Estos alimentos que sueles tomar en el desayuno parecen sanos, pero en realidad te están perjudicando

Es habitual que pienses que como en España no se come en ningún sitio. O que la dieta Mediterránea resulta una de las más saludables del mundo. Y puede que en parte resulte cierto, pero no conviene que te confíes, y mucho menos que des por hecho realidades que no lo son. Así de contundentes se muestran al menos muchos nutricionistas.

Está claro que, hoy en día, se vigila mucho más que nunca lo que se consume, prestando especial atención incluso a la composición de los alimentos. Es especial cuando se trata de productos procesados, o de recetas un tanto particulares. El problema, según muchos expertos, llega cuando das cosas por sentado que no son así. 

El zumo de naranja, a juicio

En más de una ocasión has podido escuchar que tomar zumo de naranja natural es una buena manera de comenzar la jornada. De hecho, esta bebida suele incluirse en las dietas de algunos nutricionistas. Otros, en cambio, no parecen tenerlo tan claro, en muchos sentidos. 

Según argumentan estos últimos, el zumo de naranja, por mucho que esté recién exprimido y no sea industrial, no es comparable a comer piezas de fruta. La razón es muy sencilla: al exprimir cada naranja, se pierden elementos importantes a nivel nutricional y ricos de digerir, como la fibra o muchos de sus nutrientes. El azúcar, por el contrario, sí se continúa acumulando de forma menos equilibrada.

El beicon, una explosión calórica

Es verdad que, por regla general, el beicon no suele formar parte de la mayoría de los desayunos en España, al contrario de lo que sucede en países anglosajones. Pero eso puede cambiar cuando estás de viaje o incluso de vacaciones en un hotel. Entonces es habitual encontrar este alimento entre las opciones para consumir.

Los nutricionistas son claros al respecto: el beicon es una mala idea para elegir como desayuno. Contiene muchas grasas saturadas y exceso de colesterol, por lo que acostumbrarse a él no resulta recomendable en absoluto.

Cereales para el desayuno

Suele pensarse que los cereales son una propuesta sana para el desayuno, incluso a la hora de alimentar a tus hijos. Pero los expertos coinciden en que nada más lejos de la realidad. Generalmente cuentan con harinas refinadas o azúcares añadidos perjudiciales para tu nutrición diaria.

Es cierto que no todos son así, pero hay también falsos mitos al respecto: el muesli, que suele entenderse como una iniciativa saludable, tampoco está libre de demasiado azúcar. Un poco como lo que sucede con el zumo de naranja. 

Ojo a la mantequilla

Tomarte una tostada es otro clásico de los desayunos en España, y después untarle mantequilla. Pues bien, esta última tampoco gusta especialmente a los nutricionistas. Al contrario de lo que en ocasiones puedes dar por hecho, tiene muchas grasas saturadas. 

Sin ir más lejos, los expertos prefieren recomendarte que desayunes pan con un poco de aceite de oliva antes de decantarte habitualmente por la mantequilla. 

Por supuesto, estos productos estarían por encima, a niveles de nutrición, que otras propuestas como la bollería industrial o muchos refrescos, pero tienen una cosa en su contra: pueden llevarte a pensar que son una auténtica panacea, cuando en realidad no es así.