Diario de trabajo: he sido una lectora profesional de cartas del tarot durante más de 20 años, así es mi día a día

Obtuve mi primer mazo de cartas del tarot cuando tenía 18 años.

Incluso cuando era solo una niña, ya me fascinaban las cosas misteriosas y mágicas. Mi madre solía leer nuestras hojas de té por diversión y siempre me intrigaba la forma en que unas pocas hojas juntas podían decir tanto sobre una persona.

Cuando descubrí el tarot a la edad de 12 años, después de que mi hermana trajera a casa algunas cartas, me enganché de inmediato. Ahora tengo 49 años y leo las cartas todos los días.

Algunas personas se refieren a la lectura del tarot como adivinación, pero las considero una herramienta para obtener información sobre las circunstancias de una persona.

Hay 78 cartas en una baraja de tarot. Hay cuatro palos (al igual que las cartas de juego, pero los palos son varitas, espadas, pentáculos y tazas; esto se conoce como los Arcanos Menores) y luego están los Arcanos Mayores, que son cartas que están etiquetadas como el loco, los amantes, la muerte y el sol.

Estas son las que siempre ves en las películas justo antes de que algo ominoso esté a punto de suceder, y es por eso que las cartas a veces tienen mala reputación. No hay razón para tener miedo a las cartas.

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Un lector de buena reputación no te dirá jamás que alguien va a morir o que estás maldito, eso es una estafa. En una lectura de tarot legítima, las cartas que se sacan y la forma en que se extienden crearán un mensaje único que el lector interpretará.

Aprendí leyendo libros y leyendo mis propias cartas

Esto fue, por supuesto, mucho antes de internet. Practiqué con amigos y familiares, inicialmente leyendo el "LWB", el pequeño libro blanco que viene con las tarjetas. Es muy parecido a aprender otro idioma. Eventualmente llegas a un punto donde las cartas parecen hablarte. Desarrollas una relación con ellas.

Comencé a leer profesionalmente en los 90.

Ser una escritora independiente, es una profesión solitaria, por lo que leer las cartas me permite conectar con la gente. Al principio, comencé a hacer lecturas privadas en algunas fiestas, pero no fue hasta los últimos 5 años más o menos cuando realmente decidí que esta era mi vocación. Ahora hago más tarot y menos escritura.

Sé que cuando le digo a la gente que soy una lectora de cartas, lo primero que piensan es en el estereotipo: un letrero de neón que dice "Conoce tu destino", una bola de cristal brillante sobre la mesa, y alguien que les dice que pueden quitar un mal de ojo por un extra de 50 dólares. Pero no es así como funciona.

Trabajé en mi casa de Connecticut y en algunas tiendas locales. Una lectura básica cuesta 50 dólares por media hora. Mis lecturas son sobre el aquí y el ahora. Las tarjetas son una herramienta para ayudar a ver qué factores deben considerarse al tomar una decisión.

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Destacan oportunidades, obstáculos, ayudantes y detractores. Una buena lectura puede validar decisiones pasadas y ayudar a guiar en futuras elecciones.

Empiezo todos los días preparando mi espacio, que es una habitación libre en mi casa

Aunque actualmente no estoy viendo clientes en persona debido a COVID-19, todavía quiero hacer que mi espacio sea lo más sagrado e inmóvil posible, y limpiarlo con salvia, palo santo (una madera medicinal) o un spray de aceite con infusión de cristal.

Configuro mi escritorio con las cartas y cristales que tengo que usar ese día, y luego medito para estar lo más conectada posible, porque a menudo surgen muchas cosas emocionales pesadas en las lecturas. Necesito asegurarme de no asumir la energía emocional de los demás.

Siempre le digo a mis clientes que nuestra lectura es su momento

Pueden hacerme preguntas y decirme todo lo que quieran. Algunas personas vienen con una lista de preguntas y otras solo quieren ver qué surge. Mezclo las cartas y las extiendo y una por una les doy la vuelta.

Cada carta tiene su propio significado, pero la historia real sucede cuando ves cómo interactúan entre ellas. Una vez que algunos mensajes comienzan a aparecer, el cliente empieza a hacer las conexiones y a hacer preguntas más profundas.

Las primeras dos semanas de cuarentena, no leí a nadie, pero luego me di cuenta de que la gente necesitaba las tarjetas más que nunca

Los clientes me contactaban con preguntas como "¿me enfermaré?" "¿cuándo terminaremos con esto?" y "ni siquiera sé qué preguntar en este momento, solo necesito algo".

Entonces, decidí probar lecturas virtuales usando Zoom y FaceTime. No estaba segura de si este sistema funcionaría, porque una gran parte de una lectura exitosa es poder aprovechar la energía física del cliente.

Afortunadamente, no ha sido un problema en absoluto. Como todos hemos tenido que adaptarnos a un nuevo estilo de vida centrado en la pantalla, creo que la tecnología no presenta tanto obstáculo psicológico como lo habría sido en el pasado.

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Las lecturas de tarot siempre han sido populares porque las personas necesitan algo menos clínico (y más barato) que la terapia, y más objetivo que solo hablar con amigos. Una lectura de tarot ofrece un espacio seguro para que los clientes exploren sus pensamientos y sentimientos y, con suerte, obtengan un poco de información.

No hay un cliente típico

Mis clientes incluyen aquellos que están completamente abiertos a la metafísica y aquellos que son 100% escépticos. Agradezco su disposición a confiarme su historia. Veo alrededor de 10 personas a la semana para lecturas privadas, y trato de limitarme a dos por día, porque las sesiones a menudo pueden tener mucha energía y quiero estar lo más presente posible para cada cliente.

También comencé a hacer lecturas más divertidas e informales una vez por semana en Facebook solo para darles a las tarjetas la oportunidad de respirar. Sé cómo suena eso, pero las tarjetas también pueden ser pesadas.

Todavía tengo bastantes clientes regulares de los que escucho mensualmente. Me encanta recibir comentarios de las personas para ver cómo sus lecturas se han manifestado en sus vidas.

Hay algunas preguntas principales que siempre recibo de los clientes

Las personas quieren saber si alguna vez encontrarán amor, si los miembros de su familia estarán bien y cómo será su situación laboral.

Creo que la parte más difícil de leer es cuando alguien quiere una respuesta definitiva, con preguntas como: "¿volveré con mi ex?", "¿conseguiré el trabajo?" o "¿cuándo terminará COVID-19?" No doy respuestas absolutas, ya que todos tenemos libre albedrío y la capacidad de cambiar nuestras situaciones en cualquier momento.

Siempre digo que busquen en las tarjetas orientación, no respuestas. Mi trabajo es presentar las opciones y explorar los posibles resultados. Las mejores lecturas comienzan con la pregunta "¿qué necesito saber sobre usted y su situación actual?"

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Mi objetivo final con cada lectura es asegurarme de que el cliente sienta cierta esperanza, un propósito o algo de claridad. Las tarjetas no necesariamente dicen lo que quieren escuchar, pero al menos pueden irse con un plan o una dirección.