Dejar de fumar te hace más joven: esto es lo que le pasa a tu cuerpo, según el tiempo que lleves sin consumir tabaco
- El tabaco es una de las mayores adicciones que hay actualmente, además de ser el responsable de 102.000 muertes en España entre 2020 y 2021.
- Dejar de fumar aporta numerosas mejoras para la salud a lo largo del tiempo: desde tener una piel más hidratada hasta la disminución del riesgo de cáncer.
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Fumar estar relacionado con numerosas enfermedades. El consumo de tabaco fue el responsable de 102.000 muertes en España entre 2020 y 2021. Datos del Instituto Nacional de Estadística han señalado que el 23,4% de las defunciones fueron propiciadas por enfermedades del sistema circulatorio, mientras que el 22,8% se debieron a tumores originados por el consumo de cigarrillos.
El tabaquismo es una de las mayores adicciones que hay actualmente. Hay quienes se dan cuenta e intentan ponerle fin. Muchas personas lo advierten: dejar de fumar no es nada fácil aunque ciertos métodos, como los parches de nicotina, pueden ayudarte mucho en el proceso.
Dejar de fumar no consiste únicamente en eliminar la nicotina, que produce severos cambios negativos en el cerebro, sino que hay un trabajo detrás mucho más duro. Aunque una persona deje de fumar, el cuerpo sigue pidiéndole esa sustancia, ya que la sensación de placer que produce libera ciertas sustancias en el cerebro que reclama su consumo.
Es el momento de que te replantees dejar este hábito. En especial si tienes problemas de corazón, ya que al dejar de fumar puedes terminar ganando 5 años de vida, según un estudio. Si no lo quieres hacer por tu salud ten en cuenta el dinero que gastas cada año por culpa del tabaco. Estas son las mejoras que tiene dejar de fumar a lo largo del tiempo.
Varias horas sin fumar
Por increíble que parezca solo un par de horas después de estar sin fumar la nicotina desaparece del cuerpo. No significa que la adicción también se esfume con ella. Ese factor se transforma en algo psicológico pasado este primer periodo de tiempo.
La nicotina funciona con rapidez una vez entra en el cuerpo. Solo requiere 5 segundos para alcanzar los pulmones, y 10 para colarse en el sistema nervioso central, generando esa sensación de placer que la mayoría de fumadores sienten al consumir tabaco.
De 24 a 48 horas sin fumar
Es pasado un día cuando el cuerpo empieza a notar mejoras. Los niveles de monóxido de carbono en los pulmones se reducen haciendo que el oxígeno en sangre aumente. En general tanto la presión arterial como la frecuencia cardiaca disminuyen.
Los alimentos que una persona consume después de dejar de fumar empiezan a tener un sabor más intenso. Y, no solo eso, es el primer día cuando se empieza a recuperar el olfato.
72 horas sin fumar
Este es el tiempo que el cuerpo tarda en eliminar completamente la nicotina (o derivados como la cotinina). Por desgracia no es suficiente para decir que el cuerpo queda desintoxicado pasados estos primeros días.
Otras sustancias, como el alquitrán, siguen en los pulmones. Y lo peor es que pueden permanecer ahí durante años. El alquitrán es uno de los componentes más dañinos que poseen los cigarrillos. Además está formado por sustancias químicas que causan enfermedades como el cáncer de pulmón.
Una semana sin fumar
Una persona que deja de fumar es muy probable que empiece a notar los primeros síntomas del síndrome de abstinencia casi al llegar a la semana. Normalmente de la mano van fuertes cambios de humor, ansiedad, insomnio y, en algunos casos, aumento de peso. Es muy probable que hayas escuchado alguna vez eso de que dejar de fumar engorda.
Pasado este tiempo también se ven mejoras en la piel. El tabaco produce lesiones cutáneas que a veces no se aprecian pero están ahí. Dejar de fumar significa tener una piel más hidratada, un mejor aspecto y no forzar la aparición de arrugas antes de tiempo.
Un mes sin fumar
Si has superado los primeros obstáculos hasta llegar al primer mes sin fumar, tu cuerpo notará un mejor estado de salud, y podrás hacer deporte durante más tiempo sin fatigarte. Tu estado fisiológico te permitirá hacer esfuerzos mucho mayores.
Sin embargo, llevar tanto tiempo sin llevarte un cigarrillo a la boca también tiene sus desventajas, y es que el síndrome de abstinencia en este momento suele ser complicado de manejar. De vez en cuando se tienen momentos en los que el fumador necesita nicotina. Esas pequeñas "crisis" suelen durar un par de minutos, pero hay que saber afrontarlas, sobre todo para no recaer.
3 meses sin fumar
Cuando pasan varios meses la capacidad pulmonar mejora considerablemente. Se aprecia en especial por una diminución de la tos, congestión nasal, fatiga, etc. Estas mejoras empiezan a asomar la cabeza poco tiempo después de dejar de fumar pero es pasado un cuarto de año cuando se puede apreciar bien la evolución.
Sí que es verdad que en este tiempo también se gana peso. La nicotina tiene una capacidad muy característica que es la de quemar la grasa. Al no consumir esta sustancia se aumenta de peso. La media de este incremento suele estar en los 4 kilos. Como en todo, siempre hay excepciones, como personas que no engordan o quienes superan esa cifra estándar.
Un año sin fumar
Si llevas un año sin probar un solo cigarro considérate un exfumador. Prácticamente la batalla contra el tabaco está ganada pese a que tu cuerpo aún siga cambiando. Haber dejado el hábito durante tanto tiempo te seguirá aportando ventajas. Aún así no te confíes, para alargar tu esperanza de vida deberás adoptar un estilo de vida saludable, no solo haber dejado atrás esta adicción.
El riesgo de padecer enfermedades cardíacas disminuye hasta un 50% cuando se lleva todo este tiempo sin fumar. De forma progresiva seguirá descendiendo hasta llegar a un punto en el que el riesgo de infarto cerebral sea igual que el de una persona que jamás ha fumado, según ha recogido Cuídate Plus.
Más de 10 años sin fumar
Cuando pasan varios años la capacidad pulmonar de una persona exfumadora llega a ser bastante similar a la de alguien que nunca ha fumado (haciendo la comparativa entre gente de la misma edad). También el riesgo de padecer cáncer disminuye de forma significativa después de tanto tiempo de abstinencia.
Aunque la cantidad de tabaco que un fumador consume afecta posteriormente a su recuperación cuando lo deja. Con el tiempo no se refleja la misma mejora en una persona que solo fumaba un cigarro al día que aquella que se fumaba 10. El riesgo de padecer ciertas enfermedades está también estrechamente ligado con la cantidad de tabaco que se ha consumido a lo largo de su vida activa como fumador.
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