¿Cuánto dura el Ramadán? Así se determina su fecha y las horas que dura el ayuno

El Ramadán es, sin duda, uno de los momentos más sagrados en el calendario islámico y es seguido por millones de musulmanes en todo el mundo. Durante este mes, los creyentes participan en el ayuno diario, la oración y la reflexión espiritual. 

El Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, y en él los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta la puesta de sol. Tampoco pueden ingerir líquidos, fumar ni mantener relaciones sexuales durante esas horas. 

Cabe tener en cuenta que, en función del cambio horario y las fechas, el ayuno puede ser más largo por las horas de luz. En España, la abstinencia puede ir de las 10 a 14 horas, según el mes.

Es un tiempo para centrarse en la espiritualidad, la caridad y la solidaridad. El objetivo principal del ayuno es permitir a los creyentes centrarse en su relación con Allah, y la práctica es vista como una oportunidad para purificar el cuerpo y el alma.

Se cree que el mes de Ramadán es cuando el Corán fue revelado al profeta Mahoma. Además, el ayuno y la oración son prácticas que se remontan a los primeros días del Islam, y el Ramadán se convirtió en un mes sagrado ya en el siglo VII.

Dura aproximadamente 29 o 30 días, dependiendo de la observación del calendario lunar, y la fecha exacta del inicio del Ramadán cambia cada año, ya que empieza con la luna en fase creciente. Al final del Ramadán se celebra con Eid al-Fitr, una festividad que marca el final del ayuno y se celebra con oraciones, intercambio de regalos y festines.

Más allá del ayuno diario, el Ramadán también implica un enfoque en la oración y la reflexión. Los creyentes rezan 5 veces al día, asisten a la mezquita con mayor frecuencia y dedican más tiempo a la lectura del Corán. 

También se alienta a los creyentes a ser caritativos y solidarios con los necesitados durante el Ramadán, y muchos musulmanes hacen donaciones y participan en proyectos de ayuda comunitaria.

Entre los creyentes de esta religión, no practican esta práctica las personas enfermas, mujeres con la regla, embarazadas o lactantes ni los niños.