¿Cuál es la diferencia entre la sal marina y la de mesa?

tipos de sal

Es el aditivo más antiguo y más usado en alimentación. Tanto que en la dieta actual se consume en exceso, lo que tiene un efecto directo en la salud mundial.

La sal es la fuente principal de sodio para el cuerpo. Un mineral necesario para el correcto funcionamiento y equilibrio de músculos, fluidos corporales y nervios que en exceso está relacionado con la hipertensión y por tanto con problemas cardiovasculares. Algo que se da con mucha frecuencia.

Se estima que cada año se podrían evitar 2,5 millones de fallecimientos si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al recomendado. Menos de 5 gramos (algo menos que una cucharilla de té) por día, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el mercado se pueden encontrar varios tipos de este popular condimento. Entre las más habituales, la sal de mesa y la sal marina, pero también otras como la ahumada, la negra, kosher o la rosa del Himalaya ente otras.

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Si bien todas ellas contienen sodio, se tiende a pesar en la sal marina como una alternativa más saludable frente a la sal de mesa, lo que puede llevar a un consumo excesivo. Sin embargo no es del todo así.  Ambas comparten muchas similitudes, sin que las diferencias sean demasiado destacadas en cuanto a salud.

¿Qué es la sal de mesa?

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También conocida como sal fina o común, este es el tipo más utilizado en el día a día. Se obtiene de salinas o minas terrestres y es sometida a un proceso de refinamiento para la obtención de la textura con la que se comercializa. Este tratamiento hace que pierda su aporte en minerales. Aunque suele comercializarse enriquecida, con yodo, de ahí la sal yodada.

La textura de esta variedad es muy fina y uniforme lo que puede llevar a condimentar en exceso la comida, echando de más sin querer. Su sabor es algo más fuerte ya que se ha purificado y eliminado cualquier rastro de minerales. 

¿Qué es la sal marina?

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La sal marina es el término que designa a aquella que se produce a través de la evaporación del agua del océano o del agua de los lagos de agua salada

Es menos procesada que la sal de mesa por lo cual retiene oligoelementos, como subraya la Mayo Clinic. Esto hace que además de sodio contenga otros minerales como yodo, magnesio, hierro y calcio entre otros.

Estos minerales añaden además sabor. La sal marina está disponible como grano fino o cristales.

Similitudes y diferencias entre la sal de mesa y la sal marina

Estas variedades difieren en su composición ya que la sal marina contiene una pequeña cantidad de minerales naturales que la variedad común no aporta. 

Sin embargo tienen los mismos valores nutricionales y niveles de sodio. Según recoge la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal (Fedna), en torno a un 38% de sodio en ambas.

 

También muestran diferencias en cuanto a textura y tamaño. Mientras que la sal de mesa es fina y se disuelve rápidamente, la proveniente del mar es más gruesa y aportará cierto crujido al sazonar sobre los alimentos. Debido al aporte en oligoelementos la sal de mar tendrá un sabor más complejo que la común.

El precio también puede marcar la diferencia.  Aunque ninguna de ellas se colocará como el producto más caro de tu cesta de la compra, la variedad marina tiende a resultar ligeramente algo más cara. Sobre todo si se opta por variedades ecológicas o en tamaño de escamas.

Si consumes sal marina ten en cuenta que su aporte de sodio es significativo y que excederse conllevará los mismos riesgos para la salud que tomar sal común.

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