Estas son las horas que debes desconectar al día para ser feliz, según la ciencia

Suele decirse que existen dos tipos de personas: aquellas que viven para trabajar y quienes trabajan para vivir. De hecho, no faltan quienes alertan de que nos encaminamos hacia una sociedad ociosa, o los que van más allá y proponen un mundo cada vez más sostenido por la IA y los avances robóticos. 

Contrariamente, los casos de estrés o los problemas generados por la soledad también crecen. ¿Realmente trabajamos más o menos que nunca? Seguramente, eso dependerá de a quién le preguntes. Pero lo que está claro es que a veces es necesario desconectar para ser feliz. ¿Y cuánto deberían durar estos horarios para beneficiar el bienestar? La ciencia podría tener la respuesta.

Desconectar o no desconectar

Existen unos trabajos que son más exigentes que otros, ya sea a nivel físico o mental, o que requieren más o menos horas de actividad. En lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es que los momentos de descanso y ocio son necesarios.

Más hoy en día, cuando el teletrabajo o la súper conectividad que permiten las redes sociales pueden dificultar en ocasiones la capacidad de “desconectar” de según qué profesiones, que parece que obligan en cierta manera a estar siempre pendientes de las obligaciones laborales. Pero ¿de cuánto tiempo estaríamos hablando? 

Uno de los principales problemas que parece plantear una hipotética sociedad en la que la gente estuviese más liberada y con menos trabajo, podría acarrear en que el exceso de ocio, o falta de responsabilidades, generaría, según algunos, un exceso de apatía, o una prolongada falta de motivación en el día a día, que se iría acentuando con el paso del tiempo.

Para responder a estos interrogantes, algunos expertos se han liado la manta a la cabeza y han realizado estudios con la intención de determinar cuántas horas de ocio y desconexión podrían ayudar a las personas a ser más felices. 

¿Cuánto ocio hace falta para ser feliz?

Según los trabajos llevados a cabo por la Universidad de Pensilvania y la Universidad de California, que para conseguir una respuesta a este interrogante analizaron las rutinas de la friolera de 35 mil ciudadanos, serían dos o tres horas diarias las necesarias para disfrutar del ocio y desconectar. 

Así de primeras, podría parecer poco tiempo, pero ellos se amparan en que, de lo contrario, la gente empieza a padecer las consecuencias de no llevar a cabo ningún tipo de actividad determinada, por lo que la felicidad también termina por resentirse igual que ante un exceso de ocupaciones.