Disfrutar de las vacaciones navideñas sin sufrir interrupciones es lo normal. Cuando uno solicita días libres para pasarlos con la familia, disfrutar de las reuniones con amigos y vivir plenamente las fiestas, lo que más desea es desconectar del trabajo.

Tener unas vacaciones alejadas del trabajo es un derecho protegido por la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales que se puede consultar en el Boletín Oficial del Estado. Esto quiere decir que los trabajadores que están de vacaciones no tienen que responder a llamadas, mensajes o correos electrónicos fuera de su jornada laboral. 

"Los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar", recoge el artículo 88.

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Infringir este derecho puede acarrear sanciones económicas para la empresa. Si la compañía para la que trabajas te impide desconectar durante las vacaciones, podría tener que pagar multas desde los 626 euros, y que pueden alcanzar los 187.215 euros, según la gravedad.

La Inspección de Trabajo es la institución que ha de determinar la cuantía a pagar teniendo en cuenta diversos factores como el grado de intrusión, la urgencia del asunto u otros. Si un empleado no contesta, no es motivo de despido ni de sanción, por lo que si te ves en esta situación por haber ejercido tu derecho a disfrutar de las vacaciones, puedes reclamarlo en un plazo de 20 días.

Solo existe un caso en el que tu empresa podría ponerse en contacto contigo, y en el que deberías responder, y es cuando se produce un asunto de fuerza mayor. Se trata de situaciones excepcionales que no pueden esperar dada la urgencia que puede tener para la producción.