Investigadores saben cómo refrescar 4,5 grados una de las ciudades más abrasadoras del mundo

En las ciudades con un clima desértico y caluroso como las de Arabia Saudí, los veranos pueden llegar a ser absolutamente abrasadores: el mercurio llega a marcar 50 grados centígrados, con todos los perjuicios para la salud que implica el calor extremo.  

Ahora, un estudio realizado por investigadores de la UNSW de Sídney, el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, la Universidad de Calcuta y la Universidad de Atenas arroja un rayo de esperanza. muestra una estrategia eficaz para refrescar hasta 4,5 grados Riad, capital de Arabia Saudí y una de las ciudades más cálidas del mundo. 

Varios factores contribuyen a las elevadísimas temperaturas de esta urbe oriental: el cambio climático, la falta de vegetación y la veloz urbanización con materiales artificiales amplifican el conocido como efecto isla de calor.

Para conocer las técnicas óptimas para bajar la temperatura de la ciudad, los científicos llevaron a cabo varias simulaciones climáticas y energéticas de refrigeración a gran escala de la zona de Al Masiaf de Riad, incluyendo el rendimiento energético de 3.323 edificios urbanos, en ocho escenarios distintos de mitigación del calor.

La modelización, que tuvo en cuenta distintas combinaciones de materiales superfríos, tipos de vegetación y niveles de rehabilitación energética, reveló que es posible reducir la temperatura exterior de la ciudad en casi 4,5 °C durante el verano. La estrategia también mejoraría la conservación de la energía de refrigeración de la ciudad hasta en un 16%.

Rehabilitar los edificios y plantar más del doble de árboles

Segújun  el comunicado, es fundamental que se implanten materiales superfríos en el tejado de los edificios y que se planten más del doble de árboles de regadío para mejorar la refrigeración por transpiración. Anteriormente, son numerosos los estudios que señalaron que la vegetación es crucial para reducir la dependencia del aire acondicionado y enfriar las zonas urbanas.

Por el contrario, una aplicación ciega de técnicas de refrigeración urbana no basadas en una optimización científica detallada y avanzada, como el uso de vegetación no irrigada, puede ser contraproducente y provocar un ascenso de las temperaturas.

El profesor Santamouris, principal responsable del estudio, destaca que aplicando esta estrategia, los ciudadanos se beneficiarán de una mejora del confort térmico, la reducción de los problemas de salud derivados del calor extremo, la disminución de las concentraciones de contaminación y la mejora de la productividad, para la que el calor es nefasto.

Por otra parte, "reformando" los 3.323 edificios de Riad con ventanas, aislamiento, energía solar, modernización del sistema energético o tejados refrigerantes, la demanda de refrigeración bajaría un 35%, con el consiguiente ahorro económico.  

Si la colaboración con la Comisión Real de Riad que van a poner en marcha los investigadores es fructífera, sería la estrategia de mitigación del calor más exitosa a escala mundial y que podría replicarse en otras partes por sus ventajas en salud, sostenibilidad y economía, permitiendo crear ciudades más habitables y sostenibles.