El coronavirus se va a hacer crónico y aparecerá cada otoño-invierno: "Tendremos que acostumbrarnos a convivir con él", advierte un experto

La sociedad ha respondido "razonablemente bien" a la pandemia del coronavirus, y la "nueva realidad" está próxima. Pero, cuidado, no hay que bajar la guardia: habrá una próxima pandemia seguro, y el coronavirus volverá cada año durante "el resto de la historia".

Son los mensajes principales que lanza José Antonio López Guerrero, con 30 años de experiencia como virólogo, en una entrevista a Nius, en la que analiza lo que se conoce del coronavirus hasta ahora y cómo ha sido este año y medio de pandemia.

"Casi al 99,9% de certeza, [se sabe] que [el coronavirus] es un virus que nos va a acompañar ya el resto de la historia, porque vamos a convivir con él de forma estacional. El virus se va a hacer crónico. Los datos que tenemos apuntan a que será un virus del espectro de la gripe en cuanto a vías de transmisión, por ejemplo, o en cuanto a temporalidad, que volverá cada otoño-invierno", explica López.

Este investigador y profesor de la UAM ensalza la creación en tiempo récord de las vacunas contra el COVID-19 como "un logro histórico para el bienestar, avance y longevidad" de la especie humana, "a la altura de la potabilización del agua". "Han supuesto un antes y un después para nuestra supervivencia", afirma.

Explica que la inmunidad de estas dura al menos un año, "lo suficiente como para no tener una segunda infección grave, en la gran mayoría de los casos"; recuerda a los antivacunas covid con dudas que "no hay mayor certeza ahora mismo que el efecto positivo que está causando la vacunación masiva" contra el virus; y admite que es una de las muchas personas que esperaban que las vacunas de ARNm hubieran recibido el Nobel de Medicina.

"Es un gran hito haber desarrollado vacunas con base de ARN. Y creo que esto va a tener continuidad, no solo con vacunas contra otros virus, sino contra otras enfermedades", augura el divulgador científico.

De hecho, tras su éxito, pequeñas y grandes empresas farmacéuticas se están lanzando a investigar el ARN mensajero (ARNm), y otros expertos coinciden en señalar a esta tecnología como la respuesta a un amplio campo de afecciones, desde enfermedades incurables y ataques cardiacos hasta mordeduras de serpiente. "Las posibilidades son infinitas", destacan.

Asimismo, no marca una fecha para la vida sin mascarilla ("cuando desde el Ministerio de Sanidad se nos indique que ya no es obligatoria"), pero sí apunta que "para muchas cosas, debería quedarse: ir al médico, ir al hospital…" 

"Deberíamos perder el hábito, por ejemplo, de toser en el trabajo al lado de otro compañero, o aprender a quedarnos en casa si estamos malos… En mi caso, la mascarilla perdurará", reconoce.

"En nuestras vidas ha aparecido un nuevo agente patogénico y tenemos que acostumbrarnos a convivir con él", advierte, pero cree que la 'nueva realidad' está "muy próxima". 

"Hemos luchado por llegar a unos datos epidemiológicos aceptables, y ya los tenemos aquí. Aunque cuidado, mientras estos datos no sean de ámbito mundial, siempre tendremos la espada de Damocles encima, el riesgo de que el virus mute y dé al traste con esta nueva realidad", alerta.

Por último, analiza que la pandemia del coronavirus ha dejado "algo malo: la polarización a la que nos han sometido nuestros políticos, hasta con algo tan triste como una pandemia o como las decenas de miles de fallecidos", pero también "algo bueno: que realmente nos hemos enfrentado como sociedad a un hecho luctuoso, como la pandemia, y lo hemos hecho razonablemente bien".

Eso sí, habrá una próxima pandemia: "De eso estamos seguros. No sabemos cuándo, pero llegar, llegará. Quiero pensar que ahí sí hemos aprendido bastante y estaremos mejor preparados que en esta", señala.