Los motivos que explican por qué cuidar a los nietos aumenta la esperanza de vida de los abuelos un 33%

Todo aquel que tenga hijos sabrá lo agotador que puede ser cuidarles. Andar tras ellos, cogerles, seguirles el ritmo es un ejercicio en sí mismo. Mucho más si se debe hacer cuando ya se tiene una edad. Sin embargo la evidencia apunta a que cuando se hace de forma voluntaria y sin excesos el criado de los nietos puede alargar la vida de los abuelos.

Esa fue la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de Europa y Australia basado en datos de 500 personas del Estudio sobre el Envejecimiento de Berlín (Alemania) recopilados entre 1990 y 2009.

Tras tener en cuenta la edad y el estado de salud general de los abuelos, el riesgo de morir durante un período de 20 años fue un 33% menor para los abuelos que cuidaban a sus nietos, en comparación aquellos que no lo hacían.

En general el comportamiento de ayuda se asoció con una mortalidad reducida. La mitad de los abuelos que cuidaban a sus nietos seguían vivos 10 años después de la entrevista inicial. Lo mismo ocurrió con los participantes que no tenían nietos pero colaboraban con sus hijos adultos de alguna manera, como ayudando con las tareas del hogar.

Por el contrario, aproximadamente la mitad de los participantes que no ayudaron a otros murieron dentro de los 5 años posteriores al inicio del estudio.

"El cuidado puede dar a los cuidadores un propósito de vida porque los cuidadores pueden sentirse útiles para los demás y para la sociedad",  Bruno Arpino, profesor asociado de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona,
que no participó en el estudio. 

"El cuidado también puede considerarse como una actividad que mantiene a los cuidadores física y mentalmente activos", añadió en declaraciones por correo electrónico a Reuters sugiriendo que el cuidado puede mejorar el funcionamiento cognitivo y la salud física y mental.

Con moderación

Arpino señaló, sin embargo, que demasiadas responsabilidades pueden eclipsar los beneficios. Como demostró el estudio. Por ejemplo, cuando los abuelos tenían la tarea de custodia total y cuidados altamente estresantes, el riesgo para la salud aumentaba.

"Tener una conexión estrecha una o 2 veces por semana puede ser realmente beneficioso, tanto para el estado de ánimo como para la salud", considera la doctora Carolyn Kaloostian, especialista en medicina geriátrica en Pasadena, California.  "Los principales estudios muestran que, siempre que no sea abrumador, si hay cantidades moderadas de responsabilidad y actividades placenteras, realmente ayuda de muchas maneras".

“Jugar con niños añade valor no solo para los niños sino también para los cuidadores adultos”, según  The Power of Play, un informe de 2018 de la Academia Estadounidense de Pediatría. Los adultos pueden “reexperimentar o despertar la alegría de su propia infancia y rejuvenecerse. El juego permite a niños y adultos sumergirse total y apasionadamente en una actividad de su elección y experimentar una alegría intensa”.