El recibo de la luz subió un 32% en un año en el mercado regulado, según CaixaBank Research

Mucho se ha hablado en 2021 del precio de la luz y, por ende, del importe del recibo. Todo apunta a que seguirá siendo tema de conversación en 2022.

El Gobierno trató de poner freno a la escalada de precios en la factura eléctrica e hizo la promesa de que en el año recién terminado se acabaría pagando lo mismo que en 2018. ¿Cumplió? Sí y no. Este estudio de CaixaBank lo explica.

En la entidad bancaria han analizado los recibos de la luz particulares domiciliados con ellos, para averiguar cómo afectó el aumento de los precios en la economía de las familias españolas. 

El importe del recibo mediano del mercado libre desciende y aumenta el del regulado respecto a 2018

En primer lugar, recuerdan que el recibo de la luz de un hogar depende de muchos factores: la energía consumida, el precio de esta, los impuestos vigentes, la tarifa contratada, etcétera. 

Pero al final lo que afecta al consumo es el importe que en cada momento acaban pagando por el suministro. 

A pesar de todos los acontecimientos, señalan, a lo largo de 2021 el importe del recibo de la luz mediano fue bastante similar al del año 2018, año prepandemia: 

• En el primer trimestre de 2021, el recibo mediano (es decir, la mitad de los hogares pagaron un importe menor y la otra mitad uno mayor) era de 68 euros, el mismo importe que en los primeros 3 meses de 2018. 
• En el cuarto trimestre 2021, el recibo mediano ascendía a 60 euros, un importe un 3,6% menor al del recibo mediano en las 3 mensualidades finales de 2018.

Sin embargo, aclaran, este resultado cambia radicalmente si se analiza en función del tipo de contrato que tiene cada hogar.

• En el mercado regulado, que corresponde al 39% de los hogares, el recibo mediano en el cuarto trimestre de 2021 ascendió a 54 euros, un 13% superior al recibo mediano de 2018 (+28% respecto al de 2019 y +32% en comparación con 2020). 
• En cambio, en el mercado libre, el recibo mediano en el cuarto trimestre de 2021 se redujo hasta los 61 euros, un 16% menos que en 2018 (–18% respecto a 2019 y –14% parangonándolo con 2020).

Estas marcadas diferencias, exponen, se deben a que en el mercado libre los precios de la energía son fijos por el periodo establecido en el contrato y sólo se actualizan cuando este se renueva, por lo que las rebajas impositivas decretadas por el Gobierno han beneficiado a los hogares que tienen este tipo de contrato. 

En cambio, en el mercado regulado los precios de la energía son variables y cambian cada día y hora (corresponden al llamado precio voluntario para el pequeño consumidor, o PVPC), por lo que los aumentos de precios se han trasladado más rápidamente a la factura y han sido superiores a la rebaja impositiva.

Los incrementos en la factura de la luz se concentran en los hogares con mayor consumo eléctrico del mercado regulado

Si se analiza en función del importe del recibo, se observa cómo en el mercado libre los recibos disminuyeron de forma generalizada en el último trimestre de 2021, tanto los de menor como los de mayor importe. 

Concretamente, el recibo del percentil 10 (25 euros) fue un 21% inferior al de 2018, y el recibo del percentil 90 (142 euros) fue un 12% inferior al de 2018. 

En cambio, en el mercado regulado los recibos de mayor importe están más perjudicados por el encarecimiento de la energía. 

El recibo del percentil 90 (119 euros en el cuarto trimestre de 2021) fue un 22% superior al de las postreras mensualidades de 2018, un aumento claramente superior al del recibo mediano.

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En contrapartida, la rebaja temporal de precios para los beneficiarios del bono social se observa en los recibos de menor importe: el recibo del percentil 10 en el cuarto trimestre de 2021 (18 euros) fue un 18% menor a la factura entre octubre y diciembre de 2018.

En resumen, anotan, “el año 2021 fue electrizante para el recibo de la luz, pero no afectó a todos los consumidores por igual. El año 2022 no parece que vaya a ser menos. Parte del aumento de precios en el mercado mayorista en 2021 puede trasladarse al mercado libre a medida que se renueven contratos, aunque si los precios en el mercado mayorista se reducen, este efecto será temporal. Lo que parece claro es que la factura eléctrica seguirá dando que hablar”.