

Por lo tanto, su tributación es similar a la de las acciones: si has obtenido pérdidas, puedes compensarlas con hasta un 25% de tus rendimientos de capital mobiliario. Si has conseguido ganancias, tributarán como otros productos de inversión, es decir, entre un 19% y un 23% de IRPF.

ETFs

Cada cuánto revisar tu cartera de fondos

Podrás encontrar el resultado total de tus compraventas de ETFs durante 2018 en la sección de la declaración de la Renta para la compensación de ganancias o pérdidas patrimoniales, en la que puedes equilibrar el resultado del ajuste anual del IRPF con los rendimientos de otras inversiones.

Para calcular ese resultado total, debe figurar en el apartado del patrimonio la diferencia entre los precios de compra y de venta de las participaciones, como sucede con las acciones, las criptomonedas y otros productos financieros. De este modo, cada vez que una ETF cambia de manos, se genera un ingreso o una pérdida por la que debes tributar en el IRPF.

Eso implica que siempre debes pagar un tanto por ciento de IRPF de todas las ganancias que consigas con ETFs, a diferencia de lo que sucede con los fondos de inversión, en los que existe la posibilidad de ahorrarse ese impuesto traspasando los beneficios a otro fondo. De nuevo, los porcentajes de IRPF a pagar oscilan entre el 19 y el 23%.

Planes de pensiones

Pensionistas

Si has contratado un plan de pensiones, debes saber que puedes reducir tu base imponible del IRPF restándole las aportaciones que hayas realizado durante el año. Eso sí, debes tener en cuenta que las aportaciones que puedes realizar en un año a uno o a varios de estos planes están limitadas en 8.000 euros por contribuyente o del 30% de la suma de tus rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.

Sin embargo, los contribuyentes con discapacidad reconocida disponen de un tope más elevado, de 24.250 euros, mientras que sus familiares directos podrán aportarles otros 10.000 euros al año.

Por otra parte, las comunidades autónomas con régimen fiscal foral, Navarra y País Vasco, disponen de límites de desgravación más bajos. Los contribuyentes vascos tienen un tope de 5.000 euros anuales que se eleva a 8.000 para las aportaciones del promotor, mientras que para los navarros el límite depende de su edad: 3.500 euros o el 30% de los rendimientos económicos y del trabajo antes de los 50 años, y 6.000 euros o el 50% de rendimientos a partir de esa edad.

Por último, también hay condiciones especiales en caso de matrimonio, dado que puedes aportar hasta 2.500 euros a un plan de pensiones a favor de tu pareja, siempre que sus rendimientos netos del trabajo o de actividades económicas no supere los 8.000 euros anuales. Ese límite de 2.500 euros se reduce a 2.400 euros en País Vasco y a 2.000 euros en Navarra, en este caso con un límite de rendimientos de 8.500 euros.

Criptomonedas

El bitcoin es la criptomoneda más conocida.

Los ingresos o gastos que aporte la compraventa de criptomonedas se incluyen en la declaración de la Renta de la misma manera que otras inversiones. El resultado total de esa actividad se integra en la compensación de ganancias o pérdidas patrimoniales, lo que permite equilibrar el resultado del ajuste anual del IRPF.

Para ello, es necesario integrar en el apartado del patrimonio la diferencia entre los precios de compra y de venta de las criptomonedas, como sucede con las acciones de empresas cotizadas y otros productos financieros. Esto repercute tanto a operaciones que implican una criptodivisa y una moneda regulada, como el euro o el dólar, como a las operaciones entre Bitcoin y Ethereum, por ejemplo.

La cuantía que deberás pagar por esas ganancias es la misma que para otros productos de inversión, es decir, entre el 19% y el 23%. Si los ingresos en criptomoneda se han conseguido a través de minado de una de estas divisas digitales o por recibir parte de tu salario o el cobro de una factura como autónomo en esta forma de pago, también deben constar en la declaración.

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Planes de ahorro

Jóvenes analizando las posibilidades de ahorro.

A diferencia de los planes de pensiones, que fijan un límite a las aportaciones anuales de 8.000 euros o el 30 % del rendimiento neto del trabajo y de actividades económicas, los planes de ahorro establecen un tope de 5.000 euros anuales, que es importante a partir del quinto año desde la primera aportación. 

Así, antes de los primeros 5 años, las ganancias que aporten los planes de ahorro están sujetas a un gravamen del 19% de IRPF por los primeros 6.000 euros recibidos, un 21% hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cantidad, que tributan como rendimientos del capital mobiliario.

Pasado ese plazo, solo las aportaciones que superen los 5.000 euros al año deberán someterse a esos porcentajes de IRPF, ya que por debajo de esa cantidad, las rentas están exentas. 

Seguros de vida e invalidez

Una pareja de jubilados analiza sus cuentas

Por regla general y siempre que el tomador del seguro y el beneficiario sean la misma persona, los ingresos que aportan los seguros de vida y de invalidez se consideran rendimientos del capital mobiliario en la declaración de la Renta. El porcentaje de IRPF que se les aplica depende de la renta que generen, es decir, de la diferencia entre el capital que recibes y las primas que pagas, y se aplicará de forma progresiva. 

En el caso que se elija rescatar el capital invertido como renta vitalicia, el rendimiento neto a aplicar en la declaración de la renta lo determina un porcentaje que se establece en función de la edad del beneficiario cuando empieza a acumular esa renta vitalicia.

De este modo, las rentas que se ahorren antes de los 40 años de edad, pueden descontar un 40% a los rendimientos por los que deben tributar, que se convierte en un 35% hasta los 49 años de edad, en un 28% hasta los 59 años, un 24% hasta los 65 años, un 20% hasta los 69 años y un 8% a partir de los 70 años de edad.

Sin embargo, las condiciones son diferentes en la tributación de rentas por un plazo determinado. Así, si tiene una duración que no supere los 5 años, se restará un 12% a las rentas recibidas antes de integrarlo en los rendimientos de capital mobiliario; este porcentaje asciende a un 16% hasta 10 años de duración, a un 20% hasta 15 años y al 25% por encima de esa duración.

Por último, en el caso de las rentas que no se reciben en el momento de pago de la prima, lo que se consideran rentas diferidas, es necesario restar a la cantidad recibida el porcentaje que le corresponda según su tipo, temporal o vitalicia, e integrar la rentabilidad generada en el año fiscal por el que estemos tributando, en este caso, 2018.

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