"Para el sector de la alimentación no es una situación idílica": el coronavirus pone en jaque la rentabilidad de los supermercados, que venden más pero acusan el alza en costes

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  • La crisis del coronavirus podría comprometer la liquidez de las cadenas de supermercados pese al crecimiento de las ventas.
  • Las compañías del sector han tenido que hacer un gran esfuerzo inversor en los primeros momentos de la crisis para dar una respuesta rápida al consumidor, lo que podría propiciar una reducción de sus márgenes.
  • Las cadenas de supermercados han redoblado su esfuerzo para mantener los ritmos de abastecimiento, garantizar las medidas de seguridad de los trabajadores y la venta online.
  • No hay más que pensar en las cifras adelantadas esta semana por Mercadona, que contrajo su beneficio un 95% en marzo en términos interanuales aunque sus ventas aumentaran un 14%. El líder del sector sólo ha revelado variaciones porcentuales sin detallar las cifras del mes.
  • Pero estas exhaustivas inversiones allanan el camino para los próximos meses.
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Cintillo especial Coronavirus

Lejos de lo que pueda parecer en un principio, la crisis del coronavirus podría comprometer la liquidez de las cadenas de supermercados. Las compañías de distribución se enfrentan a tensiones de tesorería pese al récord que marcan las ventas. La rentabilidad del sector está en juego, especialmente para las empresas más pequeñas.

Si bien las ventas de los supermercados crecieron el pasado mes de marzo, las compañías del sector han tenido que hacer un gran esfuerzo inversor en los primeros momentos de la crisis del coronavirus para dar una respuesta rápida al consumidor. El resultado es un desequilibrio que podría contraer sus beneficios.

El consumo impulsivo arrasó las estanterías de los supermercados las primeras semanas de la crisis, tanto en tiendas físicas como en el canal online. Y, para poder dar un servicio de normalidad, la cadena de suministro del sector de alimentación ha tenido que realizar un esfuerzo titánico. Así lo constata Nuria Pedraza, directora de comunicación de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) que, en una presentación virtual ante los medios, puso de relieve la presión que ha soportado la cadena de distribución para mantener los ritmos de abastecimiento cuando se disparó el consumo. 

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Esta situación conlleva “complicaciones muy elevadas”, señala Pedraza. La portavoz de Aecoc se refiere al esfuerzo económico que han realizado las cadenas de supermercados para mantener los ritmos de abastecimiento, pero también para garantizar las medidas de seguridad de los trabajadores. A todo ello hay que sumar la compra a través de internet, un quebradero de cabeza adicional para satisfacer los elevados niveles de demanda y los refuerzos que las compañías han tenido que realizar para reforzar sus plantillas con nuevas contrataciones.

No hay más que pensar en las cifras adelantadas esta misma semana por Mercadona. La primera cadena de alimentación por cuota de mercado en España vende más pero gana menos. La compañía de Juan Roig contrajo su beneficio un 95% en el mes de marzo en términos interanuales aunque sus ventas aumentaron un 14%. Mercadona sólo ha revelado variaciones porcentuales sin detallar las cifras del mes.

Las razones que apuntaba la cadena valenciana eran el aumento de los costes por la crisis del coronavirus y el alto precio de la seguridad para clientes y empleados. Para poder seguir operando con normalidad, Mercadona ha pagado un precio alto: un incremento del 25% en sus costes generales. 

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A esta situación contribuye un ligero cambio en los hábitos de compra, ya que los consumidores compran más intensivamente pero buscan productos más baratos.

Al sector de distribución, no obstante, se le ha allanado el camino de cara a los próximos meses. “Ahora ya no es necesario acometer esta inversión porque la preparación debería estar hecha. Se acometieron grandes esfuezos para hacer frente a la demanda en un principio y ese esfuerzo debería verse, a partir de ahora, compensado”, apunta Pedraza.

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Aecoc avanza su preocupación por la liquidez de compañías de menor tamaño, no tanto por los gigantes del sector. Y reclama que se implementen medidas económicas que garanticen la rentabilidad del negocio. 

“Algunos pensaron que esta era una situación idílica para la alimentación”, reflexiona Pedraza. Sin embargo, “para el sector, es mucho más sencillo trabajar con normalidad”. 

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